Cuando un hombre que regresaba a su domicilio de Grigny -departamento de Essonne, en Francia- oyó un grito desgarrador, en mitad de la noche, proveniente del interior de una furgoneta, lo primero que pensó fue que una mujer se encontraba encerrada y secuestrada en el interior del vehículo. Ante tal chillido, el hombre, alertado, llamó a los servicios de emergencia, que desplazó un equipo de la comisaría de Juvisy-sur-Orge. Los agentes franceses forzaron la puerta y lo que se encontraron distaba mucho de la idea preconcebida que tenían después de la llamada de socorro del viandante: no hallaron una mujer maniatada, sino tres cabras bebés atadas por las patas.
Estresadas y asustadas
Las condiciones en las que se localizaron a dichos animales eran deplorables. A las cuerdas que ataban sus patas imposibilitando la libertad de movimiento, las cabras bebés tenían a su alrededor bicicletas, neumáticos y objetos de todo tipo. Además, la falta de agua en el interior del vehículo evidenció el desinterés por mantener con vida a las cabras por parte del individuo o grupo de individuos que dejaron allí encerrados a los animales domésticos.
Las autoridades policiales fueron las encargadas de retirar, con cuidado, a las cabras del interior de la furgoneta y, también, fueron quienes avisaron a los bomberos, cuerpo que prestó a las cabras primeros auxilios. Los servicios de emergencia que las trataron observaron que las cabras estaban “estresadas y asustadas”.
La Acción Protectora de Animales (APA) explicó que las cabras “estaban deshidratadas y en estado de shock. Cuando una cabra está extremadamente estresada, suelta un grito muy particular que, en realidad, puede atribuirse a un ser humano”, dijo Anne-Claire Chauvancy, presidenta de la citada asociación.
Después de ser rescatadas de aquella situación terrorífica, los animales fueron llevados a un veterinario donde permanecieron tres días en observación, hasta que fueron trasladadas a las instalaciones adaptadas de la Fundación Brigitte Bardot (fundación francesa dedicada a la protección de los animales).
Auge de sacrificios clandestinos
La Acción Protectora de Animales destacó en su perfil de Instagram la vida digna que les esperará a las cabras. “Ahora descubrirán pasto verde, refugios bien cubiertos y una vida sin temor a que algún día los maten. Sin la intervención de este buen samaritano, no hay duda de que habrían corrido un desastroso destino en una larga agonía”, subrayó la asociación sin ánimo de lucro en su perfil de redes sociales.
La policía gala está llevando a cabo una investigación para averiguar quién o quiénes dejaron a los animales en un estado crítico dentro de la furgoneta. Pero, la presidenta de APA atribuyó el cautiverio de animales en vehículos a sacrificios en ambientes culturales.
“A menudo, se trata de animales comprados o, a veces, robados a los criadores, que son sacrificados clandestinamente durante fiestas. Casi sistemáticamente, los animales son encerrados en el interior del vehículo, hasta el día del suceso”, describió la directiva de APA. Asimismo, afirmó que “lamentablemente, intervenimos cada vez más en este tipo de situaciones. Este año ya hemos tenido que salvar cerdos varias veces. También, en el caso de las ovejas, los rescates son muy frecuentes”, dijo Anne-Claire Chauvancy.