Los empleados que trabajan en el sector de la hostelería muchas veces tienen que enfrentarse a situaciones de impago, a largas jornadas laborales por un sueldo bajo, la obligación de hacer horas extra u otras formas de explotación que son denunciadas continuamente a través de las redes sociales. Jesús Soriano, conocido en internet como Soy Camarero, se ha convertido en el altavoz más importante a nivel nacional para mostrar cuáles son estas malas condiciones a las que muchos compañeros de profesión se enfrentan diariamente. A través de sus perfiles de Instagram, X o TikTok, publica mensajes, reseñas de restaurantes y vídeos en lo que se pretende denunciar el trato recibido por parte de clientes o de los propios empleadores.
En esta ocasión, Jesús Soriano ha compartido la historia de Karla Ordoñez (@karlaordonez2512), una extranjera que trabaja en España, en hostelería, y que recientemente ha sido víctima de una agresión en el restaurante en el que estaba empleada. “Mi nombre es Karla y este vídeo lo hago como denuncia pública”, comienza explicando la joven, con un vendaje en la cabeza que tapa la herida que fue resultado de la agresión que sufrió. Karla trabajaba en Denia, en un restaurante especializado en arroces que muestra en la camiseta del uniforme que lleva para este vídeo, pese a que ya ha renunciado a su trabajo en el local.
“El día de ayer recibí una agresión por parte de mi jefe, por eso en este momento tengo este parche, porque me tocó ayer acudir al centro de salud a hacer el respectivo parte médico por la agresión de él. Todo sucedió porque el señor se negaba a pagarme los días que me quedó debiendo, porque decidí renunciar al trabajo. Decidí no volver más a ese explotadero, porque nos tenía trabajando 8, 10, 12, 13 horas y nos estaba pagando una miseria”, la joven camarera explica que su jefe no se ajustaba a la normativa legal que regula el número de horas que un trabajador puede hacer en su jornada y el salario mínimo, ya que, para él, la jornada completa son 12 horas, pagada a 40 euros, y la media jornada 8, por únicamente 20 euros.
Karla decidió renunciar al trabajo, cansada de trabajar tantas horas por unas condiciones totalmente deficientes. Por eso, cuando su jefe llamó para que acudiese al local a recibir el pago, lo hizo: “Le dije los días que me debía, le dije las horas y no me quería pagar: trabajé desde el primero de diciembre hasta el 12 de diciembre. Me decía que eran días totalmente diferentes y que no era la jornada completa”. La joven explica que esta situación de impago no es la primera vez que ocurre en este restaurante, ya que hacía un par de meses unos compañeros suyos tampoco recibieron su sueldo, lo que terminó también en un tipo de agresión que no ha especificado: “Probablemente lo habrá hecho con muchas personas”.
“En el momento en el que entré al restaurante decidí grabar y cuando esta persona se dio cuenta de que yo estaba grabando, lo que hizo fue quitarme el celular”. Pese a que Karla se resistió y forcejearon, su jefe consiguió arrebatarle el teléfono: “cuando me lo logra quitar, me pega un puñetazo en la frente”. Esto le provocó a la camarera una herida por la que necesitó dos puntos de aproximación y, además, varios moratones por la pierna y el costado, como muestra en el vídeo publicado por Soy Camarero.
@soycamarero PARTE 1 Esto es intolerable 🤬 Mucho ánimo a nuestra compi @Karla Ordoñez ♬ sonido original - Soycamarero
“Después dicen que los jóvenes no queremos trabajar”
Karla explica que varias personas se metieron en la pelea para defenderla y que consiguió llamar a la policía, que acudió al restaurante: “Hago esta denuncia pública porque el señor ayer me amenazó y me dijo que me iba a pasar algo peor”. Ante esta situación, la camarera ya ha interpuesto una denuncia por el impago de su sueldo, la agresión y el daño moral y psicológico que le ha acarreado.
“¿A qué hemos llegado? Eso me pregunto yo como inmigrante. ¿A eso llegamos los inmigrantes? Los inmigrantes que llegamos a otro país queremos trabajar honestamente, pero con ustedes no se puede. No estoy diciendo que todos los empresarios sean así, porque he trabajado en empresas y restaurantes donde nos cuidan, nos protegen y nos valoran, nos pagan lo que efectivamente corresponde según la ley. Pero ¿a esto hemos llegado nosotros? ¿A una agresión? ¿A tenernos que quedar callados? ¿Cuántas personas han sufrido esto? Yo no soy la única, ni soy la primera ni voy a ser la última”, sentencia Karla, lanzando un alegato que denuncia el mal trato recibido por los migrantes en algunos establecimientos y las pésimas condiciones laborales que existen en la hostelería en muchas ocasiones.
Además, Karla afirma que esta explotación y los malos tratos por parte de los empleadores que “amenazan, golpean o insultan” es lo que lleva a muchos jóvenes a evitar estos trabajos: “Por eso después se quejan y dicen que los jóvenes no queremos trabajar. Es por esto, porque nos tienen explotados. No es que no queramos trabajar, es que, efectivamente, no podemos trabajar en esta situación”.