El distribuidor Iconic Events Releasing ha revelado el primer vistazo al escalofriante ratón protagonista de Screamboat, una película de terror inspirada en el clásico personaje Steamboat Willie. La imagen muestra al asesino, interpretado por David Howard Thornton, conocido por su papel como Art the Clown en la franquicia Terrifier, en su nueva y aterradora forma, creada por el equipo de efectos prácticos de Quantum Creation FX.
El director y guionista Steven LaMorte, al compartir el adelanto, expresó: “Estoy emocionado de mostrar nuestro travieso ratón monstruoso al mundo. Screamboat es mi manera de rendir homenaje a Disney mientras le doy un giro siniestro y cómico al clásico”. Según LaMorte, la transformación de Thornton en este “ratón asesino” ha sido posible gracias al trabajo del equipo de diseño liderado por Christian Cordella, destacando su enfoque en efectos prácticos detallados.
La película, que combina horror y comedia negra, sigue a un grupo de neoyorquinos atrapados en un viaje nocturno en ferry, donde un ratón asesino desata el caos. Thornton, conocido por su capacidad para interpretar personajes macabros, da vida al malévolo protagonista, descrito por el director como “hilarante y mortalmente entretenido”.
Adelanto del estreno y promoción
Screamboat, cuyo estreno en Estados Unidos se ha reprogramado para abril, tendrá varios eventos previos y presencias en convenciones de terror. Este primer vistazo ya ha generado gran expectativa entre los fanáticos del género y de las reinterpretaciones de personajes icónicos.
El elenco, que además de Thornton incluye a Tyler Posey (“Teen Wolf”), Allison Pittel (“Stream”), Amy Schumacher (“The Mean One”) y Jesse Kove (“Cobra Kai”), promete una mezcla de nostalgia y horror en esta reinvención del legendario Steamboat Willie.
La producción, liderada por Steven LaMorte, Amy Schumacher y Martine Melloul, junto con DeskPop Entertainment a cargo de las ventas internacionales, busca cautivar al público con una mezcla de humor negro, efectos prácticos y un giro retorcido sobre un personaje emblemático de la animación.
El clásico de la animación se convierte en pesadilla
El cortometraje Steamboat Willie de 1928 marcó el debut de Mickey Mouse y fue clave para el éxito de The Walt Disney Company. El 1° de enero de 2024, paso al dominio público en Estados Unidos al cumplirse 95 años de su estreno. Este cambio permite que cualquier persona utilice, comparta y reinterprete las imágenes de las primeras versiones de Mickey y Minnie Mouse sin necesidad de pagar derechos o solicitar autorización.
¿Qué protege Disney y qué queda en manos del público?
A pesar de que las primeras versiones de Mickey Mouse ya son de libre acceso, Disney mantiene los derechos sobre las representaciones modernas del personaje y sus marcas registradas. Según un portavoz de la compañía, las versiones más recientes de Mickey “seguirán protegidas por derechos de propiedad intelectual” y la empresa tomará medidas para evitar confusión en el consumidor sobre productos o representaciones no autorizadas.
Además, Disney utiliza activamente a Steamboat Willie como símbolo corporativo, apareciendo en su logo teatral y en mercancías oficiales. Esta estrategia, según expertos como Jennifer Jenkins, directora del Centro Duke para el Estudio del Dominio Público, podría ser una manera de reforzar su reclamo legal en caso de que surjan usos comerciales no autorizados.
No obstante, hay límites claros. Los usos artísticos, reinterpretaciones o parodias del personaje son completamente legales mientras no se presenten como productos oficiales de Disney.
Más allá de Steamboat Willie
El ingreso al dominio público no se limita a Steamboat Willie. Este 2024 se sumaron otras obras de 1928, como la película muda de Charlie Chaplin, El circo, el libro The House at Pooh Corner de A.A. Milne, que introdujo a Tigger, y la novela Orlando de Virginia Woolf.
Para Disney, Steamboat Willie representa un momento histórico profundamente simbólico, pero también un desafío en la era de reinterpretaciones modernas. A medida que más personajes clásicos entren en el dominio público, el debate sobre la preservación de marcas y el uso libre de estas obras será cada vez más relevante.