Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad de Marbella (Málaga) a tres fugitivos vinculados presuntamente con la camorra napolitana y reclamados por Italia. Les constaban tres Órdenes Europeas de Detención para Entrega, a uno de ellos por asesinato y tráfico de armas, y estaban considerados extremadamente peligrosos por las autoridades italianas.
La operación, llevada a cabo en Málaga con la colaboración del Oficial de Enlace de la Polizia di Stato italiana, se inició una vez que agentes de la Policía Nacional tuvieron conocimiento de que uno de los líderes de un peligroso clan familiar, vinculado a la camorra napolitana y buscado por las autoridades italianas por blanqueo de capitales y receptación, pudiera encontrarse escondido en España tras huir de la justicia italiana.
Además, se sospechaba que junto al reclamado podrían encontrarse otros dos integrantes del clan, hijo y yerno del líder, que se encontraban reclamados por delitos graves y considerados extremadamente peligrosos por estar involucrados en delitos relacionados con actividades mafiosas.
Hijo del responsable del clan
Uno de los reclamados, hijo del responsable del clan, era buscado por las autoridades italianas para enfrentarse a una pena de prisión de 30 años por intento de asesinato y tráfico de armas, tras efectuar varios disparos contra una persona con intención de causarle la muerte.
El otro fugitivo, yerno del líder, se enfrentaba a una pena de prisión de 20 años por tráfico de estupefacientes y contrabando de tabaco, que distribuía en diversas ciudades italianas a través de la red que le proporcionaba la organización criminal con base en Sant Giovanni.
Dada la gravedad de los delitos, se inició una investigación con la cooperación estrecha del oficial de enlace italiano en Madrid, consiguiendo localizar al clan familiar en una urbanización de la localidad de Marbella, observando desde el primer momento las importantes medidas de seguridad que utilizaban, pues residían en una vivienda independiente con importantes medidas de autoprotección y que prácticamente no abandonaban nunca.
Finalmente, fruto del dispositivo de vigilancia, se observó como el hijo del responsable del clan, tras alejarse de la urbanización y hacer varias maniobras de despiste con la intención de detectar la presencia policial, se dirigía a una zona céntrica de la ciudad, donde fue detenido por los investigadores.
Tras el arresto y ante el temor del que el resto del clan pudiera abandonar el país, se intensificó el dispositivo de vigilancia por parte de los investigadores, consiguiendo detener en el día de ayer a los otros dos miembros de la organización cuando abandonaban su vivienda. Dentro de la camorra napolitana, los arrestados son considerados “hombres de honor”, ya que cumplen con un estricto código de conducta.
La camorra napolitana
Los primeros vestigios de la Camorra se encuentran en las cárceles napolitanas del siglo XIX, donde pequeños grupos de presos establecían jerarquías y reglas para imponer su autoridad. Con el tiempo, estas estructuras salieron de los muros penitenciarios y comenzaron a extenderse por los barrios populares de Nápoles. A diferencia de la Cosa Nostra siciliana, más centralizada, la Camorra se organizó en clanes autónomos, lo que le permitió adaptarse rápidamente a los cambios y dificultó los esfuerzos por desmantelarla.
La Camorra no sigue un modelo jerárquico único, sino que opera como una red descentralizada compuesta por clanes independientes. Cada uno tiene su propio territorio y actividades delictivas específicas, que pueden incluir extorsión, tráfico de drogas, contrabando y control de negocios aparentemente legales. Esta fragmentación es una de sus principales fortalezas, ya que dificulta la acción de las autoridades al no tener un liderazgo central claro.
Los jefes de los clanes, conocidos como “capos”, ejercen su autoridad mediante la violencia y el miedo, pero también construyen lealtades dentro de sus comunidades. En muchos casos, se presentan como protectores o benefactores, financiando eventos locales o ayudando a familias necesitadas, lo que refuerza su control social.