La sanidad valenciana vuelve a aplazar la adjudicación de 53.000 plazas y achaca a la DANA un retraso de más de tres años

Cinco procesos de oferta de empleo público esperan a que la Conselleria de Sanidad valenciana se siente a resolverlos. Las oposiciones y concursos de méritos se acumulan desde la OPE de 2017-2018 y ya son 53.000 sanitarios los que están pendientes de saber la resolución, sin conocer si tienen una plaza ganada en algún centro público ni cuándo se incorporarán. El retraso de la administración prometía resolverse antes del 31 de diciembre de 2024, al límite de los requisitos legales, pero a apenas una semana de que cierre el año, los aspirantes no tienen nuevas noticias por parte de la Generalitat.

La única información transmitida ha llegado desde el diario Levante-EMV, según el cual el Ejecutivo valenciano plantea incumplir su propia promesa y retrasar la adjudicación de las plazas hasta el próximo 31 de enero. La nueva fecha, comunicada a los sindicatos en la última mesa sectorial, da un mes de plazo extra para resolver más de 50.000 expedientes, algo en lo que confían poco desde la Plataforma Sanitarios Sin Plaza.

“Quedan aún muchas cosas. Tenemos que elegir departamento, aportar documentación, hacer un acto único donde se nos concedan el servicio...”, explica Raquel, TCAE y portavoz de la plataforma. Un proceso que deben pasar por hasta 53.000 solicitudes pendientes. “Han agrupado tantos procesos y han avanzado tan lento que no saben por dónde tirar”, critica.

Desde que Raquel se presentase a la convocatoria de técnico auxiliar de enfermería en 2021, los movimientos por parte de la Conselleria han sido escasos. En los últimos meses y tras varias advertencias por parte de Europa, se han llegado a resolver 27 categorías profesionales, pero se trata de nombramientos unipersonales o ofertas con pocas plazas, mientras que las mayoritarias, como las de celadores o TCAE, se mantienen intactas.

Los retrasos han paralizado los planes de vida de los sanitarios, cuenta Raquel. Pese a que muchos de ellos saben que la nota les daría para obtener una plaza, todavía no tienen un puesto asignado y deben encadenar contratos temporales en diferentes centros. “No sé si me voy a poder coger vacaciones este año ni cuando. Ni siquiera puedo cogerme entradas para un concierto para fin de año, porque no sé qué turno voy a llevar ni dónde voy a estar”, expresa la sanitaria.

La situación es más dramática para otras compañeras, que posponen sus planes de comprar una casa o formar una familia a la espera de conocer dónde y cuándo entrarán a trabajar como plantilla estatuaria. “La gente en el camino se ha ido a otras comunidades, se ha jubilado o se ha muerto por el camino”, lamenta.

Desde la Plataforma Sanitarios sin Plaza no han “parado de escribir correos” a la Conselleria, pero en la mayoría de los casos han recibido el silencio por respuesta. “Incluso llamé por teléfono al departamento de selección de personal y nos dijeron que no había previsión de publicar nada”, asegura.

El impacto de la DANA ha sido señalado como el principal motivo detrás de este cambio en los plazos. La Conselleria ha centrado sus esfuerzos en atender las necesidades urgentes de las áreas más afectadas, conocidas como “zona cero”. Esto ha implicado no solo la atención directa a los pacientes, sino también la puesta en marcha de medidas para evaluar los daños en las infraestructuras sanitarias y planificar su reconstrucción.

Este contexto ha obligado a la administración a reorganizar sus prioridades, dejando en segundo plano la resolución de los procesos de adjudicación de plazas, que esperan hacerse antes del 31 de enero. Pero es una explicación que entre la plataforma de sanitarios ven como “indignante”.“Entiendo que puede retrasar administrativamente, pero llevan tres años y pico de retraso y la dana fue a finales de octubre”, recuerda Raquel.

La plataforma de afectados estudia llevar a cabo acciones legales contra la Generalitat por los retrasos, pero temen que eso aumente aún más los tiempos de espera.