Ladrones utilizan un dispositivo que impide cerrar los coches para introducirse en su interior y robar

El aparato permite, si el dueño del coche no verifica visualmente el cierre, que el delincuente pueda acceder al interior del vehículo sin levantar sospechas ni dejar rastros de un robo forzado

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Coches circulando (Ricardo Rubio/Europa Press)
Coches circulando (Ricardo Rubio/Europa Press)

La policía de Carouge, Suiza, ha detenido a un hombre de 35 años equipado con un dispositivo inhibidor de señal que bloquea el cierre remoto de vehículos, con el que el delincuente accedía al interior de los coches sin necesidad forzar las cerraduras. El detenido utilizaba este método, que depende de la distracción de los propietarios al cerrar sus vehículos, para robar los coches dejados en un aparcamiento de la ciudad.

El incidente, que tuvo lugar en la tarde del 22 de noviembre, se destacó por la eficiencia policial. Según la portavoz Aline Dard, los agentes sorprendieron a dos individuos mientras perpetraban el robo: uno vigilaba el área y el otro registraba los habitáculos de los vehículos. Sólo se pudo detener a este último al ser encontrado en delito flagrante. En total, cinco coches fueron intervenidos, aunque el botín obtenido fue escaso, apenas 20 euros. Durante el arresto, los agentes confiscaron al principal sospechoso un dispositivo inhibidor de señales.

El aparato en cuestión, conocido como inhibidor de señal, no permite abrir ni arrancar los vehículos. Su utilidad radica en evitar que las puertas se cierren correctamente cuando el propietario utiliza el mando a distancia. Esto implica que, si el dueño del coche no verifica visualmente el cierre, el ladrón puede acceder al interior sin levantar sospechas ni dejar rastros de un robo forzado.

“Recomendamos no confiar únicamente en el cierre remoto”, ha señalado Dard. “Es fundamental comprobar que el vehículo esté cerrado. Una forma sencilla de hacerlo es observar si las luces parpadean o verificar la activación de señales internas, como el encendido de una luz roja en el habitáculo”.

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Un delito difícil de rastrear

Uno de los desafíos para las autoridades es la dificultad de detectar este tipo de robos. Al no existir daños visibles en los vehículos, es complicado demostrar el uso del dispositivo inhibidor salvo en casos de flagrante delito. Esto podría explicar la baja frecuencia registrada de este modus operandi, aunque es posible que esté más extendido de lo que sugieren las estadísticas oficiales.

En esta ocasión, la intervención oportuna de la policía permitió detener al delincuente y llevarlo ante la justicia. El acusado, de nacionalidad georgiana, fue declarado culpable de robo y sentenciado a 90 días de prisión tras un procedimiento judicial expedito.

Los expertos subrayan que prevenir este tipo de delitos es relativamente sencillo. La recomendación principal es evitar cerrar el coche únicamente con el mando a distancia y, en su lugar, realizar una comprobación manual para asegurarse de que las puertas estén bloqueadas.

En un contexto donde los avances tecnológicos también benefician a los delincuentes, los conductores deben mantenerse alerta. Dispositivos como los inhibidores de señal son cada vez más accesibles, lo que aumenta el riesgo de que sean utilizados para perpetrar robos silenciosos y difíciles de rastrear.

La policía local ha insistido en la importancia de denunciar cualquier comportamiento sospechoso en aparcamientos públicos y recalca la necesidad de extremar las precauciones para proteger tanto los vehículos como los objetos personales en su interior.

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