La Unión Europea ha reaccionado ya a la toma de posesión “ilegítima” de Nicolás Maduro, efectuada este viernes en la Asamblea Nacional de Venezuela, el órgano legislativo del régimen, extendiendo por seis años su mandato al frente del Poder Ejecutivo. “Nicolás Maduro carece de la legitimidad de un presidente elegido democráticamente”, reza la declaración de la Alta Representante para Asuntos Exteriores de la UE, Kaja Kallas, emitida en la tarde de este viernes. Asimismo, lamenta que “las autoridades venezolanas perdieron una oportunidad clave para respetar la voluntad del pueblo y garantizar una transición democrática transparente y con garantías para todos”.
En la nota, la representante del Ejecutivo comunitario ha informado de que el Consejo ha decidido adoptar un nuevo paquete de sanciones específicas contra 15 personas responsables de “socavar la democracia, el Estado de derecho o los derechos humanos en Venezuela”. “El objetivo es apoyar una solución negociada y democrática a la crisis. La UE no ha adoptado ninguna medida que pueda perjudicar al pueblo venezolano ni a la economía”.
Para los Veintisiete, la responsabilidad de poner fin a la crisis en Venezuela recae en sus autoridades. “La revocación de las sanciones de la UE dependerá de que se produzcan avances tangibles en materia de derechos humanos y del Estado de derecho en Venezuela, junto con pasos significativos hacia un diálogo genuino y una transición democrática”.
La Unión Europea sigue sin reconocer la victoria del líder opositor venezolano Edmundo González, a quien “las copias de actas electorales disponibles públicamente” dieron la victoria, tal como añade Kallas. “Como las autoridades se han negado a publicar las actas oficiales de los colegios electorales, los resultados anunciados siguen sin verificarse y no pueden reconocerse como representativos de la voluntad del pueblo”.
Kallas pone de manifiesto que, desde el día de las elecciones, “las autoridades venezolanas han endurecido la represión y el acoso contra la oposición, la sociedad civil y sus familias, encarcelando a las voces disidentes y obligando a sus propios ciudadanos a vivir con miedo o a exiliarse. Más de 2.500 ciudadanos, incluidos menores de edad, fueron detenidos y, aunque la UE toma nota de la liberación de algunos de ellos, ninguno debería haber pasado un solo día detenido”.
Por ello, la UE pide a las autoridades de Venezuela que pongan fin a todas las detenciones injustas y arbitrarias, incluidas las de ciudadanos con doble nacionalidad y extranjeros, y que liberen incondicionalmente a todos los presos políticos.
La UE se prepara para redefinir su postura
Por su parte, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que la Unión Europea está trabajando en una postura consensuada “para volver a definir una nueva posición común” ante la situación en Venezuela, agravada por la toma de posesión de Maduro.
También, en unas declaraciones recogidas por EFE, ha criticado al PP por “intentar deformar” la posición del Gobierno ante la crisis de Venezuela cuando lo que hace es “mantener una posición común con la UE” para buscar una solución “genuínamente venezolana” para lograr una transición pacífica en este país.