El pasado mes de julio de 2024, una niña de ocho años sufrió quemaduras de tercer grado en el 13 % de su cuerpo cuando se incendió el jersey que llevaba puesto. La pequeña se encontraba en su casa de Queensland, en Australia, celebrando su cumpleaños con su familia en el jardín trasero, donde había encendido una fogata. Una de las chispas cayó sobre su suéter, que en una fracción de segundo comenzó a prenderse, provocándole serias heridas a la víctima, Daniella Jacobs-Herd.
El producto había sido adquirido en el sitio web de Temu, la empresa china que vende productos online a nivel mundial, compitiendo en el mercado con otras plataformas como Shein o Aliexpress. La prenda, una sudadera con capucha de unicornio morado que brilla en la oscuridad, había sido el regalo de cumpleaños de su abuela, por lo que la niña se lo había puesto inmediatamente.
Cuando la chispa de la fogata saltó hasta el suéter, la tela se prendió de inmediato, como si le hubiesen “arrojado un acelerador de llamas” y prendido “fuego”, explicó la madre al canal australiano 9News. En pocos segundos, el incendio provocó serias quemaduras a la menor: “Se estaba derritiendo. Ella estaba gritando. Todos los adultos estábamos muy angustiados porque habíamos visto cómo se le caía la piel”. Mientras llegaban los servicio de emergencias, la madre de Daniella mantuvo a su hija en la ducha para evitar que la situación empeorase.
La pequeña, que sufrió daños en el 13 % de su cuerpo, se enfrenta ahora a un largo proceso de recuperación, que los médicos estiman que se alargará hasta 10 años de cirugía. Por las quemaduras de tercer grado en la cara, el pecho, el brazo y la mano, Daniella fue sometido a 14 intervenciones quirúrgicas en las siguientes siete semanas tras el accidente, así como injertos de piel.
“El producto se derritió como el plástico”
Tras el accidente ocurrido en la localidad australiana de Hervey Bay, la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC) abrió una investigación que concluyó que la sudadera infringía las normas de seguridad australianas, por lo que Temu la retiró del mercado: “Se puede ver que el producto en sí se derritió como el plástico, como una bolsa de plástico”. Sin embargo, el producto no tenía una etiqueta de advertencia de incendio. “¿Cómo es posible que esto ocurra en Australia? ¿Cómo es posible que tengamos estos productos que queman a los niños?”, se preguntaba la madre de la víctima en 9News.
A día de hoy, la familia de Daniella continúa pagando las facturas del hospital y ha contratado abogados para llegar a una solución con Temu: “No quiero dinero para beneficio personal, solo quiero que mi hija tenga algún tipo de vida”, expresó la madre, haciendo referencia a que la indemnización que esperan servirá para las cirugías y tratamientos a los que aún debe enfrentarse su hija.
Por su parte, un portavoz de la empresa china informó de que, además de estar en comunicación con la familia de la niña, trabajaban ahora con la ACCC para abordar el asunto de la mejor manera posible.