La historia de Sixto Rodríguez, el músico que fracasó en su país, pero era un éxito en África: “La historia de vida más increíble”

Fue en un continente lejano donde su obra olvidada encontró un nuevo significado, inspiró movimientos sociales y redefinió su lugar en la historia

Guardar
Searching for Sugar Man - Trailer

La historia de Sixto Rodríguez comienza en Detroit, una ciudad que, en la década de 1960, veía nacer a muchos músicos prometedores, pero su carrera estuvo marcada por las dificultades. Nacido el 10 de julio de 1942, Rodríguez era hijo de inmigrantes, con ascendencia mexicana y nativa americana. Su incursión en la música, a través de sus composiciones de folk-rock con letras de protesta, no logró conectar con el público estadounidense. En una época en la que los sonidos de artistas como Bob Dylan predominaban, Rodríguez trató de abrirse camino en el difícil mercado musical.

Firmó contrato con Sussex Records, y en 1970 grabó su primer álbum, Cold Fact, un disco cargado de críticas sociales y poesía cruda. Su segundo álbum, Coming From Reality (1971), no logró mucha mejor suerte. A pesar de algunas críticas favorables, sus discos pasaron desapercibidos en Estados Unidos, y su sello discográfico lo abandonó tras los fracasos comerciales.

En palabras del propio Rodríguez a The Sydney Morning Herald en 1979: “Grabar los discos fue fácil. Que los pusieran fue mucho más difícil”. Lejos de alcanzar la fama, Rodríguez se apartó de la música, regresando a su vida como obrero en Detroit, trabajando en la construcción y en la política local, mientras su música desaparecía del radar estadounidense.

Sixto Rodríguez grabó "Cold Fact"
Sixto Rodríguez grabó "Cold Fact" en 1970, aunque en ese momento no tuvo éxito en Estados Unidos (Foto AP, archivo)

Lo que Rodríguez no sabía es que su música empezaba a ganar terreno fuera de los Estados Unidos. En países como Australia y Sudáfrica, su álbum Cold Fact se convirtió en un verdadero fenómeno. En Sudáfrica, donde el apartheid mantenía al país aislado de muchas influencias culturales, la música de Rodríguez se convirtió en la banda sonora no oficial de la resistencia contra el régimen opresivo. Según dijo en el documental Searching for Sugar Man, Stephen Segerman, uno de sus primeros seguidores sudafricanos, “Él fue la banda sonora de nuestra vida, para muchos sudafricanos”.

El disco llegó a convertirse en parte esencial de las colecciones de discos de muchos hogares sudafricanos de clase media. La canción “Sugar Man”, del mismo álbum, se convirtió en un himno de protesta, mientras que las letras de Rodríguez, llenas de crítica social y política, encontraron un eco en un país marcado por la lucha contra la opresión racial.

En Australia, Rodríguez también ganó seguidores, lo que llevó a que fuera invitado a hacer una gira en 1979. Sin embargo, Rodríguez seguía completamente ajeno a su creciente popularidad en estos países, y su vida continuaba en la oscuridad en Detroit. No fue sino hasta los años 90, cuando algunos de sus seguidores sudafricanos iniciaron una búsqueda para encontrar al misterioso músico.

Sixto Rodriguez - Sugar Man

Rumores sobre su muerte

A lo largo de los años 70 y 80, los rumores sobre la muerte de Rodríguez tomaron fuerza, alimentados por historias cada vez más macabras: se decía que se había suicidado en el escenario, o que había muerto de una sobredosis, entre otros relatos ficticios. Estos rumores solo aumentaron la mística que rodeaba su figura en Sudáfrica, convirtiéndolo en una leyenda urbana. La gente de ese país, sin saber que Rodríguez seguía vivo, lo describía como “más grande que Elvis Presley”, algo que se consolidó en la mente colectiva sudafricana.

No fue hasta 1997 cuando, a través de una campaña organizada por los fanáticos Stephen Segerman y el periodista Craig Bartholomew-Strydom, se logró localizar a Rodríguez. Como recordaría Segerman en el documental Searching for Sugar Man: “El rumor era que estaba muerto. Para nuestra sorpresa, descubrimos que en realidad no estaba muerto, que vivía en Detroit”. Después de esta revelación, Rodríguez se presentó en público por primera vez en años y aceptó la invitación a hacer una gira por Sudáfrica en 1998.

Su música se convirtió en
Su música se convirtió en un símbolo de lucha contra el apartheid en Sudáfrica (Wikipedia)

El resurgimiento de Rodríguez en los escenarios fue impulsado por el documental Searching for Sugar Man, dirigido por Malik Bendjelloul, que ganó el Oscar a Mejor Documental en 2013. La película narraba la increíble historia de su ignorada fama y el fervor con el que sus seguidores sudafricanos buscaban al músico perdido. La revelación de que Rodríguez estaba vivo marcó el comienzo de una nueva etapa en su carrera.

Gracias al éxito de la película, Rodríguez volvió a los escenarios internacionales. En Sudáfrica, donde se había ganado el cariño de miles de fanáticos, ofreció conciertos con entradas agotadas. También realizó giras por Australia, Estados Unidos, y participó en importantes festivales como Coachella y Glastonbury. Simon Chinn, productor del documental afirmó: “Era una verdadera leyenda y fue un honor conocerlo. Qué privilegio poder compartir su increíble historia con el mundo”. Rodríguez, cuya música estuvo marcada por su crítica social y su estilo único, pasó a ser considerado uno de los artistas más influyentes de la contracultura, incluso si su reconocimiento fue tardío.

SIxto Rodriguez - I Wonder

El resurgimiento tardío de la carrera de Rodríguez transformó su figura de un músico olvidado a una leyenda musical que, aunque no alcanzó la fama que merecía en su tiempo, dejó una huella imborrable en generaciones de oyentes. En los últimos años de su vida, Rodríguez continuó tocando y siendo entrevistado. Su música fue aclamada, y su historia pasó a formar parte del legado cultural de varias generaciones.

Al momento de su fallecimiento, a los 81 años, en agosto de 2023, el mundo rindió homenaje a un hombre cuya vida estuvo marcada por la lucha, la frustración y, finalmente, la redención. David Scott, conocido como The Kiffness, expresó: “Rodríguez era una leyenda con la historia de vida más increíble. Nunca volveremos a presenciar una historia como la suya en nuestra vida”. La historia de Rodríguez, que pasó de ser un completo desconocido a convertirse en una figura venerada en el mundo de la música, demuestra que a veces la fama no llega en los términos que uno espera, pero que, cuando llega, tiene el poder de transformar toda una vida.