Taylor Momsen y el precio de la fama infantil: “Me molestaban sin parar por ser la chica del Grinch”

En el último episodio del pódcast Call Her Daddy, la actriz habló sobre el acoso escolar que sufrió tras protagonizar la película navideña, su experiencia con la fama temprana y el proceso personal que la llevó a encontrar refugio en la música

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Taylor Momsen revela cómo la
Taylor Momsen revela cómo la fama infantil y el acoso escolar marcaron su camino hacia el rock

Convertirse en un ícono de la cultura pop desde la infancia puede parecer un sueño, pero para Taylor Momsen ese camino estuvo marcado por desafíos. Conocida primero como Cindy Lou Who en El Grinch y luego como Jenny Humphrey en Gossip Girl, Momsen relató en el pódcast Call Her Daddy cómo la fama temprana, la presión mediática y las pérdidas personales la empujaron a buscar refugio y autenticidad en el rock.

Nacida en St. Louis, Missouri, Momsen comenzó en la industria a los dos años, inscrita por sus padres en Ford Models. Su primera audición, a los tres años, le permitió protagonizar un anuncio nacional. A los cinco o seis años, interpretó a Cindy Lou Who en El Grinch. Aunque recuerda de forma positiva el rodaje junto a figuras como Jim Carrey y Ron Howard, la exposición pública tuvo consecuencias dolorosas.

En la escuela, sus compañeros la acosaban, llamándola “la chica del Grinch”. “Me molestaban sin parar por eso. Me mudé mucho. Todo eso fue difícil para mí de niña”, confesó Momsen en Call Her Daddy.

Adolescencia, fama y crisis de identidad

La llegada de la adolescencia trajo nuevos retos. Tras mudarse a Maryland, formó una banda de garaje y encontró un grupo de amigos. Sin embargo, la oportunidad de audicionar para Gossip Girl la llevó a Nueva York y la condujo a la fama internacional a los trece años.

La actriz de El Grinch
La actriz de El Grinch y Gossip Girl describe la presión mediática y la crisis de identidad que vivió en su adolescencia

El éxito implicó una presión mediática abrumadora y una crisis de identidad. “De repente, los paparazzi te fotografiaban como un personaje y aparecías en los tabloides como Taylor. Y yo pensaba: ‘Eso no es lo que llevaba puesto. Esa no soy yo. Es un personaje’”, contó. Rodeada de actores adultos y sometida a la invasión de su privacidad, la joven debió madurar a gran velocidad.

La imagen pública de Momsen, calificada como “chica rebelde”, contrastaba con su realidad cotidiana. “Nunca fui una chica rebelde. Trabajaba todo el tiempo; iba al set de Gossip Girl y luego al estudio”, explicó. La música se convirtió en su refugio. A los 14 años, aún grabando la serie, fundó The Pretty Reckless y empezó a trabajar en su primer disco.

Sin embargo, la industria y el público recibieron con escepticismo su paso al rock. “Tratando de ganar credibilidad en un mundo donde es imposible ganarla, viniendo de las circunstancias de las que vengo: A, rock and roll, durísimo; B, una mujer en el rock and roll, durísimo; y luego tres, estrella adolescente... tenía todo en mi contra”, reconoció.

El salto de Taylor Momsen
El salto de Taylor Momsen a la música estuvo lleno de obstáculos, desde contratos restrictivos hasta el escepticismo del público

El salto a la música y los primeros obstáculos

Dejar la actuación no fue sencillo. Atada a un contrato con Warner Bros. y CW, Momsen luchó durante años para salir de la serie. Cuando los guionistas aceptaron liberarla, pudo centrarse en su música. “Fue una larga batalla en la que discutí con todos y les dije: ‘Sáquenme de aquí. No puedo más. Esto me está matando’”, recordó. Su familia, aunque preocupada, terminó por aceptar su decisión.

La banda enfrentó dudas sobre su autenticidad y capacidad, pero Momsen y sus compañeros persistieron, componiendo y girando intensamente. La música es mi terapia. Encontrar a los socios musicales adecuados fue fundamental para mí, afirmó. La llegada de Ben Phillips y el productor Kato Khandwala consolidó el núcleo creativo de The Pretty Reckless.

Las muertes de Chris Cornell
Las muertes de Chris Cornell y Kato Khandwala impactaron profundamente a Taylor Momsen y su proceso creativo

El éxito musical estuvo acompañado de tragedias. Durante una gira con Soundgarden, la muerte de Chris Cornell la marcó profundamente. Poco después, el fallecimiento de Kato Khandwala en un accidente de moto la sumió en una depresión y en problemas de adicciones. “Me derrumbé por completo. Me desplomé. Y ese fue el comienzo de lo que podríamos llamar mi época oscura”, reconoció.

El aislamiento y la música se convirtieron en una terapia. Componer el álbum Death By Rock And Roll le ayudó a canalizar el dolor y encontrar un inicio de sanación. El dolor nunca desaparece, pero la intensidad sí. Cada persona que he perdido es una cicatriz que llevo conmigo a diario, compartió.

Resiliencia, visión de género y nuevas etapas

La superación de estos momentos impulsó nuevos proyectos. The Pretty Reckless lanzó un EP navideño, “Taylor Momsen’s Pretty Reckless Christmas”, que incluyó una versión rock de la canción que interpretó en El Grinch. La banda compartió escenario con AC/DC, experiencia que para Momsen fue “alucinante” y enriquecedora: “Son la banda más ruidosa que hayas escuchado en tu vida, ¡y de la mejor manera posible! Son gente genial. Son muy amables. Pero su directo es una lección magistral de lo que es el rock and roll”, expresó en el pódcast.

La exestrella de Gossip Girl
La exestrella de Gossip Girl celebra su evolución artística y la oportunidad de dedicarse profesionalmente a la música (captura de video)

Momsen evita las etiquetas y defiende la autenticidad. “La buena música es buena música, el género no importa”, afirmó. Considera que las comparaciones entre mujeres en la industria resultan limitantes y se enfoca en la pasión y la calidad del arte.

Al mirar al futuro, Taylor Momsen se muestra entusiasta frente a nuevos discos, giras y la oportunidad de seguir evolucionando. Reflexiona sobre la fama y celebra haber encontrado un espacio auténtico en la música. “El hecho de poder dedicarme a la música profesionalmente y llamarlo trabajo es algo que me llena de gratitud. Tocar es un placer genuino, una fuente de alegría que trasciende cualquier dificultad”, concluyó en Call Her Daddy.