La dueña de la casa de “Sex and the City” tomó una decisión radical que desató la ira de los fanáticos de la serie

Tras años de soportar la presencia de turistas en su hogar, la propietaria del icónico inmueble en Nueva York se puso firme

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Sex and the city

El número 66 de Perry Street, en el West Village de Nueva York, ha sido durante décadas un punto de peregrinación para los fanáticos de la icónica serie “Sex and the city”. Sin embargo, la propietaria del inmueble, Barbara Lorber, ha decidido tomar medidas drásticas para proteger su privacidad y la de sus vecinos. Lorber ha solicitado a la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos de Nueva York la instalación de una puerta de hierro en las escaleras de su vivienda, con el objetivo de frenar la constante invasión de turistas que han convertido su hogar en un destino turístico global.

La casa, construida en 1866, se hizo mundialmente famosa al ser utilizada como la residencia ficticia de Carrie Bradshaw, el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker en la serie. Desde entonces, la fachada del edificio ha sido testigo de innumerables fotografías, videos y visitas de fanáticos que buscan recrear las escenas más memorables del programa. Sin embargo, para Lorber, quien adquirió la propiedad en 1978, esta fama ha traído consigo una serie de problemas que han afectado su calidad de vida.

Las escaleras han sido usadas
Las escaleras han sido usadas para recrear escenas memorables de la serie por seguidores internacionales (HBO)

La situación ha llegado a tal punto que, incluso en los meses más fríos del invierno, decenas de personas se congregan frente a la casa diariamente, según El Mundo. Durante la primavera y el verano, esta cifra puede multiplicarse, lo que genera un flujo constante de visitantes que no solo se limitan a tomar fotografías, sino que también se sientan en los escalones, graban videos, hablan en voz alta e incluso intentan mirar a través de las ventanas. Lorber ha señalado que, a pesar de haber colocado una cadena con un cartel de “propiedad privada”, muchos turistas ignoran las restricciones y continúan invadiendo su espacio personal.

La propietaria ha descrito su hogar como un “parque temático de ‘Sexo en Nueva York’”, donde los fanáticos se alinean para capturar el ángulo perfecto para sus redes sociales. Esta situación afecta tanto a Lorber, como a sus vecinos, quienes han tenido que lidiar con el ruido, el vandalismo y, en algunos casos, amenazas por intentar disuadir a los turistas de invadir la propiedad.

Algunos vecinos han reportado vandalismo
Algunos vecinos han reportado vandalismo y amenazas tras impedir el acceso a las escaleras (HBO)

La fama de la casa se intensificó aún más con el regreso de la serie en forma de la secuela “And Just Like That”, lo que atrajo a una nueva generación de seguidores. Esta renovada atención ha llevado a Lorber a tomar la decisión de instalar una puerta de hierro que se ajuste al estilo histórico del edificio, una medida que ya ha sido aprobada por las autoridades. Aunque esta solución busca preservar la privacidad de los residentes, no ha estado exenta de controversia.

Algunos fanáticos consideran que la instalación de la puerta es una medida extrema, mientras que otros apoyan la decisión de Lorber, argumentando que todos tienen derecho a disfrutar de su espacio personal. Una visitante de Texas, citada por la agencia EFE, calificó la medida como “prudente” y señaló que mejorará tanto la seguridad como la privacidad de los residentes.

Por otro lado, algunos seguidores de la serie han sugerido que la propietaria podría aprovechar la fama de su hogar convirtiéndolo en un atractivo turístico oficial, como un café temático o una tienda de recuerdos. Sin embargo, esta idea implicaría renunciar a una parte significativa de su privacidad, algo que la propietaria no parece estar dispuesta a hacer.

Decenas de turistas ignoran las
Decenas de turistas ignoran las señales de “propiedad privada” colocadas en la fachada (Captura de video HOLA)

Un fenómeno que no se detiene

La relación de Lorber con la serie comenzó de manera inocente. Según recordó, en los primeros días del rodaje, accedió a que su casa fuera utilizada como locación tras sentir lástima por un joven encargado de localizaciones que le pidió permiso. En aquel momento, ni ella ni nadie imaginaba que la serie se convertiría en un fenómeno cultural que marcaría a generaciones de espectadores y que transformaría su hogar en un punto clave del turismo en Nueva York.

A pesar de las molestias, Lorber ha reconocido que entiende la fascinación que la serie genera en sus seguidores. Sin embargo, ha dejado claro que su prioridad es recuperar la tranquilidad en su hogar. “Tomen todas las fotografías que quieran desde la calle, pero por favor, no se metan en nuestro espacio ni en nuestras ventanas”, expresó en una carta dirigida a las autoridades.

La serie, protagonizada por Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Kristin Davis y Cynthia Nixon, redefinió la televisión al abordar temas como el amor, la amistad y la moda, y también dejó una huella imborrable en la cultura pop.