Si las princesas de Disney fueran reales, a día de hoy alguna ya habría fallecido por la edad. Blancanieves y los siete enanitos fue el primer largometraje de animación de la historia. Se estrenó en 1937, por lo que la princesa rozaría o habría superado, a día de hoy, los 100 años de edad. Sin embargo, una investigación elaborada por varios científicos de Países Bajos ha determinado que, en realidad, tanto ella como algunas de sus compañeras más conocidas podrían haber fallecido mucho antes.
El estudio, titulado ¿Vivir felices para siempre? Los riesgos ocultos para la salud de las princesas de Disney, ha sido publicado como un reportaje navideño en la revista especializada en medicina The BMJ. Escrito en un tono humorístico, se denuncia que “hasta la fecha, las investigaciones se han centrado en los efectos de las películas en la salud de los espectadores, sin explorar los riesgos para la salud que enfrentan las propias princesas”.
Es por esta razón que los investigadores han decidido darle la vuelta a esta situación y mostrar hasta qué punto “las princesas de Disney se enfrentan a graves riesgos de salud en el mundo real” y cómo, “a pesar de estos riesgos, parecen vivir felices para siempre”. “Disney debe considerar intervenciones para superar estos desafíos de salud”, resuelven los investigadores, justo antes de analizar los casos de Blancanieves, Jazmín, Cenicienta, Pocahontas, la Bella Durmiente, Mulán, Bella y Rapunzel.
El hada madrina intoxica a Cenicienta
En primer turno ha sido, precisamente, para “la primera y más bella princesa de todas -según el espejo de la pared-”. La situación de Blancanieves como criada en la concina de su madrastra le priva de poder relacionarse con otras personas, a partir de lo cual los médicos advierten de la “fuerte asociación positiva entre la falta de interacción social y las enfermedades cardiovasculares, la depresión, la ansiedad y la mortalidad por todas las causas”. Por suerte, para ella, los siete enanitos la salvan de ese aislamiento y prolongan su esperanza de vida.
Menos suerte tiene, en cambio, Cenicienta, que si bien empezó teniendo una infancia feliz, acabó convirtiéndose en la criada de su madrastra y sus dos hermanastras. “La exposición continua al polvo la pone en riesgo de desarrollar una enfermedad pulmonar ocupacional” con riesgo de cronificarse o, directamente, un cáncer de pulmón. “Cuando las cosas no podían empeorar”, señalan en el estudio, “el hada madrina de Cenicienta pone la guinda del pastel esparciendo cantidades masivas de purpurina mágica, también conocida como microplásticos recubiertos de aluminio”.
Problemas similares presentan, por su parte, Jasmine y Bella, puesto que, al fin y al cabo, están expuestas a un mismo peligro: el contacto con animales. “El tigre mascota de Jasmine, Rajah, plantea un riesgo de infección zoonótica”, advierten, lo mismo que “el contacto cercano con la Bestia expone a Bella a muchas enfermedades infecciosas potencialmente mortales, como la brucelosis o la rabia”.
Ni tanto ni tan poco
Menos elegante es la más que posible muerte de Pocahontas, protagonista de una película en la que los investigadores detectaron su exposición a un enorme peligro cada vez que salta de un acantilado. Dada la aceleración de la caída y la distancia entre el suelo, así como por el tiempo que tarda en caer en la película, estiman que el salto es de 252 metros. “Los estudios sobre la dinámica de impactos del salto sugieren que los saltos con las manos primero desde alturas superiores a tan solo 12 metros ya podrían ser críticos para las compresiones claviculares.
El deporte extremo de esta princesa, por lo tanto, puede pasarle factura, pero también el caso contrario, es decir, el descanso excesivo, puede ser malo para la salud. Así lo demuestra Aurora, la Bella Durmiente que se queda dormida hasta que no recibe un beso de amor verdadero. “Los riesgos para la salud asociados con dormir demasiado incluyen enfermedades cardiovasculares, derrame cerebral, obesidad y diabetes”, diagnostican en el documento. No se olvidan, ni con esas, de que el beso que la salva de todos estos problemas para no sufrir enfermedades es un beso no consentido.
Los últimos diagnósticos son para Mulán y Rapunzel. En el caso de la primera, la represión que esta sufre a manos de su familia tiene que ver con el honor. “Las mujeres que enfrentan violencia basada en el honor pueden experimentar mayores niveles de mala salud mental”. Más externo es el problema de Rapunzel, que por no cortarse el pelo posee una trenza de 21 metros que puede ser peligrosa: “Debido al uso de su trenza como cable de ascensor, es probable que los folículos pilosos de Rapunzel se hayan dañado por tirones excesivos y repetitivos, una condición conocida como alopecia por tracción (TA)”.