En el imaginario colectivo, ser actor o actriz suele ser considerado un sueño dorado. Alfombras rojas, reconocimiento global y una vida aparentemente glamorosa forman parte de la imagen que muchas personas asocian con las estrellas del cine y la televisión.
Sin embargo, detrás de la fama de algunas figuras se esconden relatos mucho más complejos, donde las circunstancias, las obligaciones familiares o incluso un golpe de suerte las condujeron a una carrera que jamás imaginaron.
Bella Thorne: sobrevivir antes que brillar
Bella Thorne es conocida por su carisma en la pantalla y por haber protagonizado Shake It Up! junto a Zendaya, una de las series más populares de Disney Channel. Pero su camino hacia la fama no fue el típico sueño de una niña deseosa de ser estrella.
En una entrevista con Josh Horowitz en el podcast Happy. Sad. Confused, Thorne reveló que nunca quiso audicionar para el papel de CeCe Jones, pero las graves dificultades económicas que atravesaba su familia la obligaron a intentarlo.
La actriz creció en una familia monoparental, con su madre criando sola a cuatro hijos. “Vivíamos de los cupones de una marca conocida de alimentos, y eso era todo lo que teníamos para comer todos los días”, relató. Su situación era tan precaria que estaban al borde de quedarse sin hogar. Este contexto fue lo que llevó a Thorne a presentarse a una audición para Disney, aunque ella misma no tenía confianza en sus capacidades.
Durante la prueba, la entonces preadolescente hizo una declaración que podría haber terminado su oportunidad: “No canto. No bailo. Básicamente, soy sorda y no soy graciosa”, dijo con franqueza. Lejos de ser descartada, su comentario provocó risas en el equipo de casting y terminó siendo parte de lo que la hizo destacar.
Thorne admite que la presión de ser la proveedora principal desde una edad tan temprana dejó marcas profundas en su vida. La serie fue un éxito y la lanzó al estrellato, pero no necesariamente le trajo la felicidad que muchos supondrían.
Johnny Depp: el sueño del rock que se convirtió en cine
El nombre de Johnny Depp es sinónimo de grandes éxitos cinematográficos, desde El joven manos de tijera hasta Piratas del Caribe. Sin embargo, lo que pocos saben es que este ícono de Hollywood jamás tuvo intenciones de ser actor. Su verdadera pasión era la música, y dedicó gran parte de su juventud a tocar con su banda, The Kids, con quienes se mudó a Los Ángeles para buscar oportunidades en la industria musical.
Pero el destino tenía otros planes para Depp. Durante una etapa difícil tras la separación de su banda, Depp buscaba trabajos temporales para pagar el alquiler. Fue entonces cuando su amigo, el actor Nicolas Cage, lo convenció de probar suerte en la actuación. En una entrevista con The New York Times Magazine, Cage recordó cómo surgió la idea: “Estábamos jugando al Monopoly y él iba ganando. Le dije: ‘¿Por qué no intentas actuar?’”.
Inicialmente, Depp rechazó la propuesta, ya que no se veía como actor. Sin embargo, accedió a reunirse con el agente de Cage, quien lo ayudó a conseguir su primera audición para A Nightmare on Elm Street. Para su sorpresa, consiguió el papel ese mismo día, interpretando al novio de la protagonista en la icónica película de terror de 1984.
Lo que comenzó como un experimento pronto se convirtió en una carrera prolífica. Durante el juicio contra Amber Heard en 2022, Depp reflexionó sobre su entrada en el cine, describiéndola como un accidente afortunado: “Nunca quise ser actor. Era músico, pero estas personas me pagaban lo que parecía una suma ridícula de dinero en ese momento. No podía creerlo”.
Jennette McCurdy: una infancia controlada por el sueño de su madre
Jennette McCurdy, conocida por su papel de Sam Puckett en iCarly y Sam & Cat, tiene una historia completamente distinta. Desde los seis años, su madre la obligó a audicionar para papeles en televisión y cine, viendo en ella una oportunidad de éxito familiar. Para cuando tenía 10 años, McCurdy ya era la principal fuente de ingresos de su hogar.
En su libro de memorias I’m Glad My Mom Died, la actriz expresó los resentimientos que siente hacia esa etapa de su vida. “Nunca quise actuar. Me avergüenza mi carrera y los personajes que interpreté. A los 15 años ya estaba avergonzada de mi trabajo, pero seguía porque era la forma de mantener a mi familia”, confesó.
McCurdy también enfrentó altos niveles de estrés, especialmente durante las audiciones. Describió sentirse atrapada en un sistema donde su opinión no tenía peso. Tras la muerte de su madre en 2013, McCurdy finalmente dejó la actuación para explorar otras pasiones, como la escritura y la dirección.
Chris Pine: un legado familiar que se convirtió en destino
Chris Pine, protagonista de películas como Star Trek y Mujer Maravilla, proviene de una dinastía de actores. Su abuela, Anne Gwynne, fue una reconocida actriz de la época dorada de Hollywood, y su padre y madre también trabajaron en la industria. Sin embargo, Pine no compartía inicialmente la misma pasión por la actuación.
En una entrevista con IndieWire, Pine recordó que nunca soñó con seguir los pasos de su familia. “Parecía estar predestinado y tenía sentido, pero no era algo que yo buscara activamente”, explicó. De hecho, Pine consideraba dedicarse a otra carrera, pero eventualmente decidió probar suerte en el mundo del cine.
Aunque su talento y carisma lo llevaron rápidamente al éxito, Pine ha hablado sobre las complejidades de haber crecido en un entorno que prácticamente lo empujó hacia esa dirección. La actuación fue una decisión lógica basada en las oportunidades que tenía a su alcance.