Estos son los seis defectos más comunes en los vehículos durante el invierno: cómo evitarlos

Con la llegada del invierno y las fiestas navideñas, millones de personas emprenden desplazamientos por carretera para reunirse con sus seres queridos. Este periodo del año, caracterizado por un aumento significativo de la movilidad vial, también registra un incremento de siniestros en las carreteras debido a las adversas condiciones meteorológicas y al mayor número de trayectos nocturnos.

La Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) advierte que las bajas temperaturas pueden afectar el funcionamiento de diversos sistemas del vehículo, incrementando los riesgos de incidentes en la vía. Con el objetivo de concienciar sobre la importancia del mantenimiento preventivo, la entidad ha identificado los seis defectos más comunes en los vehículos durante los meses de invierno y ofrece recomendaciones para evitarlos.

La exposición prolongada al frío puede provocar la formación de hielo en el parabrisas, dificultando la visibilidad del conductor. Para evitar daños al cristal, AECA-ITV recomienda no aplicar agua caliente, ya que el cambio brusco de temperatura puede romperlo. En su lugar, se sugiere usar alcohol puro, que ayuda a derretir el hielo gracias a su bajo punto de congelación. Además, es aconsejable levantar los limpiaparabrisas cuando el vehículo está estacionado a la intemperie para evitar que las gomas se adhieran al vidrio y se deterioren.

Las heladas y la nieve pueden afectar seriamente los neumáticos. Es fundamental comprobar la presión regularmente y asegurarse de que la profundidad del dibujo de la banda de rodadura sea superior a tres milímetros. Asimismo, se debe verificar que la goma no presente cortes ni deformaciones, ya que estos defectos pueden comprometer la adherencia en condiciones invernales.

Los amortiguadores en mal estado son especialmente peligrosos durante el invierno, ya que aumentan el riesgo de deslizamientos, aquaplaning y un desgaste desigual de los neumáticos. Una revisión periódica del sistema de suspensión puede prevenir estos problemas y garantizar una mayor estabilidad en la conducción.

A temperaturas inferiores a cero grados, el agua condensada en el sistema de frenos puede congelarse, causando un sonido rechinante al arrancar el vehículo. No obstante, este fenómeno suele desaparecer a medida que los frenos se calientan y el hielo se derrite. Es recomendable verificar el estado de las pastillas y los discos para asegurar un funcionamiento óptimo.

La viscosidad del aceite del motor juega un papel crucial en climas fríos. Los aceites de tipo 20W tienden a volverse más densos a temperaturas inferiores a -10ºC, lo que puede afectar el rendimiento del motor. Para evitarlo, se recomienda usar aceites de tipo 10W, que mantienen sus propiedades incluso en condiciones de frío extremo.

Las baterías pierden, aproximadamente, la mitad de su potencia cuando se exponen a temperaturas inferiores a -10ºC, lo que puede dificultar el arranque del vehículo. En los automóviles eléctricos, el frío también afecta la autonomía de la batería. Por ello, es esencial revisar este componente y considerar su reemplazo si muestra signos de debilidad.

AECA-ITV subraya que mantener la Inspección Técnica de Vehículos al día es crucial antes de emprender trayectos largos. La ITV garantiza que el vehículo cumple con los estándares de seguridad vial y protección medioambiental, reduciendo el riesgo de fallos mecánicos y accidentes en la carretera.