El portalentillas es ese objeto de nuestra rutina que pasa totalmente inadvertido y al que sólo prestamos atención dos veces al día: cuando nos ponemos las lentes de contacto y cuando nos las quitamos. Es por ello, que quizás no le damos los cuidados que merece y que tan importantes son para nuestra salud ocular. Tal y como ha explicado el óptico-optometrista, conocido en redes como @enfoquevisual_byalberto, en un vídeo que ha compartido en TikTok, la forma en que tratamos este artículo es crucial para evitar infecciones graves que pueden poner en jaque nuestra visión.
Por qué no debes utilizar agua
“¿Sabes que el portalentillas no se lava? Lo tienes que tirar”, arranca el experto. “El agua del grifo contiene un montón de microorganismos que la hacen completamente incompatible con tus portalentillas, ya que, corres el riesgo de una grave infección”, añade. Podemos pensar —erróneamente— que el agua, al ser natural, será el mejor producto para lavar este estuche, pero nos equivocamos. Contiene bacterias, hongos y protozoos que pueden contaminar tanto la funda como las lentes de contacto, lo que incrementa el riesgo de infestación.
Un ejemplo común es Acanthamoeba, un parásito que puede estar presente en el agua del grifo y que, al entrar en contacto con los ojos a través de las lentillas, puede causar una infección ocular severa llamada queratitis amebiana, que puede llegar a ser muy complicada de tratar y, en casos extremos, provocar la pérdida de visión.
El agua no sólo contiene microorganismos, sino que, además, carece de los elementos necesarios para mantener un ambiente limpio y seguro para las lentillas. No tiene las propiedades antimicrobianas de las soluciones de limpieza específicas que están formuladas para eliminar residuos, proteínas y bacterias sin dañar las lentas ni los ojos.
@enfoquevisual_byalberto Sabes que el portalentillas no se lava? 🚰 #lentillas #lentesdecontacto #aprendecontiktok #curiosidades ♬ Lotus Stem - Drip Factor
Cómo hay que limpiar los portalentillas
“Si aún así cada cierto tiempo quieres hacer una pequeña limpieza, tienes que aprovechar cuando lleves las lentillas puestas a tirar el líquido que había dentro, echarle de nuevo líquido de lentillas o suero fisiológico, aclararlo y cerrarlo”, explica el óptico-optometrista. Eso sí, antes de manipular el lentillero, asegúrate de lavarte bien las manos con agua y jabón para evitar que cualquier bacteria o suciedad se transfiera a las lentes o al estuche.
Es vital que no se utilice el mismo líquido de un día para otro porque puede promover la proliferación de bacterias. Se debería limpiar este artículo a diario para que no se acumulen los residuos ni las bacterias. Una vez que el estuche esté reluciente, colócalo boca abajo sobre una toalla limpia o en una superficie desinfectada para que se seque al aire. Evita cerrarlo inmediatamente después de la limpieza, puesto que puede atrapar humedad y crear un ambiente propenso al crecimiento de bacterias.
“Cada dos o tres meses tirar el lentillero a la basura, conforme vayas renovando tu líquido”, comenta el profesional a sus casi 20.000 seguidores. Con el tiempo, puede acumular bacterias y residuos que no se eliminan completamente con la limpieza. De esta manera, ayudarás a prevenir infecciones oculares.