A 20 años de “Grey’s Anatomy”: las peleas fuera de cámaras que sacudieron la serie

A lo largo de sus 20 años en pantalla, Grey’s Anatomy ha sido una de las series más exitosas de la televisión. A la par de presentar interesantes casos médicos, la ficción de la productora Shondaland capturó a miles de espectadores con drama, romance y rivalidades entre los protagonistas de bata blanca.

Sin embargo, la historia de esta producción incluye episodios de tensión fuera de cámaras y peleas que fueron tan severas que afectaron el rumbo del programa.

Uno de los conflictos más polémicos en la historia de Anatomía según Grey ocurrió en 2006, cuando una discusión entre los actores Patrick Dempsey (Dr. Shepherd) e Isaiah Washington (Dr. Burke) escaló a una pelea física en el set de la exitosa serie. La disputa no solo resultó en la salida de Washington, sino que también marcó el comienzo del fin para T.R. Knight, quien interpretaba a George O’Malley.

El altercado tuvo lugar durante la grabación de un episodio escrito por Mark Wilding. Según reveló el propio guionista en el libro How to Save a Life: The Inside Story of Grey’s Anatomy, la pelea comenzó por un problema de puntualidad.

“Creo que uno de ellos había llegado tarde al set un día y el otro decidió vengarse haciéndolo también. Luego, todo explotó. Comenzaron a discutir y, antes de que nos diéramos cuenta, estaban peleando físicamente”.

El escritor Harry Werksman, quien presenció la pelea, detalló lo ocurrido: “Isaiah, por alguna razón, lo tomó a mal y se lanzó contra Patrick. Supongo que sintió que le habían faltado el respeto porque él y el equipo habían estado esperando. Fue contra Patrick, lo empujó contra la pared y le dijo: ‘No puedes hablarme como le hablas a ese pequeño m----ón de T.R.’”.

Ese comentario no tardó en generar reacciones dentro del equipo de producción y del elenco.

El insulto homofóbico utilizado por Washington fue particularmente dañino debido a que en ese momento la orientación sexual de T.R. Knight no era de conocimiento público.

Marty Carrillo, otro testigo, recordó la reacción inmediata: “Todos sabíamos que T.R. era gay. Por alguna razón, Isaiah simplemente perdió el control y lo empujó contra la pared. Se podía ver cómo sus pupilas se dilataban, como si pensara: ‘¿Qué acabo de hacer?’ Todo quedó en silencio. Todos tuvimos que salir del set”.

El incidente tuvo repercusiones inmediatas y volvió a la palestra en los Globos de Oro de 2007, cuando Washington negó haber usado el insulto. “No, no llamé a T.R. un m----ón. Nunca pasó, nunca pasó”, afirmó en la sala de prensa. Sin embargo, sus palabras solo empeoraron la situación. Su compañera Katherine Heigl reaccionó de inmediato. “Voy a ser completamente honesta: él necesita dejar de hablar en público. Punto. Eso no debía decirse y no estoy de acuerdo con ello”, dijo la actriz que encarnaba a Izzie Stevens.

Pese a que Washington se disculpó públicamente por su conducta, la cadena ABC decidió prescindir de él en 2007.

“Pensé que había hecho todo lo que los productores y la cadena me pidieron hacer”, dijo Washington en How to Save a Life, en referencia a los esfuerzos por remediar la situación. “Pero, aparentemente, esa no era la misma visión que tenían para mi futuro en Grey’s Anatomy“.

La controversia con Isaiah Washington fue solo el comienzo de la difícil situación que enfrentó T.R. Knight en Grey’s Anatomy. Luego de que su nombre apareciera en los titulares por la pelea entre Washington y Dempsey, el actor sintió que debía hablar públicamente sobre su orientación sexual.

“Supongo que había algunas preguntas sobre mi sexualidad y quería acallar cualquier rumor innecesario”, dijo Knight en un comunicado a People en 2006. “Si bien prefiero mantener mi vida personal en privado, espero que el hecho de que sea gay no sea lo más interesante sobre mí”.

Sin embargo, el impacto de haber sido expuesto públicamente fue profundo.

