El asma, una enfermedad inflamatoria crónica que provoca el estrechamiento de las vías respiratorias, es un problema de salud pública que afecta tanto a niños como a adultos. Según datos del portal de sanidad de Castilla y León, esta patología afecta a 2,5 millones de personas en España.
Por su parte, el asma alérgica es una variante de la enfermedad que se agrava o desencadena por la exposición a algunos alérgenos. Estos factores pueden intensificar los síntomas y provocar crisis en pacientes sensibilizados. Asma y alergia suelen estar vinculadas. De este modo, se estima que el 90% de los niños y el 60% de los adultos con asma también padecen algún tipo de alergia. Las causas y desencadenantes comunes del asma alérgica son la caspa de animales, los ácaros del polvo, los insectos, el polen y el moho. Debido a que los síntomas de alergias y asma varían con el tiempo, lo más probable es que los pacientes tengan que pasar por distintos tratamientos a lo largo de su vida.
Cómo saber si tienes asma
Los síntomas del asma pueden variar entre una persona y otra. Algunas personas experimentan ataques de asma esporádicos, mientras que otras presentan síntomas en situaciones específicas, como al hacer ejercicio. En los casos más severos, los síntomas pueden estar presentes de manera continua.
Entre los signos más habituales del asma se encuentran la falta de aire, la sensación de dolor u opresión en el pecho y las sibilancias al exhalar, un síntoma frecuente especialmente en niños. Otros síntomas incluyen dificultades para dormir debido a la falta de aire, tos o sibilancias, así como un agravamiento de estos síntomas en presencia de infecciones respiratorias, como el resfriado o la gripe.
El empeoramiento del asma suele manifestarse con un aumento en la frecuencia e intensidad de los síntomas. Esto puede incluir una mayor dificultad para respirar, que puede medirse mediante un medidor de flujo espiratorio, y un uso más frecuente del inhalador de alivio rápido. Estos signos son indicativos de la necesidad de ajustar el tratamiento para controlar la enfermedad.
Cómo tratar el asma si tienes alergia
Tal y como indica el portal especializado en medicina Mayo Clinic, mayoría de los tratamientos están diseñados para tratar el asma o la rinitis alérgica. Pero hay algunos tratamientos que ayudan a tratar el asma y la alergia de forma simultánea.
Por un lado, los modificadores de leucotrienos, administrados en forma de píldora diaria, ayuda a controlar las sustancias químicas liberadas durante una reacción alérgica. Los modificadores de leucotrienos, como el montelukast (comercializado como Singulair), son eficaces para aliviar tanto los síntomas del asma como los de la rinitis alérgica. De igual modo, las vacunas antialérgicas (inmunoterapia) buscan reducir gradualmente la sensibilidad del sistema inmunitario frente a ciertos alérgenos. Este tratamiento consiste en inyecciones regulares de pequeñas cantidades de los alérgenos responsables de los síntomas. Con el tiempo, el organismo desarrolla tolerancia, disminuyendo tanto las reacciones alérgicas como los síntomas del asma. Por lo general, este proceso requiere un período prolongado de administración.
En casos más graves de asma alérgica, el sistema inmunitario produce anticuerpos conocidos como IgE que desencadenan reacciones alérgicas al detectar ciertas sustancias, aquí entra en juego el tratamiento con antiinmunoglobulina E (IgE). El medicamento omalizumab (Xolair) bloquea la acción de la IgE, evitando que el organismo libere histamina y otras sustancias químicas responsables de los síntomas. Este tratamiento también puede beneficiar a quienes padecen rinitis alérgica.