Un nuevo documental, titulado Diddy: The Making of a Bad Boy, arroja luz sobre las controversiales acusaciones contra Sean Diddy Combs, el magnate musical actualmente encarcelado mientras enfrenta múltiples cargos federales.
La producción, que se estrenará el 14 de enero en la plataforma Peacock, incluye impactantes testimonios, entre ellos el desgarrador relato de Ashley Parham, quien acusa al productor de haberla violado en 2018.
Parham aparece sin mostrar su rostro y relata entre lágrimas cómo el presunto ataque transformó su vida. “Me he vuelto increíblemente recluida”, confiesa en un momento. “No confío en nadie”.
Su testimonio detalla los eventos que, según ella, ocurrieron en el apartamento de un conocido en Oakland, California.
Combs habría llegado al lugar acompañado por varias personas, incluida su jefa de personal, Kristina Khorram, quien, según Parham, la amenazó asegurándole que podría ser enviada lejos y nunca volvería a ver a su familia.
La denuncia de Ashley Parham, presentada ante un tribunal federal en California, alega que el ataque ocurrió después de un intercambio verbal con Diddy.
La víctima declaró que, tras mencionar que no estaba impresionada con el productor, insinuando una posible conexión con el asesinato del rapero Tupac Shakur, Sean Combs respondió que ella “pagaría” por ese comentario.
Días después, según su relato, el productor se presentó en el apartamento y, tras sostener un cuchillo contra su rostro, la violó utilizando un control remoto.
El abogado de Parham, Ariel Mitchell-Kidd, sostiene que el hombre que inicialmente presentó a su cliente con Combs trabajaba como un “reclutador” para el productor.
En el documental, la defensa detalla el presunto rol de este individuo y cómo facilitó el encuentro que culminó en el ataque.
Por su parte, el fundador de Bad Boy Records ha negado categóricamente todas las acusaciones.
A través de un comunicado dirigido a los productores del documental, sus abogados calificaron las denuncias como “fabricadas”.
Además, señalaron que las autoridades locales habían investigado previamente la denuncia y la consideraron “infundada”.
“Las pruebas demuestran que el señor Combs no estaba en Orinda, California, en la fecha mencionada por Parham. Ninguna persona razonable creería su historia”, afirmó el equipo legal del productor.
La producción de Peacock también presenta testimonios de personas cercanas a Sean Diddy Combs, incluyendo colaboradores y amigos de su círculo íntimo.
Entre ellos se encuentra el cantante Al B. Sure!, quien tuvo una relación con Kim Porter, exesposa de Combs y madre de uno de sus hijos adoptivos.
En el tráiler del documental, afirmó: “Algo no está bien con esto”, en referencia a las conductas que describe como alarmantes por parte del magnate.
Otros entrevistados, cuya identidad se mantuvo en el anonimato, ofrecen declaraciones igualmente perturbadoras.
Una de las voces distorsionadas menciona que cualquier habitación iluminada con luces rojas durante las reuniones de Combs implicaba que estaba teniendo relaciones sexuales, algunas veces en presencia de menores de edad.
El documental también incluye la participación de la abogada Lisa Bloom, quien representa a una exintegrante de Danity Kane en una demanda civil contra Combs. “Sean Combs es un monstruo”, sostiene Bloom con contundencia.
Otros documentales sobre Sean “Diddy” Combs
El impacto de las denuncias contra el artista de hip-hop no se limita a Diddy: The Making of a Bad Boy. Netflix, por ejemplo, está desarrollando una docuserie producida por 50 Cent, centrada en las acusaciones de abuso sexual y crimen organizado.
Por su parte, el canal ID, conocido por sus investigaciones profundas, está trabajando en una serie que examinará cómo estas denuncias influyeron en la caída del productor y empresario.
Actualmente, Sean Combs permanece encarcelado desde septiembre de 2024, tras ser arrestado por cargos de tráfico sexual, crimen organizado y abuso de menores.
En diciembre de ese mismo año, un juez federal rechazó su solicitud de libertad bajo fianza, argumentando que su liberación representaría un riesgo para la seguridad de la comunidad.
El juicio está programado para mayo de 2025, y la próxima audiencia judicial está fijada para el 17 de marzo.