La historia de la casa de Mi Pobre Angelito: sus dueños y la venta millonaria

El inmueble ubicado en Illinois, célebre por su papel en el clásico navideño, sigue despertando interés entre coleccionistas y seguidores de la película

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El inmueble se hizo famoso
El inmueble se hizo famoso tras el estreno de Mi Pobre Angelito en 1990, convirtiéndose en un símbolo de la cultura popular y el cine familiar (21st Century Fox)

El estreno de Mi Pobre Angelito en 1990 consolidó a la película como un clásico de la Navidad y un referente del cine familiar, manteniéndose vigente en la cultura popular más de tres décadas después. El escenario central de la historia, la casa de los McCallister, se transformó en un símbolo del ámbito cinematográfico y en objeto de fascinación para generaciones de espectadores.

Ubicada en el 671 de Lincoln Ave, en Winnetka, Illinois, esta mansión de estilo colonial georgiano cuenta con cinco dormitorios, seis baños y una superficie de 850 metros cuadrados. Además, la casa destaca por su gimnasio en el sótano, bar completo, sala de cine y cancha deportiva cubierta, según reveló People.

La elección de esta propiedad fue determinante para el éxito visual y narrativo de la película. El director Chris Columbus explicó a Entertainment Weekly que buscaban una casa que funcionara tanto para las escenas de engaño de Kevin McCallister como para las secuencias de riesgo, y que además resultara atractiva visualmente.

La mansión de estilo colonial
La mansión de estilo colonial georgiano cuenta con cinco dormitorios, seis baños y lujosas comodidades modernas (21st Century Fox)

Columbus señaló: “Necesitábamos una casa que funcionara para que Kevin engañe a los ladrones, haciéndoles creer que no está solo en casa. La casa necesitaba funcionar en ese sentido, en términos de sombras”. Añadió que el espacio debía ser adecuado para las escenas de riesgo, además de atractivo visualmente: “Si esto tiene sentido, es cálido y amenazante a la vez. Es el tipo de casa en la que, si fueras niño, sería divertido quedarte solo en casa”.

Historia de la casa antes de Mi Pobre Angelito

Previo al estreno, la familia propietaria de la casa era la Abendshien, la cual se entrelazó con el fenómeno cinematográfico desde que John Abendshien y su exesposa, Cynthia Demps, se mudaron a la propiedad en 1989 junto a su hija. Durante la filmación, la familia convivió con el equipo y el creciente interés mediático. Lauren Abendshien hija del matrimonio, relató a This Morning en diciembre de 2020: “Fue muy surrealista cuando se estrenó la película y, de repente, era temporada navideña en 1990 y había una fila interminable de autos y la gente quería ver la casa y tomar fotografías. Eso era muy nuevo para nosotros, pero llegamos a amarlo y compartimos la magia de la película”.

La familia Abendshien vivió en
La familia Abendshien vivió en la casa durante más de 20 años y convivió con el rodaje y la fama repentina tras el éxito de la película (21st Century Fox)

La familia permaneció en la casa durante más de 20 años, hasta que la vendió en 2012 tras la partida de los hijos. En un documental de octubre de 2024, el dueño recordó la experiencia de recorrer el set que recreaba su hogar: “Es una sensación extraña recorrerla y ver las habitaciones de una casa de varios pisos, una al lado de la otra”.

Lauren añadió: “Parecía como si estuvieras paseando por nuestra casa, pero obviamente no. Fue muy extraño, pero a la vez muy original. ¿Cuántas personas pueden decir que pasearon por un decorado de su propia casa?”. Tras la salida de los Abendshien, Tim y Trisha Johnson adquirieron la propiedad, según Mansion Global.

La posterior venta millonaria y las visitas

La casa ha cambiado de manos en varias ocasiones, manteniendo siempre su atractivo tanto para fanáticos como para inversores. Tras la venta de la familia Abendshien en 2012, Tim y Trisha Johnson se convirtieron en los nuevos propietarios. En mayo de 2024, la propiedad volvió a captar la atención del mercado inmobiliario al salir a la venta por USD 5,25 millones, según datos recogidos por People.

Macaulay Culkin consideró comprar la
Macaulay Culkin consideró comprar la casa para convertirla en una atracción para fanáticos (Captura de video)

Durante una proyección de la película, Macaulay Culkin confesó a The New York Times que consideró comprar la casa “solo por diversión”, aunque finalmente descartó la idea por motivos personales: “Tengo hijos. Estoy ocupado”. Culkin explicó que su intención no era residir allí, sino convertirla en una “casa de la risa” para que los fanáticos pudieran recrear escenas del filme.

La operación de venta se concretó en enero de 2025 por USD 5,5 millones, después de quedar pendiente el mes anterior. Las agentes inmobiliarias Dawn McKenna y Katie Moor, de Coldwell Banker Realty, declararon a PEOPLE que la casa “capturó la atención y los corazones de todos debido a su merecido lugar en la historia del cine y los recuerdos navideños atemporales que evoca”.

La casa de Mi Pobre
La casa de Mi Pobre Angelito en Illinois se vendió en enero de 2025 por USD 5,5 millones (21st Century Fox)

El acceso a la casa ha sido históricamente limitado para el público general. Los fanáticos suelen conformarse con observar el exterior desde la calle, ya que la propiedad no está abierta a visitas regulares.

Sin embargo, en diciembre de 2021, tras el estreno de Home Sweet Home Alone, Airbnb ofreció una experiencia única: una estadía de una noche en la casa real, presentada por Devin Ratray, quien interpretó a Buzz McCallister.

Ratray explicó a People: “Estará decorado exactamente como hace 31 años y con sorpresas y trucos. Habrá trampas, pero nada peligroso. Habrá, por supuesto, deliciosos macarrones con queso al microondas y un vaso grande de leche, justo como Kevin intentó cenar hasta que fue interrumpido por los Bandidos Mojados”.

La venta de la casa en 2025 por USD 5,5 millones, según Zillow, marcó un nuevo capítulo en la historia de este ícono cultural, aunque la posibilidad de visitarla sigue siendo una rareza reservada para ocasiones especiales.

A lo largo de los años, la casa de Mi Pobre Angelito ha trascendido su función residencial para convertirse en un emblema del cine y de la nostalgia navideña, manteniendo su lugar en la memoria colectiva de varias generaciones.