Las emociones han estado a flor de piel durante la jornada de este sábado para los reyes Felipe VI y Letizia. La pareja real ha vivido uno de los momentos más significativos e inolvidables en la historia de la Corona Española y, también, en su papel como padres. Y es que este 11 de enero de 2025, la princesa Leonor se ha embarcado en el Juan Sebastián Elcano y ha dado inicio a su aventura de casi seis meses en alta mar.
La heredera al trono ha dado un relevante paso en su formación militar castrense para el cargo que, como futura reina de España, le espera como Mando Supremo de las Fuerzas Armadas. Junto a otros 74 guardiamarinas, la joven de 19 años estará 110 días surcando las aguas, tiempo en el que navegarán por los océanos Atlántico y Pacífico y recorrerán ocho países y varias ciudades españolas, dando lugar a un viaje que marcará un antes y un después en la vida de cada uno de ellos. Será el próximo mes de julio cuando la hermana de la infanta Sofía vuelva a España, momento en el que pondrá fin a su formación militar en la Escuela Naval de Marín.
Pese a que han sido muchas las miradas que han estado al pendiente de todo lo acontecido este sábado, lo cierto es que ha habido algunos detalles que han pasado desapercibidos para el ojo público. Como el resto de los familiares de los alumnos que afrontarán este reto, Felipe y Letizia se trasladaron hasta Cádiz para acompañar a su primogénita en este gran día.
Pese a que la gran protagonista era la hermana de la infanta Sofía, lo cierto es que ha sido inevitable no observar la gran emoción y el profundo orgullo que evocaban los soberanos. Nada más llegar, los monarcas se subieron al buque, donde fueron recibidos por el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, y el resto de autoridades. Tras recorrer parte de la cubierta, se han reencontrado con la heredera al trono, quien le ha enseñado el camarote que compartirá con otras dos compañeras, así como el resto de las instalaciones de Elcano.
Además, la princesa Leonor ha tenido el ‘privilegio’ de poder despedirse de sus padres en la más estricta intimidad, lejos de las cámaras y los focos. Sin embargo, el resto de los alumnos tuvieron que decir adiós a sus familiares en tierra, donde los focos han sido testigo de grandes momentos de emoción y tristeza.
El momentazo de Felipe y las lágrimas de Letizia
Después de darle un sentido último abrazo a su hija, los reyes han salido del interior del navío y se han bajado del mismo. Con las emociones a flor de piel, los dos se han situado en un lugar estratégico del puerto para ver zarpar al buque. Tan solo instantes antes de que el Juan Sebastián Elcano diese inicio a su travesía, la periodista ha lanzado un beso a Leonor y, ha sido justo entonces, cuando no ha podido contener las lágrimas, que se ha limpiado con gran rapidez con la idea de que nadie se diese cuenta de ello.
Quien tampoco ha podido evitar emocionarse ha sido Felipe, quien ha dejado para el recuerdo un momentazo nunca antes visto. El monarca ha sacado a relucir su faceta de padre y no ha dudado en sacar de su bolsillo el teléfono móvil para inmortalizar el momento. Minutos después, el barco ha comenzado a navegar y, poco a poco, la princesa se ha ido alejando.
Muy atento a su mujer, Felipe VI no ha dudado en pasarle el brazo por la espalda a Letizia con la idea de darle apoyo e intentar consolarla. La imagen de unidad que han dejado los monarcas ha sido evidente e inédita. Ya no como cabeza de la corona española, sino como unos padres más que presencian la partida de su hija a una aventura que les mantendrá alejados durante muchos meses.