Francesco Tonucci: “Una escuela con los estudiantes sentados y callados va contra la convención de derechos del niño”

En esta entrevista, el pedagogo italiano pide revisar el aula tradicional, cumplir la Convención sobre los Derechos del Niño y alerta sobre la necesidad de escuchar la voz de los estudiantes

Guardar
Francesco Tonucci
Francesco Tonucci

Entre el río Paraná y el monumento a la bandera, en Rosario, Santa Fe, se reunieron 97 autoridades educativas de 37 ciudades y seis provincias distintas, mayoritariamente de la Región Centro. El objetivo fue analizar y trabajar las posibilidades educativas de los gobiernos municipales; una iniciativa que busca que los gobiernos locales asuman un rol protagónico en la gestión educativa y en la garantía de derechos de aprendizaje para los estudiantes.

El encuentro estuvo organizado por la Municipalidad de Rosario, Fundación Varkey, RIL y las prvincias de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, y se desarrolló en la Estación Fluvial. Hasta allí se acercó el pedagogo italiano Francesco Tonucci, quien abordó el tema “La escucha de los niños, una experiencia de democracia”. En esta entrevista profundizó algunos de sus conceptos.

¿Qué inspiró para tu vida el estudio de los niños y sus necesidades?—En mi vida, la casualidad ha sido una de las normas. Estudié Teología y después, casi por casualidad, mi primer trabajo fue ser docente de secundaria. Docente de Letras, como se dice en italiano. Pensaba que ese era mi destino. Después, también casualmente, tuve la oportunidad de estar en el Consejo Nacional De Educación y de ahí empecé a ocuparme de la educación. Dentro de ese camino, un papel muy importante para mí lo tuvo el encuentro con la obra de Don Lorenzo Milani, que era un cura que dedicó su breve vida —porque murió joven, enfermo—, a la educación de los chicos de la montaña cerca de Florencia. Ese fue el libro de mi conversión. Después de dos años de docencia yo había desarrollado algunas ideas sobre la escuela y esa persona lo destruyó todo.

¿Qué puede hacerse desde la política pública para acercar las familias a la escuela?

—Existe una ley fundamental, que es la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, y en su artículo 12 establece el derecho de los niños a ser escuchados. Casi nadie la conoce. Y no sólo eso: en el capítulo 29 explica lo que debería ser la educación y en artículo 28 habla de la escuela y la familia. Y dice simplemente que el objetivo de la educación es el desarrollo de la personalidad de niño, de sus aptitudes y capacidades hasta el máximo de sus posibilidades. A mí me encanta porque propone una educación de excelencia. Donde cada uno pueda ser el mejor en lo suyo. En lo que es capaz de ser. No haciendo un poco de todo y aprendiendo lo mínimo para pasar el año.

Franceso Tonucci recibió el Doctorado
Franceso Tonucci recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Siglo 21 (Maximiliano Bernardi)

¿Cómo afecta esta propuesta a la escuela?

—Desde mi punto de vista este debería ser el símbolo, el objetivo de una familia, una escuela y una ciudad, pero el programa ministerial no conoce al niño ni lo conoce el maestro y no siempre es fácil que lo conozcan los padres. Tampoco el niño se conoce. Es difícil que un niño responda esta pregunta: ¿Cuál es tu personalidad? Es probable que no sepa qué contestar. Lo mismo sucedería si le preguntamos ¿cuáles son tus aptitudes y capacidades? Quiero decir: nosotros tenemos que construir sobre la escucha. La única manera para entrar en este diálogo, en esta dinámica que considera al niño y la niña como protagonistas, es escucharlos. Lamentablemente la escuela que yo viví como alumno, la escuela que vivieron como alumnos mis hijos y mis nietos no fue así. No significa que todas las escuelas sean así, pero es probable que sea la escuela que le toca a la mayoría de los niños y las niñas. Una escuela en la que los niños están sentados y callados es una escuela que va en contra a la convención de derechos del niño. Esto es muy duro, pero creo que no hay otra respuesta posible que decirlo.

Entonces, ¿los adultos deberíamos cambiar nuestra actitud para aprender a escuchar a los niños y darles distintas oportunidades?

—Yo creo que esto debería tener, por un lado, una actitud simplemente de humildad del mundo adulto respecto a la infancia, y por otro lado que la formación de docentes sea totalmente distinta: enfocada a la escucha, reconociendo que los niños no son personas vacías que van a la escuela para llenarse aprovechando de lo que sabe el adulto, sino que es un encuentro entre niños antes que todo y con la presencia de adultos que garanticen este intercambio. El acento lo pongo en el grupo de los niños y pido, con mucha insistencia, no formar grupos de la misma edad como normalmente hace la escuela sino grupos heterogéneos porque se enriquecen al interior del grupo. Esto de las clases homogéneas en edades es una paradoja absurda porque en la vida nunca se repite esta experiencia. En otros ámbitos que no fuesen la escuela, reunirlos por edad sería muy sorprendente y parecería un chiste. Bueno, eso ocurre todos los días en la escuela. Diría que hay que dudar mucho sobre este esquema.

