Estas son las 5 señales de alerta de que un familiar es tóxico, según la psicología

En algunos casos, acudir a terapia individual o familiar puede resultar de ayuda para mejorar la relación

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Madre e hija discutiendo (Shutterstock
Madre e hija discutiendo (Shutterstock España)

La familia es la primera red con la que nos relacionamos al llegar al mundo y así conforma buen aparte de nuestra personalidad, valores, pensamientos e ideas. Sin embargo, también puede ser causante de algunos traumas, pues no todos los núcleos familiares brindan apoyo, amor y crecimiento. Aunque esto sería lo ideal, en algunas casos estas dinámicas se vuelven tóxicas y afectan nuestro bienestar emocional.

Los psicólogos del Instituto Carl Rogers de Mallorca explican que identificar señales de comportamiento tóxico en un familiar, desde nuestro padre hasta nuestra hermana, es el primer paso para establecer límites saludables, así como buscar redes de apoyo y proteger nuestra salud mental. En algunos casos, acudir a una terapia familiar o individual puede resultar muy útil.

Comunicación no asertiva

Un familiar tóxico tiende a comunicarse de manera agresiva, pasiva o incluso pasivo-agresiva. En lugar de expresar sus pensamientos y sentimientos de forma directa y respetuosa, recurren a gritos, insultos o comentarios sarcásticos para imponer su punto de vista. Estas actitudes pueden dejarte sintiéndote menospreciado o invalidado, creando una atmósfera de tensión constante.

Por ejemplo, en vez de dialogar sobre una preocupación, un familiar tóxico podría recurrir al silencio prolongado o hacer comentarios indirectos para mostrar su descontento. Estas formas de comunicación no solo dificultan la resolución de conflictos, sino que también generan un ambiente poco seguro para expresar emociones genuinas. La falta de asertividad, que implica una comunicación respetuosa y honesta, termina alimentando un ciclo de incomunicación y resentimiento. Si notas que hablar con ese familiar siempre te deja confundido, culpable o emocionalmente agotado, es posible que la comunicación en esa relación sea tóxica.

Falta de apoyo emocional

Otra señal clara de un familiar tóxico es la falta de apoyo emocional, según el Instituto Carl Rogers. En una relación familiar saludable, las personas se apoyan mutuamente en momentos difíciles y celebran los logros del otro. Sin embargo, un familiar tóxico carece de empatía y no ofrece el apoyo necesario cuando más lo necesitas. Puede que minimicen tus problemas, te critiquen cuando compartes tus emociones o incluso te hagan sentir culpable por atravesar una dificultad.

Por ejemplo, si compartes que estás pasando por un momento difícil en tu trabajo, en lugar de ofrecer consuelo o palabras de aliento, pueden responder con frases como: “Eso no es nada, a mí me ha pasado cosas peores” o “siempre te estás quejando”. Esta actitud invalida tus emociones y crea un sentimiento de soledad.

Dinámicas de poder desequilibradas

Las dinámicas de poder desequilibradas son comunes en relaciones tóxicas. En lugar de tratar a los miembros de la familia como iguales, el familiar tóxico intenta ejercer control o superioridad sobre los demás. Esto puede manifestarse en actitudes autoritarias, menosprecio de las opiniones ajenas o decisiones que se toman unilateralmente sin considerar a los demás.

Por ejemplo, puede intentar imponerte cómo debes actuar, qué decisiones tomar o cómo vivir tu vida, sin respetar tu autonomía. Esta dinámica suele ser especialmente evidente en relaciones padre-hijo o entre hermanos mayores y menores, donde uno de los miembros asume un rol dominante y el otro es obligado a someterse.

Manipulación y control

La manipulación y el control son comportamientos tóxicos característicos de un familiar que no respeta tus límites ni tu autonomía, aclaran los expertos. Los familiares tóxicos pueden usar la manipulación emocional para lograr que actúes como ellos quieren, aprovechándose de tus miedos, sentimientos de culpa o vulnerabilidades.

Por ejemplo, pueden hacerte sentir culpable si no cumples con sus expectativas, usando frases como: “Si realmente me quisieras, harías esto por mí” o “después de todo lo que he hecho por ti, me lo debes”. Este tipo de manipulación afecta tu capacidad de tomar decisiones libremente, ya que te sientes forzado a actuar para evitar conflictos o perder su aprobación. Además, el control puede manifestarse a través de vigilancia constante, críticas excesivas o intentos por aislarte de otras personas importantes en tu vida.

Falta de límites

La ausencia de límites claros es una señal importante de que un familiar puede ser tóxico. Los límites son esenciales en cualquier relación sana, ya que definen lo que es aceptable y lo que no lo es. Un familiar tóxico suele ignorar o traspasar tus límites de manera constante, ya sea física, emocional o mentalmente.

Por ejemplo, pueden invadir tu espacio personal sin pedir permiso, hacer preguntas demasiado íntimas o presionarte para que compartas información que no deseas revelar. Además, pueden desestimar tus intentos de establecer límites, acusándote de ser egoísta o distante cuando intentas proteger tu bienestar. Esta falta de respeto hacia tus límites puede provocar estrés, ansiedad y sentimientos de vulnerabilidad, ya que sientes que no tienes control sobre tu propia vida.

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