Las puertas que separan el interior de un domicilio del exterior o de las zonas comunes de un portal son la única defensa frente a amigos de lo ajeno. El avance de la tecnología ha facilitado el progreso en multitud de campos y la seguridad de las viviendas también es uno de ellos. Por este motivo, cada vez se fabrican puertas con mejores materiales y a prueba de ladrones; pero, estos últimos, como es lógico, actualizan sus procedimientos para no quedarse atrás, poder derribar las puertas y arrasar con todos los objetos de valor que hay en el interior de los domicilios.
Inyección de ácido nítrico
Una de las nuevas técnicas que se han puesto de moda entre los ladrones domésticos consiste en la inyección en la cerradura de una jeringa, que contiene sustancias químicas muy potentes a base de ácido nítrico. Como si fuesen enfermeros vacunando a sus pacientes, los criminales utilizan este líquido capaz de disolver los engranajes de la puerta y, después de un lapso de entre diez y 15 minutos, con un solo destornillador, extraen el bombín de la cerradura y la puerta se abre de par en par.
La principal ventaja al usar este flamante método, muy popular en Italia, es que no genera ningún ruido, lo que permite a los ladrones ejecutar el robo sin que los vecinos se den cuenta. No obstante, al incorporar materiales tóxicos, los delincuentes pueden verse obligados a portar máscaras protectoras o a alejarse de la puerta, mientras el ácido nítrico actúa.
Medidas para evitar este tipo de robos
Vincenzo Belzaino, experto de seguridad de NewBlind, sugirió una recomendación para hacer frente a ladrones que utilizan el ácido nítrico en su modus operandi. Según Belzaino, un buen sistema de seguridad combina un bombín europeo de buena calidad con un protector magnético externo, también antiácido, que cierra la ranura de la llave.
“Si tuviera que dar un consejo, preferiría una cerradura que combine el sistema mecánico con el electrónico: después de girar la llave, las dos varillas se bloquean con la aplicación específica. De esta forma, aunque los ladrones logren extraer el bombín, no podrán abrirlo porque los cerrojos permanecen activos, los cuales solo pueden ser desbloqueados por el sistema electrónico. En general, esta cerradura, incluida su instalación, cuesta unos 600 euros”, afirmó el experto de seguridad.
Asimismo, estos dispositivos, también denominados defensores, son cubiertas metálicas que se aplican en la cerradura. Con este novedoso sistema de seguridad, al colocar la llave magnética en el defensor, la parte móvil del defensor se moverá y permitirá introducir la llave en la ranura, pudiendo acceder al interior de la vivienda.
La técnica del ácido nítrico es una muestra más de la relevancia de nuestra seguridad y de nuestros bienes, especialmente en épocas de vacaciones, cuando las viviendas se quedan vacías. Vincenzo Belzaino concluye que “a veces, la gente piensa que no les puede pasar a ellos porque no tienen nada de valor en casa. Pero, no se trata de eso, sino de que los ladrones hacen daño, incluso cuando no se llevan nada, sin considerar el malestar de saber que desconocidos han entrado en casa y han hurgado en nuestras cosas”, ultimó Belzaino.