Vender un coche al desguace puede ser una alternativa viable para aquellos vehículos que han llegado al final de su vida útil. Los desguaces, también conocidos como chatarrerías, desempeñan un papel crucial en la gestión ambiental y la industria automotriz, asegurando que los vehículos sean desmantelados y reciclados de manera responsable. Este proceso no solo reduce la cantidad de residuos, sino que también disminuye la demanda de recursos naturales.
El proceso de desguace de un vehículo comienza con la recepción del coche, que puede estar dañado de manera irreparable o ser económicamente inviable de reparar. En estos casos, venderlo a un desguace puede ser la opción más económica. Además, ofrece una ganancia inmediata, aunque modesta, que puede ser útil para quienes necesitan liquidez en efectivo. También permite un ahorro en gastos relacionados con el mantenimiento, seguro e impuestos de circulación.
Una vez recibido el vehículo, los desguaces se encargan de la descontaminación, donde se extraen líquidos peligrosos como el aceite y el refrigerante, así como baterías y otros componentes tóxicos. Posteriormente, el vehículo se desmonta pieza por pieza, separando las partes que pueden ser reutilizadas o remanufacturadas para ser vendidas como repuestos.
Los desguaces suelen encargarse de toda la documentación necesaria para dar de baja el vehículo en los registros oficiales, lo que facilita el proceso para el propietario. Además, muchos ofrecen el servicio de recogida del coche, ahorrando tiempo y esfuerzo al vendedor. La venta de piezas reutilizables no solo contribuye al mercado de segunda mano, sino que también es beneficiosa para el medio ambiente al reducir la necesidad de producir nuevos materiales.
El coche entero o por piezas
La compra de coches en desguaces depende de múltiples factores, comenzando por el estado y la marca del vehículo. Los modelos en buenas condiciones y de marcas populares suelen alcanzar precios más altos. Asimismo, influye la demanda de piezas específicas o de ciertos modelos, además de la disponibilidad de repuestos en el mercado. La antigüedad, el kilometraje y la presencia de piezas valiosas también son determinantes, junto con la ubicación geográfica del desguace, pues los precios pueden variar según la comunidad autónoma.
El blog CompramostuCoche.net añade que los desguaces que compran coches no adquieren todo tipo de vehículos, ya que estos espacios pueden especializarse en ciertas marcas o modelos de coches, mientras que otros prefieren comprar coches que tengan toda la documentación en regla, incluyendo el título de propiedad.
Debido al bajo valor habitual de estos vehículos, hay desguaces que optan por comprar únicamente las piezas recuperables. Sin embargo, vender un coche por piezas puede no ser rentable si el estado del automóvil permite una venta completa.
Según explica Compramos tu Coche, los precios orientativos en desguaces parten de entre 30 y 50 euros, llegando hasta 200 euros para coches en condiciones deterioradas, antiguos o siniestros con pocas piezas aprovechables. En el caso de vehículos de menos de diez años, en buen estado y con piezas demandadas, el precio se eleva entre 200 y 500 euros. En los coches de alta gama o de modelos nuevos, el valor puede oscilar entre 500 y 2.000 euros, especialmente si las piezas tienen un alto costo en el mercado.
Es importante recordar que, antes de tomar la decisión de vender un coche al desguace, se deben evaluar otras opciones, como la venta privada o el intercambio. También es recomendable utilizar un tasador para determinar el valor del vehículo. Sin embargo, en situaciones donde el coche ya no es funcional, el desguace puede ser la opción más práctica y responsable.