El día que Priscilla Presley descubrió las infidelidades de Elvis: “Él estaba viviendo otra vida”

Priscilla Presley reveló que se enteró de las infidelidades de su entonces esposo, Elvis Presley, a través del correo de los admiradores que llegaba a su casa.

Durante su participación en un panel en MegaCon Orlando el pasado 7 de febrero, la empresaria y actriz de 79 años habló sobre las dificultades de su matrimonio con el legendario cantante y los desafíos de estar casada con una de las mayores estrellas de su tiempo.

“Fue difícil acostumbrarse a todo esto”, explicó Priscilla. “No solo con Elvis, sino con todos los hombres que lo rodeaban. Era un mundo de hombres, y yo era realmente la única mujer”.

Tras su boda en 1967, la distancia se convirtió en un problema recurrente en su relación debido a la apretada agenda del artista. Priscilla Presley relató que una experiencia en su residencia de Palm Springs la llevó a descubrir la vida paralela de su esposo.

“Él estaba fuera con frecuencia… y escuchaba historias”, comentó. “Pero lo que realmente lo cambió todo para mí fue cuando decidí subir a la casa de Palm Springs para revisar el correo y asegurarme de que todo estuviera en orden”.

Al revisar las cartas, se encontró con mensajes que confirmaban sus sospechas. “Muchas eran del tipo: ‘Oh, Elvis, gracias por la invitación. Charlie Hodge [mejor amigo y confidente de Elvis] me pidió que fuera y me alegra tanto que tú y mis amigas nos recibieran’”, relató.

Algunas de las cartas eran aún más explícitas y Priscilla recordó una en particular: “‘Elvis, pasé la mejor noche contigo. Muchas gracias’”. A medida que seguía leyendo, sintió que la situación se tornaba insostenible. “Pensé: ‘Esto está empeorando’”.

Finalmente, llegó a la conclusión de que no podía seguir en esa relación. “Me di cuenta de que él estaba viviendo otra vida y no podía soportarlo”, explicó. “Cada vez que iba a Las Vegas o incluso a Palm Springs, era difícil”.

A pesar de los problemas en su matrimonio, Priscilla Presley aseguró que la relación con Elvis se mantuvo en buenos términos incluso después de su divorcio en 1973.

“Era famoso, era cariñoso, era un hombre hermoso, pero simplemente no podía soportarlo. No era una vida adecuada para mí”, afirmó.

Añadió que, a pesar de la separación, Elvis solía visitarla de manera inesperada. “Seguimos manteniendo nuestra relación”, dijo.

Y contó una anécdota: “Él llegaba sin avisar. Una vez, estaba saliendo con alguien y Elvis apareció en mi casa a las dos de la madrugada. Sabía que era él, así que me apresuré a abrir la puerta antes de que tocara el timbre. Entró, fuimos a la cocina y hablamos durante un par de horas”.

El panel en MegaCon Orlando marcó una de las primeras apariciones públicas de Priscilla Presley tras acompañar a su nieta, Riley Keough, a la ceremonia de los premios Emmy en enero de 2024.

Durante la promoción del libro póstumo de su madre, Lisa Marie Presley, titulado From Here to the Great Unknown, la actriz abordó la idea de la supuesta “maldición de los Presley”, un concepto que ha ganado notoriedad debido a las múltiples tragedias que han afectado a la familia.

“Creo que la palabra ‘maldición’ se usa porque mi familia es vista como si fuera parte de una mitología”, respondió Keough ante la pregunta durante un evento en el Jerry Moss Theater en noviembre del año pasado.

Sin embargo, desestimó esa percepción y la atribuyó a problemas comunes en muchas familias. “En realidad, se trata de cosas muy comunes, como la adicción. Todos han amado a alguien con problemas de adicción o han perdido a alguien trágicamente”.

La idea de la maldición surgió por las numerosas pérdidas en la familia Presley, incluyendo la muerte del hermano gemelo de Elvis, Jessie, al nacer; el fallecimiento del propio Elvis Presley en 1977 a los 42 años; el suicidio de Benjamin Keough, hermano de Riley, en 2020 a los 27 años; y la muerte de Lisa Marie Presley en enero de 2023 a los 54 años tras un paro cardíaco.

Riley Keough, protagonista de la serie Daisy Jones & The Six, rechazó la teoría de la maldición y expresó su esperanza de que las futuras generaciones de su familia no enfrenten los mismos desafíos.

“La esperanza es que las próximas generaciones no tengan que luchar tanto con la adicción. Ese es el sueño”, concluyó.