¿Cuál es tu mirada sobre los niños y las pantallas?

—Antes de venir, en el hotel donde estaba alojado me dispuse a almorzar. A mí lado había una familia; un padre, una madre y un hijo chico. Los tres esperaban su comida y el niño se pasó todo el tiempo con el teléfono móvil. Cuando comía tenía el móvil al lado, lo miraba, lo tocaba. Esto es un testimonio de lo que estamos viviendo. Es un peligro complejo que está muy estudiado. Sabemos que hay problemas sociales de chicos que en la adolescencia rechazan la relación social real. Hay niños esclavos de la ludopatía, que están jugando con dinero que no tienen; me da miedo pensar qué pasará cuando tengan que encontrarlo porque normalmente todo ocurre a oscuras de la familia. Hay niñas que rechazan su propio cuerpo porque no corresponde a los modelos de las redes sociales y esto produce efectos dramáticos sobre todos los temas de desórdenes alimentarios. Tenemos autolesiones, suicidios; todo esto está creciendo. Repito, se manifiesta en preadolescencia, adolescencia y juventud, pero se construye en la niñez. El tema es cómo evitarlo porque no hay manera para vivirlo adecuadamente.

¿Cómo se limita el uso?

—Se está estudiando y proponiendo establecer límites, prohibiciones y consejos a las familias sobre cómo utilizar ese instrumento. Nosotros pensamos que a lo mejor los consejos son útiles, pero seguro no son suficientes. De alguna manera, pueden producir un efecto contrario porque sabemos que todo lo que es prohibido atrae más. Con lo cual tenemos que inventar algo que a los niños les guste aún más. ¿Y qué le puede gustar más? Estar con amigos. Sólo eso. Tenemos que permitir a los niños de muy temprana edad, antes de empezar la escuela, 4 o 5 años, que puedan salir de casa sin adultos todos los días a vivir un tiempo con sus amigos para crear una amistad fuerte. Tenemos miedo, pues sabemos que hay peligros. Mi madre tenía miedo, pero no tenía remedio así que yo salía todos los días desde los 3 o 4 años porque desde los 6 años todo el mundo iba a la escuela sin adultos. Nosotros hoy intentamos hablar con la familia proponiendo esto: puede costar hoy, pero costará mucho menos que lo que implique en el futuro. Las calles virtuales son más peligrosas que las calles reales. Y si en la calle real hay peligro —que seguro que lo hay— es mucho menor que el peligro del móvil. Sin embargo, las familias se resisten.

¿Qué te da esperanza en este momento?

—Nunca he perdido las esperanzas. Luchando, proponiendo, utilizando los medios que tengo tanto hablar, escribir, dibujar. Porque creo que es mi destino. No sería posible para mi vivir de otra forma.

Últimas Noticias

Misiones: cómo es la propuesta del SPEPM que combina educación emocional, tecnología y alianzas para transformar la escuela

Luis Bogado, director del Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones, repasa los 33 años del organismo que hoy reúne a más de 125 mil alumnos, señala cuáles son los ejes de su gestión y adelanta la agenda que proyecta junto a Ticmas para 2026

Misiones: cómo es la propuesta

Luciano Ayala: “La generación silver también se convierte en protagonista activa del desarrollo privado”

El intendente de La Punta, en la provincia de San Luis, conversó con Ticmas sobre el trabajo que realizan desde su gestión en educar y capacitar a la comunidad para el trabajo y el desarrollo personal

Luciano Ayala: “La generación silver

Los desafíos de la filantropía en Latinoamérica: cómo involucrar al sector privado en la transformación social

Al finalizar la Jornada Anual del Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE), que reunió a casi 800 asistentes en Buenos Aires, Aura Lucía Lloreda (Colombia), Ricardo Bucio (México) y Cassio França (Brasil) conversaron con Ticmas sobre los desafíos comunes de la región y la necesidad de involucrar al sector privado en la transformación social

Los desafíos de la filantropía

Elegir entre fiscal y fiscala: claves que ayudan a entender la recomendación de la Real Academia Española

El auge de fiscala en el ámbito judicial simboliza la evolución de la sociedad hacia la igualdad

Elegir entre fiscal y fiscala:

Sonia Durán: “El factor más importante para evitar la deserción es el vínculo emocional con un profe y con el colegio”

Ticmas conversó con la Directora Ejecutiva de la Fundación Zoraida, en Colombia, que continúa un legado de formación integral de niñas, niños y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad a través de sus proyectos para el desarrollo territorial y su renombrado colegio en Sabana Occidente

Sonia Durán: “El factor más