El Porsche 917K, uno de los autos más emblemáticos de la historia del automovilismo y del cine, volvió a acaparar titulares recientemente cuando el humorista Jerry Seinfeld, conocido por su pasión por los Porsche, rechazó una oferta de USD 25 millones por esta joya automotriz. La subasta tuvo lugar en Kissimmee, Florida, organizada por Mecum Auctions, y dejó sorprendidos a muchos coleccionistas al no concretarse la venta de un vehículo tan icónico.
El 917K es una pieza de la historia del cine y las carreras, al haber sido utilizado como coche principal en la película Le Mans (1971), protagonizada por Steve McQueen. Este modelo representa la cúspide de la ingeniería automotriz de su época, el estilo y la adrenalina que marcaron el campeonato de resistencia más prestigioso del mundo.
La historia detrás del Porsche 917K
El Porsche 917K fue diseñado para dominar las 24 Horas de Le Mans, un objetivo que cumplió con victorias consecutivas en 1970 y 1971. Equipado con un motor bóxer de 12 cilindros de 4,5 litros y una potencia de 580 CV, este vehículo marcó un hito en las carreras y se convirtió en una leyenda cultural tras su participación en el largometraje de McQueen.
La unidad subastada, identificada como chasis 917-022, fue utilizada en las icónicas escenas del filme y posteriormente participó en competiciones de resistencia reales, pilotada por nombres como Reinhold Joest y Richard Attwood, ganadores de Le Mans en 1970. A lo largo de los años, el auto pasó por varias manos hasta llegar a Seinfeld en 2001, quien lo restauró minuciosamente para devolverlo a su configuración original. Según expertos, la restauración incluyó la reconstrucción del motor, una nueva pintura con los colores azul y naranja de Gulf Oil, y la fabricación de un depósito de combustible idéntico al original.
La relevancia histórica del Porsche 917K radica en su desempeño en pistas y películas y también en su exclusividad: solo 25 unidades del modelo K (Kurzheck) fueron producidas, y pocas han sobrevivido en condiciones impecables.
La subasta y el rechazo a la oferta millonaria
El evento de Mecum Auctions generó una gran expectativa entre los entusiastas de los autos clásicos y los coleccionistas de renombre. Antes de la subasta, se especulaba que este Porsche podría alcanzar entre USD 20 y 25 millones, una cifra que habría establecido un récord para la marca en subastas públicas. Sin embargo, aunque las ofertas llegaron al límite superior de ese rango, Jerry Seinfeld rechazó el máximo de USD 25 millones, ya que no alcanzó el precio de reserva que él mismo estableció, cuya cifra exacta no se hizo pública.
El precio propuesto habría superado los USD 14,08 millones que alcanzó un Porsche 917K similar en 2017, convirtiéndolo en el más caro jamás vendido en subastas. Aun así, Seinfeld optó por conservarlo, calificándolo como “el mejor coche que he tenido”.
El 917K no es el único vehículo icónico que enfrentó dificultades en subastas recientes. Según un análisis de la revista especializada en autos Magneto Magazine, los autos Porsche 917 en general han demostrado ser desafiantes para los compradores debido a su extrema especificidad técnica. Pilotos históricos, como Brian Redman, explicaron que conducir un 917K puede ser una experiencia inquietante por su diseño agresivo y la fragilidad de su estructura en caso de accidentes.
El rechazo de Seinfeld pone de manifiesto una evolución en el mercado de los autos clásicos. Aunque la figura de Steve McQueen sigue siendo un poderoso atractivo comercial, con su nombre agregando valor a piezas de colección, su influencia parece haber disminuido en comparación con décadas pasadas. Según Hagerty Power List 2023, otros nombres de Hollywood, como Paul Walker, comenzaron a ganar relevancia entre una generación más joven de coleccionistas, cuyas preferencias se inclinan hacia autos de los años 80, 90 y 2000.