El cáncer es una de las enfermedades que más vidas se cobra cada año a nivel global. Su rareza y la falta de una cura definitiva hacen que sea complicado superar la enfermedad, pero no imposible. Los avances cada vez son mejores con más tecnologías y nuevos fármacos, aunque todavía insuficientes para encontrar el remedio que le ponga punto y final. Por otro lado, también se encuentra el problema de la detección tardía, que complica mucho el tratamiento por ese avance de las células corrompidas y metástasis por el organismo. Este ha sido el caso de Bernie, una mujer de 52 años que ha perdido la vida tras serle detectado demasiado tarde.
Lo curioso de esta historia es que la mujer había estado bajo cuidados médicos de sus mamas por prevención y síntomas relacionados con el cáncer. La mujer tenía dolores en uno de sus pechos, por lo que intuía que algo iba mal y decidió acudir a los expertos. En las pruebas rutinarias de detección, todo salía en orden, ninguna anomalía se había avistado y no se percibían bultos algunos. Por esa razón, los médicos descartaron la enfermedad, pero de forma errónea: meses después acabó por ser el verdugo de su muerte, como publica el medio británico de Express.
Una variante rara y agresiva que se pasa a menudo por alto
Tras esos procesos clínicos, la mujer estuvo seis meses con los dolores y con sus malos presagios, que se acabarían por confirmar posteriormente: la diagnosticaron cáncer de mama inflamatorio, de carácter raro y muy agresivo. Al ser descubierto tan tarde, la enfermedad se encontraba en un estado avanzado, donde todo se complicaba todavía más. Observar este tipo de patología no es fácil, ya que es un diagnóstico que muchas veces pasa por alto o se hace de forma errónea porque las pruebas no son eficaces.
Durante ese periodo de medio año, la mujer experimentó un empeoramiento de sus mamas, que se inflamaron y subieron en su grado de malestar. Fruto de ello, la mujer llamó a su médico que le atendió vía telefónica y la recetó antibióticos, ya que pensaba que era una mastitis. Además, los resultados de su mamografía fueron positivos, por lo que los médicos descartaban el cáncer mamario.
Sin embargo, tras someterse a más pruebas en otra clínica, el experto oncológico de esta última empieza a sospechar. Tras someterse a estudios, el médico confirmó que la mujer tenía cáncer de mama inflamatorio en estado 4. Poco tiempo después ingresó en el hospital con las células rebeldes expandidas por su cerebro, por lo que terminó por fallecer fruto del estado avanzado de su cáncer.
La familia divulga los síntomas para ayudar a otras personas
Tras su fallecimiento, la familia ahora divulga los síntomas de su allegada para intentar ayudar a otras personas a detectar de forma precoz la enfermedad. Uno de los mayores problemas con las afecciones de salud es que se detectan demasiado tarde, ya sea por lentitud de diagnóstico o por no acudir al médico cuando toca. Por ello, buscan expandir que sentía su familiar para que aquellas personas con similares síntomas acudan al hospital y se hagan las pruebas pertinentes.