Los Dukes de Hazzard: la serie que era un reemplazo temporal y se volvió un ícono de los años 80

Una historia pensada para nueve capítulos impactó a millones y transformó a un auto y a un elenco inesperado en íconos culturales

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La icónica intro de Los Dukes de Hazzard

En 1979, CBS se enfrentaba a un problema: necesitaba una serie temporal para llenar el espacio que dejaría El increíble Hulk al finalizar su temporada. La cadena probó con una ficción basada en Capitán América, pero la serie fracasó rotundamente. Con la necesidad urgente de otro proyecto, el director Gy Waldron presentó una idea basada en el género country, un nicho popular pero poco explotado en televisión llamada: “Los Dukes de Hazzard”. “Una sexta parte de la música más vendida en los Estados Unidos correspondía al country”, explicó Waldron, por lo que decidió rescatar un concepto que ya había utilizado en su película de 1975, Moonrunners.

Cuando comenzaron las audiciones, apareció un joven que decía tener 24 años y que vestía una camisa, jeans y llevaba un pack de cervezas. Su nombre era John Schneider, pero pronto se descubrió que tenía solo 18 años y que su acento sureño era fingido. A pesar de esto, su carisma convenció a Waldron, quien le dio el papel de Bo Duke. Por otro lado, la llegada de Tom Wopat fue casi un accidente: Schneider lo conoció en un baño de CBS, donde conversaron sobre música. La química entre ambos fue inmediata, algo que luego se trasladó a la pantalla cuando Wopat fue elegido para interpretar a Luke Duke.

El elenco se completó con Catherine Bach en el papel de Daisy Duke, quien inicialmente había sido concebida como una versión televisiva de Dolly Parton, pero la personalidad de Bach llevó a Waldron a cambiar el enfoque del personaje. Otro fichaje clave fue Sorrell Booke, quien interpretó al villano Boss Hogg. A pesar de su rol de corrupto despiadado, Booke puso una condición para aceptar el papel: exigió por contrato que su villano jamás matara o lidiara con el narcotráfico.

En 1979, CBS buscaba llenar
En 1979, CBS buscaba llenar un vacío tras la salida de "El increíble Hulk"

El General Lee, la verdadera estrella del show

Si bien Bo y Luke Duke eran los protagonistas, la mayor estrella de la serie fue su auto: el General Lee, un Dodge Charger 1969 que se convirtió en un ícono cultural. El vehículo era clave en las escenas de acción con sus veloces persecuciones y saltos espectaculares. Según Fox News, el auto recibió 35.000 cartas de fans cada mes en el punto más alto de la serie.

Sin embargo, su presencia en la producción se convirtió en un desafío. Cada vez que un miembro de producción veía un Charger 69 en la calle, no dudaba en acercarse al dueño para comprárselo. A lo largo de la serie, se usaron aproximadamente 300 Chargers para interpretar al General Lee, como detalló Fox News.

Cuando CBS aprobó Los Dukes de Hazzard, la intención era que durara solo nueve episodios, el tiempo necesario hasta el regreso de El increíble Hulk. Sin embargo, la serie se convirtió en un fenómeno de audiencia, llegando a reunir hasta 40 millones de espectadores cada viernes por la noche, más del doble que el promedio de un partido de la NFL en 2022. La popularidad del programa creció tanto que en 1982 ya se encontraba entre los diez programas más vistos de Estados Unidos.

El General Lee, un Dodge
El General Lee, un Dodge Charger 1969, protagonizó escenas legendarias

Sin embargo, en plena cima del éxito, Tom Wopat y John Schneider exigieron un aumento de salario, amenazando con renunciar si no se cumplían sus demandas. La producción no cedió y la quinta temporada comenzó sin Bo y Luke Duke, quienes fueron reemplazados por Coy y Vance Duke (interpretados por Byron Cherry y Christopher Mayer). Pero el público rechazó el cambio y el rating se desplomó. Como resultado, la producción tuvo que negociar el regreso de Wopat y Schneider, quienes volvieron en los últimos cuatro episodios de la quinta temporada.

El impacto de Los Dukes de Hazzard trascendió la pantalla. La serie generó una enorme cantidad de productos derivados, incluyendo una serie animada de veinte episodios, tres películas para televisión y un spin-off llamado Enos.

El auto General Lee sigue siendo considerado uno de los “vehículos más emblemáticos de la historia del cine”, según Fox News. En 2007, una versión del auto propiedad de John Schneider se vendió por 10 millones de dólares en una subasta, uno de los precios más altos jamás pagados por un automóvil de televisión.

Tom Wopat y John Schneider
Tom Wopat y John Schneider se ausentaron del show provocando el derrumbe del rating y negociaron condiciones ventajosas para volver

Un fenómeno que no desaparece

A pesar de la controversia y del paso del tiempo, Los Dukes de Hazzard sigue siendo un fenómeno televisivo. A más de 40 años de su final, el 8 de febrero de 1985, la serie continúa generando interés y nuevas generaciones de fans la descubren en plataformas digitales. “Los fans son únicos porque transmiten su amor por el programa de generación en generación. He conocido fans de tercera y cuarta generación. Es increíble. Es un regalo. El programa sobrevivirá mucho tiempo, eso es seguro”, aseguró a Fox News Tom Wopat.

El impacto cultural del show fue tan grande que incluso influyó en la carrera política de Ben Jones, quien llegó al Congreso gracias a la popularidad del personaje secundario que encarnaba en la serie. En palabras del propio Jones, Los Dukes de Hazzard “se ha convertido en una parte permanente de la cultura americana, como Mickey Mouse o I Love Lucy“.

El recuerdo del show sigue vivo en las innumerables repeticiones en televisión, en la memoria de sus seguidores y en la historia de la televisión de los años 80.

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