Una estudiante vuelve a su casa tras la Navidad y descubre que un hombre vive allí y que tiró todos sus objetos personales: el intruso alegó que “no se acordaba de nada”

Un hombre de 29 años fue condenado a 15 meses de prisión, de los cuales ocho quedaron en suspenso durante dos años, tras irrumpir en la vivienda de una estudiante en Chambéry, en la región de Saboya, Francia. Según ha informado Le Dauphiné Libéré, el acusado no solo forzó la entrada al apartamento, sino que también causó graves daños en el mobiliario y los electrodomésticos, además de deshacerse de las pertenencias personales de la joven, incluyendo su ropa y trabajos académicos. El tribunal también ordenó que el hombre se someta a tratamiento psiquiátrico, ya que un experto determinó que padece un trastorno del comportamiento.

La estudiante, quien se encontraba de vacaciones de Navidad con su familia en Grenoble, regresó a su apartamento la noche del domingo 5 de enero, justo antes del inicio del nuevo semestre académico. Al llegar, se encontró con que la puerta había sido tirada al suelo y que un hombre desconocido estaba instalado en su vivienda. La joven, asustada por la situación, decidió abandonar el lugar de inmediato y alertar a las autoridades. La policía detuvo al intruso esa misma noche y lo puso bajo custodia.

Cuando la estudiante pudo regresar a su vivienda tras la intervención policial, se encontró con un panorama desolador. El hombre había destrozado por completo el interior del apartamento. Los muebles y electrodomésticos estaban dañados, y muchas de las pertenencias personales de la joven habían desaparecido. Entre los objetos perdidos se encontraba su ropa y los trabajos correspondientes a su primer año de estudios, lo que representó un golpe emocional y académico para la víctima.

El acusado, durante su detención, afirmó que era compañero de la estudiante, una declaración que fue desmentida por los hechos y las investigaciones posteriores. Tal y como se pudo leer en el informe psiquiátrico presentado en el juicio, el hombre presenta un trastorno del comportamiento, caracterizado por una marcada intolerancia a la frustración. Este diagnóstico fue clave para que el tribunal ordenara su tratamiento psiquiátrico como parte de la sentencia.

El juicio tuvo lugar el jueves 9 de enero, pocos días después de los hechos. Durante la audiencia, el hombre declaró no recordar lo sucedido. “No me acuerdo de nada”, afirmó ante los jueces. A lo largo del proceso, el acusado mostró una actitud distante e indiferente, lo que generó preocupación entre los presentes en la sala. En ningún momento pidió disculpas a la estudiante por los daños causados ni por el impacto que su intrusión tuvo en su vida personal y estudiantil.

El tribunal dictó una condena de 15 meses de prisión, de los cuales ocho quedaron en suspenso bajo la condición de que el acusado cumpla con un tratamiento psiquiátrico durante dos años. Actualmente, el hombre permanece en prisión, cumpliendo la parte efectiva de su condena.

El incidente ha dejado a la estudiante en una situación de vulnerabilidad, no solo por la pérdida de sus pertenencias, sino también por el trauma de encontrar a un desconocido en su hogar. La joven ha tenido que enfrentarse a la tarea de reconstruir su espacio personal tras el incidente.