A más de una década de su estreno original en 2014, el reestreno de Interestelar en las salas de cine en Argentina, permite que una nueva generación de espectadores disfrute de la épica odisea espacial de Christopher Nolan en la pantalla grande.
Considerada una de las películas de ciencia ficción más impactantes del siglo XXI, el filme protagonizado por Matthew McConaughey, Anne Hathaway y Jessica Chastain esconde numerosas curiosidades que hacen de su producción una hazaña única en la historia del cine.
Una historia con base científica real
A diferencia de muchas películas de ciencia ficción que toman amplias libertades creativas, Interestelar tuvo el respaldo de uno de los físicos más reconocidos del mundo: Kip Thorne, especialista en relatividad y agujeros negros.
Desde el inicio del proyecto, Thorne impuso dos condiciones inquebrantables para el guion: que ningún evento violara las leyes de la física establecidas y que toda especulación surgiera de teorías científicas reales.
Su participación fue clave en la representación de fenómenos como los agujeros de gusano y el agujero negro Gargantúa, que fueron diseñados mediante simulaciones basadas en ecuaciones físicas. El resultado fue tan preciso que los efectos visuales de la película generaron nuevos descubrimientos científicos sobre la refracción de la luz en estos colosales objetos astronómicos.
Sin embargo, incluso con toda esta rigurosidad, hubo algunas licencias creativas. Según el propio Thorne, uno de los aspectos menos realistas de la película son las nubes de hielo del planeta donde se encuentra el Dr. Mann (Matt Damon), ya que estructuras de ese tamaño difícilmente podrían sostenerse en un entorno físico real.
Christopher Nolan y su campo de maíz de 500 acres
En lugar de recurrir a efectos digitales para recrear los vastos campos de maíz que aparecen en la película, Christopher Nolan decidió cultivar 500 acres (aproximadamente 200 hectáreas) de maíz real en Canadá. La decisión estuvo inspirada en la experiencia de Zack Snyder, quien había hecho algo similar en El Hombre de Acero (2013).
Después de la filmación, el maíz fue cosechado y vendido, generando ganancias en lugar de pérdidas para la producción. Este nivel de detalle y realismo es una constante en el cine de Nolan, quien siempre prefiere efectos prácticos sobre el CGI.
Récord en el uso de cámaras IMAX
El compromiso de Nolan con el cine en su máxima calidad visual se reflejó en el uso extensivo de cámaras IMAX de 15/70 mm, convirtiendo a Interestelar en la película con mayor cantidad de metraje filmado con este formato hasta ese momento.
Muchas de las cámaras IMAX utilizadas eran prototipos nunca antes probados en una producción de Hollywood, lo que representó un desafío logístico para el equipo de rodaje. De hecho, algunas modificaciones se realizaron hasta pocos días antes de comenzar la filmación.
Este amor por el formato IMAX es una de las razones por las que Interestelar sigue impresionando en la pantalla grande y por la que su reestreno en Argentina es una oportunidad única para experimentar la película tal como fue concebida.
La apuesta entre Kip Thorne y Stephen Hawking
Uno de los datos más peculiares detrás de Interestelar es que su producción estuvo indirectamente ligada a una apuesta entre dos titanes de la astrofísica: Kip Thorne y Stephen Hawking.
Hawking había sostenido durante años que los agujeros negros podían destruir completamente la información que entraba en ellos, mientras que Thorne defendía la idea de que la información podía preservarse de alguna forma.
Tras nuevos estudios, Hawking admitió su derrota y, como parte del acuerdo, tuvo que suscribirse por un año a la revista Penthouse.
Curiosamente, esta historia aparece representada en la película biográfica La teoría del todo (2014), protagonizada por Eddie Redmayne en el papel de Hawking.
El Dust Bowl: la inspiración real del apocalipsis terrestre
El escenario apocalíptico que presenta Interestelar, donde gigantescas tormentas de polvo amenazan la vida en la Tierra, no es completamente ficticio. Está basado en el desastre ambiental real conocido como Dust Bowl (Cuenco de Polvo), que tuvo lugar en la década de 1930 en Estados Unidos.
Este evento fue provocado por una combinación de sequías extremas y malas prácticas agrícolas, generando tormentas de polvo que devastaron el medioambiente y desplazaron a millones de personas.
Los testimonios que se escuchan en la película, donde los personajes describen las tormentas de polvo, provienen de entrevistas reales con sobrevivientes del Dust Bowl, otorgándole un mayor realismo a la historia.