Benedict Cumberbatch habló del futuro de Doctor Strange: “es un personaje rico, complejo, contradictorio”

El actor británico Benedict Cumberbatch, de 48 años, conocido mundialmente por interpretar a Doctor Strange en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), ha dejado entrever importantes cambios en el futuro de su icónico personaje.

En una entrevista reciente con Variety, Cumberbatch confirmó que el Hechicero Supremo estará ausente en la próxima película de los Avengers, titulada Avengers: Doomsday, programada para 2026. Sin embargo, ya se está preparando para una siguiente película en solitario.

“¿Eso es un spoiler? ¡Que sea lo que sea!”, comentó Cumberbatch tras revelar que su personaje no aparecerá en el próximo evento cinematográfico de Marvel. “El personaje no encaja con esta parte de la historia”.

Sin embargo, también adelantó que Doctor Strange será central en Avengers: Secret Wars, prevista para 2027, y que el personaje podría regresar en una tercera película independiente, cuyos detalles aún están en discusión con Marvel Studios.

Cumberbatch destacó que, después del éxito que fue la más reciente entrega del mago supremo, el proceso creativo en torno a su personaje ha sido muy colaborativo con la producción.

“Marvel está abierta a discutir hacia dónde podemos ir después”, explicó. “¿Qué parte del cómic quieres explorar? ¿Quién debería escribir y dirigir? Strange es un personaje rico, complejo, contradictorio, humano y con habilidades extraordinarias, lo que lo hace fascinante de interpretar”.

Además de su participación en Secret Wars, el actor dio indicios de que una tercera entrega de Dr Strange podría estar en camino, pero aún no hay datos solidos al respecto.

A pesar de la dedicación que exigen las películas de los Avengers, Cumberbatch utiliza su fama para financiar proyectos independientes a través de su productora, SunnyMarch, fundada en 2013. Entre ellos se encuentra la serie de Netflix Eric, donde interpretó a un alcohólico que busca a su hijo desaparecido.

También ha trabajado en películas como The Electrical Life of Louis Wain, un biopic sobre un pintor obsesionado con los gatos y su próxima cinta Roses, una reinterpretación de The War of the Roses que coprotagoniza junto a Olivia Colman.

“Estos son relatos urgentes que sentimos la necesidad de contar”, explicó Cumberbatch sobre el enfoque de SunnyMarch. “Suelo aparecer en muchos de ellos para financiar temas difíciles o piezas de cine de autor que merecen ser vistas”.

Entre sus próximos proyectos también se encuentra The Thing With Feathers, otra producción de SunnyMarch, reafirmando su compromiso con propuestas innovadoras que escapan de los moldes de Hollywood.

La fama mundial llegó para Benedict Cumberbatch en 2010 con la serie de la BBC Sherlock, donde reinterpretó al icónico detective como un brillante, pero ligeramente sociópata, genio excéntrico. El éxito fue arrollador y lo convirtió en un símbolo sexual inesperado, al punto de que los tabloides británicos lo apodaron como “el crumpet de las mujeres intelectuales”.

Al mirar hacia atrás, Cumberbatch admite que le cuesta entender cómo pasó esto.

“No soy Brad, no soy Leonardo, no soy una estrella de cine típica”, afirma. “La gente intentaba descifrar: ‘¿Por qué es atractivo para nosotros?’ Pero tratar de entender eso es algo increíblemente egocéntrico. No me siento pensando: ‘¿Por qué soy sexy?’. Me preocupo por el espejo y por envejecer, como cualquier otro”.

El actor también se muestra crítico con el término “celebridad”, al considerarlo un concepto que agrupa de manera indiscriminada a personas famosas. “Es tan despectivo, y mete a cualquiera conocido en el mismo saco”, señala. “¿Soy una persona ‘celebrada’? ¿Por qué? ¿Por vender queso? ¿Por estar en un reality? ¿Por hacer algo escandaloso? ¿Por ser actor?”