Los problemas de salud mental son cada vez más comunes entre el alumnado de los centros educativos de España. Según el estudio Diagnóstico de la salud mental en las aulas, que recoge los testimonios de 6.221 profesores, padres y enfermeras escolares, el 85,3% de las especialistas sanitarias afirma que tiene alumnos con algún diagnóstico. Los más habituales son el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), la ansiedad y las autolesiones.
Ante esa situación, el 95,5% de los docentes considera necesario que algún profesional sanitario —como la enfermera o el enfermero escolar— trate la salud de forma regular e integral (física y mental) en el propio centro educativo.
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Sin embargo, la atención de los problemas mentales de los alumnos es un área todavía muy poco explorada y que algunos países no consideran importante. Lo demuestra un caso que acaba de ocurrir en Italia, donde el mal rendimiento de una alumna en cuatro asignaturas debido a sus problemas de ansiedad llevó a su escuela de Milán a obligarla a repetir curso.
Los padres denunciaron ante los tribunales, pero los jueces han dicho que no hay nada que hacer. Según ellos, debe estudiar y la ansiedad no es ‘excusa’ para unas calificaciones bajas.
Con este argumento, el Tribunal Administrativo Regional de Lombardía ha rechazado el recurso de los padres de una estudiante de un centro educativo de Milán. A pesar de la delicada situación personal de la joven, diagnosticada durante el curso con un trastorno de ansiedad, los jueces confirmaron la legitimidad de la decisión, subrayando que su finalidad es “educativa y no punitiva”, informa el medio local Open.
“Un brillante expediente”
El caso gira en torno al primer año de bachillerato de la estudiante, un período que comenzó bien, pero que se deterioró con dificultades en cuatro materias: griego, ciencias, inglés y matemáticas. Según los padres, el “brillante expediente académico” de su hija se vio bruscamente interrumpido por la ansiedad que sufría, lo que llevó al instituto a implementar un Plan de Estudio Personalizado en abril de 2023, un documento diseñado para adaptar la enseñanza a las necesidades de los alumnos con dificultades.
Al finalizar el curso, los profesores evaluaron las cuatro asignaturas problemáticas, otorgando inicialmente el aprobado en griego y suspendiendo a la alumna en las otras tres. Sin embargo, tras los exámenes de recuperación, no hubo progresos suficientes en el desempeño de la estudiante. Esto condujo a la decisión de no promoverla al curso siguiente. Los padres impugnaron la decisión, argumentando que el reconocimiento tardío de la ansiedad y la elaboración del PEP ya avanzada la segunda mitad del año dificultaron que su hija afrontara adecuadamente los exámenes de recuperación.
“La no promoción de la estudiante, aunque pueda percibirse como una medida punitiva, no tiene carácter sancionador, sino educativo y formativo”, respondieron los jueces al recurso. La intención de la repetición, explicaron, es permitir que la alumna supere sus deficiencias y evite comprometer su futuro académico. El tribunal añadió que las posibles carencias organizativas no pueden invalidar la evaluación objetiva de las competencias adquiridas.