¿Dejar que suceda sin reaccionar ni intervenir, mirando por las cámaras de seguridad, esperando a que llegue la policía, o evitar que un ladrón robe en tu negocio por tercera vez en poco más de un año? Este es el dilema que se le presentó al dueño de un restaurante turco. El hombre optó por la segunda opción y se enfrentó al ladrón. No obstante, ahora tiene una denuncia de agresión que puede lamentar amargamente.
Asef Argüz, de 32 años de edad, es el propietario del Estambul Grill, un restaurante de kebab en la avenida de la Gare de Delémond, en Suiza, colindando con la frontera francesa. En el pasado, ya había visto como asaltaban su negocio un par de veces, en octubre de 2023 y en enero de 2024, y decidió que no iba a haber una tercera.
El treintañero se encontraba en la parte trasera de su restaurante con sus amigos, el jueves 2 de enero, cuando fue avisado por su teléfono móvil. Las cámaras de seguridad del establecimiento le habían avisado de que un ladrón había estampado un coche de reparto en su local para entrar a robar.
Esta vez, al estar allí presente, decidió intervenir personalmente, sometiendo al ladrón antes de que llegara la policía. Él aún no lo sabía, pero se acabaría arrepintiendo de esta actuación, según ha comentado el diario francés La Déspêche.
Asef salió al encuentro del ladrón y no fue pacífico. “Le di un puñetazo que lo sacudió y luego caí sobre él para controlarlo”, detalló el restaurador, que consiguió desarmar al ladrón, que había sacado un cuchillo al ver entrar al propietario por la puerta. Además, consiguió tumbarlo y controlarlo hasta la llegada de los agentes.
“No debería haber llamado a la policía”
Media hora más tarde aparecieron las autoridades, que interrogaron a Asef. El asaltante presentaba “la boca hinchada y el labio ensangrentado”, por lo que el dueño del restaurante turco admitió haberlo golpeado. Aunque pudo evitar el tercer robo, el dueño del kebab lamentará esta elección.
Al día siguiente, Asef recibió una mala noticia: el hombre al que había sometido en su restaurante había presentado una denuncia por agresión. “En lugar de que me agradezcan, me encuentro en un gran problema”, resaltó Asef, quejándose de la actuación policial. “Cada uno interviene como puede”, indicaba el restaurador. Otra de las circunstancias que no favorecen al dueño del restaurante es que no pudo demostrar nada a la policía al no poder transmitir las imágenes de las cámaras de seguridad.
“No debí llamar a la policía, debería haberlo dejado ir”, se lamentaba Asef, que ahora se encuentra acusado de un delito de agresión a pesar de haber sido asaltado. También se presentó una denuncia contra el ladrón. “Como normal general, pedimos a la población que no se exponga”, explicó uno de los policías.
Por su parte, la policía local de Delémont explicó que, debido al periodo vacacional, solo se encontraba una patrulla cubriendo la zona y que por eso el tiempo de respuesta fue de 30 minutos.