Cómo evitar que tus hijos generen adicción a las pantallas

El informe del comité de expertos encargado por el Gobierno recomiendan no haya ningún tipo de interacción con los móviles hasta los seis años, así como vigilar el uso que hagan hasta los 16 años

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Dos personas usan el teléfono
Dos personas usan el teléfono móvil, a 1 de febrero de 2024, en Barcelona. (David Zorrakino / Europa Press)

Que no haya ningún tipo de interacción con los móviles hasta los seis años, proporcionar teléfonos analógicos y sin acceso a Internet hasta los 16 años y limitar el uso que hacen los adultos de estos dispositivos frente a los niños son algunas de las recomendaciones que incluye el informe del comité de 50 expertos para abordar la exposición de los menores a los móviles encargado por el Ministerio de Juventud e Infancia. El objetivo está claro: que los menores se desenganchen de las pantallas frente a las que pasan horas y horas, evitar el acceso a contenido que pueda perturbar su desarrollo normal durante la adolescencia y prevenir las adicciones.

Los niños, niñas y adolescentes pueden pasar horas haciendo scroll, un hábito que en sí mismo es dañino porque no destinan ese tiempo a otro tipo de actividades, pero que esconde mucho más. Detrás de la pantalla hay todo tipo de contenido que puede dañar su salud. El ejemplo más claro es el de la pornografía. El informe destaca que “es casi en su totalidad violenta, misógina y representa a las mujeres como objetos sexuales, las escenifica como sumisas y normaliza y hasta erotiza la violencia hacia ellas (palizas, estrangulamiento, violaciones, etc.)”, algo que conlleva graves consecuencias porque genera importantes desórdenes en la concepción de las relaciones sexuales y el papel de la mujer, especialmente a edades muy tempranas, cuando la personalidad no está desarrollada.

La pornografía es solo a punta de iceberg, ya que es uno de los debates más extendidos. Pero, las plataformas y redes sociales también pueden ser utilizadas por delincuentes para engañar e incitar a los menores a grabar imágenes y vídeos de carácter sexual (grooming) y, también puede coaccionarles a ellos y sus familias (sextorsión). El acoso escolar también campa en las redes, en lo que se conoce como ciberacoso o ciberbullying. En materia de salud mental, el informe pone el foco en que “en las redes sociales se normaliza el fácil acceso a información dañina, contenidos sobre suicidio y autolesiones e imágenes violentas”; también exponen que “los sentimientos de ansiedad y depresión han aumentado hasta un 70% en adolescentes en los últimos 25 años, junto a un descenso en la edad de aparición de problemas emocionales, coincidiendo entre otras causas con el auge de las redes sociales”.

Prevenir desde el nacimiento

Las casi 250 páginas del informe incluyen otros muchos de problemas relacionados con estos dispositivos junto a las 107 medidas de protección que proponen. Una de las principales vías en este sentido es la prevención, por ello recomiendan proteger a los menores de la exposición al entorno digital desde sus primeras etapas de vida y hasta que alcancen la autonomía suficiente que les permita realizar un uso seguro y responsable. Sus recomendaciones son:

  • No exponer a los niños y niñas de 0 a 3 años a los dispositivos digitales.
  • Desaconsejar el uso de dispositivos digitales de los 3 a los 6 años. Como excepción, en caso de necesidad y de forma puntual y bajo la supervisión de un adulto, se puede permitir, con el objetivo de mantener un contacto social, familiar o cuando se determine por resolución judicial.
  • Entre los 6 y los 12 años, que se limite el uso de los dispositivos con acceso a Internet y se prioricen las actividades vivenciales, deportivas, en contacto con la naturaleza y el entorno físico y presencial. Si se decide que se utilice un dispositivo, que sea bajo la supervisión de un adulto y para acceder puntualmente y con límites prefijados únicamente a contenidos adaptados a sus edades y capacidad.
  • Desde los 12 años y hasta los 16 años, si se decide permitir el acceso a dispositivos digitales, y como medidas de protección para los menores es esencial instalar herramientas de control parental que permitan, con los límites que esta tecnología tiene, evitar el acceso a contenidos inadecuados y gestionar el tiempo de exposición a través de los contratos familiares de uso de dispositivos.

Cómo evitar la adicción a las pantallas

El Instituto superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios apunta en un artículo una serie de consejos para los padres:

  • Establecer normas en el uso de la tecnología a través de reglas que el menor comprenda e incorpore.
  • Concienciar a los niños respecto al uso de las pantallas. Los padres progenitores puede hablar con los niños del riesgo a la adicción a las pantallas y la importancia de evitarla.
  • Supervisar el uso que hacen de esta tecnología, de forma que puedan advertir de forma rápida si el menor accede a contenido inadecuado para su edad o que pueda resultar dañino.
  • Dar buen ejemplo a los niños dedicando tiempo y atención a los hijos sin pantallas de por medio.
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