Un mal tratamiento médico ha supuesto la muerte de un hombre en la provincia de Arezzo, ubicada en la Toscana de Italia, según ha informado el medio Corriere Fiorentino. El médico prescribió a su paciente un medicamento de manera inadecuada y lo mantuvo con esa pauta durante un año. Las consecuencias del mal tratamiento del hombre ha tenido consecuencias fatales y ahora, la justicia ha respondido.
Según ha contado Corrierre Fiorentino, el paciente acudió a su dermatólogo en 2014 para tratar una fuerte dermatitis que lo atormentaba. Tras una serie de pruebas y análisis, el especialista dio con la cura a su afección: le recetó metotrexato, un medicamento quimioterápico utilizado también contra la psoriasis y la dermatitis.
Un medicamento peligroso
El metotrexato requiere una administración cuidadosa mediante inyecciones intramusculares, intravenosas, subcutáneas o intratecales. Debe tomarse con cuidado, siempre en bajas dosis y bajo estricta vigilancia y observación, pues es un fármaco muy potente. Son necesarios continuos análisis de sangre y otros exámenes para monitorear sus efectos y poder retirarlo si se nota algún efecto indeseado, como pueden ser dolores en las articulaciones, pérdida de cabello o, en los casos más graves, pérdida de la conciencia, vómitos y convulsiones. Con estas medidas, el hombre experimentó una considerable mejora y su dermatólogo suspendió el tratamiento en 2017.
Poco después, sin embargo, el señor tuvo una recaída y empezó a experimentar los mismos síntomas. Decidió acudir esta vez a su médico de cabecera quien, al explicarle la situación, le recetó de nuevo metotrexato. El sanitario, sin embargo, no realizó los controles necesarios y le trató, además, con dosis consideradas muy peligrosas durante un año. Esto incumplió los protocolos médicos estándar para el manejo seguro de dicho medicamento.
El 26 de septiembre de 2018, el hombre llegó al hospital de Bibbiena en estado grave de astenia e hiporreflexia, con una hemorragia tan grave que provocó una “pancitopenia”, es decir, una disminución de todos los niveles de células sanguíneas. Pasó cuatro días ingresado pero, por desgracia, los médicos no pudieron hacer nada por salvarle.
El médico de cabecera, culpable de la muerte
El caso ha llegado a los tribunales italianos, que han determinado que el médico de atención primaria es responsable de la muerte del paciente. El informe médico-legal, ordenado por el Tribunal de Arezzo, señalaron al médico de atención primaria como el culpable de una negligencia grave. Según estableció la sentencia del tribunal de Arezzo, “el médico de cabecera cometió un error no tanto en la prescripción del medicamento (ya utilizado durante mucho tiempo por su paciente), sino en la dosificación”. Los magistrados han hecho hincapié en que el médico no consultó al dermatólogo ni realizó los controles pertinentes durante el tratamiento.
Debido a que el fallecido no contaba con pareja ni hijos, el tribunal ha ordenado indemnizar a su hermana por los daños y los costos legales asociados. La indemnización ha sido establecida en 100.000 euros como compensación para la única familiar del fallecido. Este caso reabre el debate sobre la importancia de seguir protocolos médicos adecuados y la responsabilidad en la atención sanitaria.