“Todos sentimos mucha pena por T.R. porque aún no había salido del clóset con su familia”, comentó Harry Werksman en el libro How to Save a Life. “Esa fue la manera en que la noticia les llegó, y todos pensamos: ‘Dios mío, no podría haber una forma peor’”.

Además de la presión mediática, Knight comenzó a notar cambios en su rol dentro de la serie. Durante la quinta temporada, su personaje, George O’Malley, apareció en pantalla solo 48 minutos en los primeros nueve episodios, mientras que Sandra Oh, quien interpretaba a Cristina Yang, tuvo 114 minutos de tiempo en escena.

“Mi experiencia de cinco años me demostró que no podía confiar en ninguna respuesta que me dieran sobre George”, confesó Knight en una entrevista con Entertainment Weekly en 2009. “Y, con respeto, decidí dejarlo ahí”.

El actor también habló sobre su relación con Shonda Rhimes, creadora de la serie, y cómo sintió un distanciamiento progresivo. Según su testimonio, Rhimes trató de persuadirlo para que no hablara públicamente sobre su sexualidad. “Creo que estaba preocupada porque mi declaración saliera tan cerca del incidente inicial”, comentó Knight.

No obstante, la showrunner negó esta versión: “Le dije: ‘Si quieres salir del clóset, eso es increíble. Te apoyaremos totalmente’”.

En ese contexto, con la “falta de comunicación con la producción” persistente, el intérprete de O’Malley prefirió retirarse del proyecto.

Aunque su amiga y compañera Katherine intentó convencerlo de quedarse, Knight estaba decidido: “No pensé que fuera la decisión correcta, pero cuando finalmente sucedió, me alegré por él porque estaba listo para irse”, recordó Heigl.

Knight dejó la serie al final de la quinta temporada y, aunque su salida fue polémica, con el tiempo reconstruyó su relación con Shonda Rhimes y volvió a trabajar con la creadora en otra de sus ficciones.

La actriz que encarnaba a Izzie también tuvo sus propias discrepancias con Shonda Rhimes.

La disputa comenzó en 2008, cuando Heigl sorprendió al público y a la industria al rechazar su nominación a los premios Emmy. “No sentí que me dieran el material suficiente este año para merecer una nominación al Emmy y, en un esfuerzo por mantener la integridad de la organización de la Academia, no quería quitarle la oportunidad a otra actriz que sí recibió dicho material”, declaró Heigl en un comunicado publicado por Entertainment Weekly.

Las palabras de la actriz fueron interpretadas como un desaire a los guionistas de la serie, especialmente a Rhimes, creadora y showrunner del drama médico.

Según el libro How To Save A Life, la declaración de Heigl fue vista como una traición dentro del equipo de producción y generó tensión inmediata con Rhimes. Heigl intentó disculparse en 2010, y admitió que “podría haber manejado la situación con más elegancia”.

El distanciamiento entre la actriz y el equipo creativo se profundizó en 2009 cuando, en una entrevista con David Letterman, Heigl criticó el largo horario laboral en el set, calificándolo de “cruel y mezquino”. Una vez más, se percibió ello como un ataque indirecto a la producción.

La tensión acumulada llevó a Heigl a solicitar su salida de la serie en 2010, 18 meses antes del final de su contrato. Explicó que su decisión se debía a su deseo de pasar más tiempo con su familia y evitar que los espectadores vieran a su personaje, Izzie Stevens, aparecer y desaparecer sin una historia clara. Sin embargo, los rumores sobre su supuesta actitud conflictiva en el set persistieron.

Rhimes, sin mencionar directamente a Heigl, dejó entrever su postura en 2014 al afirmar en una entrevista con The Hollywood Reporter que en su otra serie, Scandal, “no hay Heigls”, y que ya no trabaja con “gente desagradable”.

A pesar del conflicto, en años recientes Heigl ha expresado su disposición a regresar a Grey’s Anatomy, mientras que Rhimes ha señalado que estaría “dispuesta a ver a Izzie otra vez”.

Aunque la relación entre ambas todavía no se ha reparado públicamente, el paso del tiempo ha suavizado las tensiones, dejando abierta la posibilidad de una reconciliación en la pantalla.