Sharon Stone habla de la escena más polémica de ‘Bajos instintos’: “Me convirtió en un icono, pero no me trajo respeto”

Sharon Stone habló sobre la trascendencia cultural y profesional de la famosa escena de cruce de piernas en la película Bajos instintos, estrenada en 1992 y dirigida por Paul Verhoeven.

A más de tres décadas de aquel momento, afirmó no sentir arrepentimiento y detalló por qué eligió no suprimir esa secuencia, que marcó su carrera y la percepción pública sobre su figura.

En una entrevista publicada por Business Insider, la actriz de 67 años explicó que tuvo la “posibilidad legal” de eliminar la controvertida escena, en la que su personaje, Catherine Tramell, cruza las piernas durante un interrogatorio policial, revelando que no llevaba ropa interior.

Sin embargo, tras un período de reflexión, optó por mantenerla en el film. “Muy convencida, creo que ninguno de nosotros sabía lo que obtendríamos con esa toma, y cuando Paul [Verhoeven] la consiguió, no quería perderla, y tenía miedo de mostrármela. Lo entiendo”, señaló.

La estrella recordó que, pese a contar con la autoridad para exigir su retiro del montaje final, prefirió no ejercer ese derecho.

“Una vez que logré calmarme, no le pedí que la sacara de la película cuando tenía el derecho legal de hacerlo. Tuve la oportunidad de hacerlo de otra manera, y no lo hice, porque, después de tomar distancia, entendí, como directora, no como la chica en la película, que eso mejoraba la película”, sostuvo.

Sobre el impacto en su carrera y en su vida personal, Sharon Stone reconoció que la escena le otorgó una notoriedad global, pero no el reconocimiento profesional esperado.

“Me convirtió en un icono, pero no me trajo respeto. ¿Lo haría de nuevo? No podemos tomar esas decisiones en la vida. No participo de ese mundo de fantasía de esa manera”, afirmó al referirse a su vínculo con el legado de la película y la escena que la hizo célebre.

Añadió que el modo en el que gestionó lo ocurrido se corresponde con su deseo y que la relación con Verhoeven permanece en buenos términos.

“Lo que hice respecto a lo sucedido es exactamente como quería hacerlo. Verhoeven y yo tenemos una excelente relación. Trabajaría con él de nuevo sin dudarlo. Ambos entendemos lo que pasó. Aunque tengamos formas públicas diferentes de hablar del tema, entendemos muy bien lo que ocurrió con la escena del cruce de piernas”, precisó.

La artista relató que vio la escena por primera vez rodeada de representantes legales y agentes. En su libro The Beauty of Living Twice, hizo público que le habían asegurado que el encuadre no mostraría más de lo necesario y que la solicitud de retirarse la ropa interior respondía a cuestiones técnicas de iluminación.

“Así fue como vi el plano de mi vagina por primera vez, mucho tiempo después de que me dijeran: ‘No se ve nada, solo necesito que te quites las bragas porque el blanco refleja la luz, y sabemos que las tienes puestas’”.

Paul Verhoeven negó en 2017, en declaraciones a ICON, que la actriz desconociera el resultado final. Sin embargo, Stone se mantuvo firme en su postura.

“Como soy la que tiene la vagina, mi opinión es la única que cuenta, los otros puntos de vista no valen nada”, sentenció.

Bajos instintos se convirtió en un éxito internacional y provocó intensos debates en torno a las representaciones de género, sexualidad y poder en el cine comercial.

Sharon Stone describió un clima de alta presión durante la filmación. “[Paul] Verhoeven terminó en el hospital, se le reventó un vaso en la nariz y no podía parar de sangrar. Había una presión tremenda en ese set”, relató en un diálogo con The New Yorker.

En ese contexto, la actriz puso en perspectiva la polémica del largometraje. “Ahora la gente muestra sus genitales en Netflix. Antes, en aquella época, lo que hacíamos era muy novedoso”, afirmó.

Y agregó en su defensa: “Era una película para un gran estudio y tenía desnudos, sexo, homosexualidad, muchas cosas que en mi época rompían reglas”.