Una orquesta de teléfonos celulares: cómo enseñar música en la escuela en tiempos de pantallas e inteligencia artificial

En diálogo con Ticmas, los profesores Tomás Bianchi y Yoavi Costamagna cuentan la propuesta pedagógica “Orquesta de Apps” en la que convierten en instrumentos musicales a los teléfonos móviles

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Alumnos de las escuela ProA
Alumnos de las escuela ProA hacen música con sus teléfonos celulares (foto: gentileza Tomás Bianchi)

“Hacemos música en la escuela con los celulares”. Es el texto que aparece en un reel de Instagram en el que suena la magistral composición de Hans Zimmer para la película Interstelar de Cristopher Nolan. Un grupo de jóvenes estudiantes de las escuelas ProA Despeñaderos y ProA Río Tercero, de la provincia de Córdoba, conforman una orquesta única donde la concentración y la emoción traspasa la pantalla en un proyecto educativo que sorprende. El vídeo se viralizó a partir de la cuenta @conserconser traspasando fronteras y con gran repercusión en Brasil.

El músico y profesor Tomás Bianchi, oriundo de Bell Ville, explica cómo naturalmente surgió esta idea de una “Orquesta de apps”: “Como músico, en las juntadas, cuando falta una guitarra, cuando falta un instrumento de percusión, yo ya tenía más o menos fichadas las aplicaciones que podés descargar y siempre me di cuenta que funcionaban bien, que no tenían latencia; que funcionaban casi como un instrumento”.

Y agrega: “Una vez que empecé a dar clases; en una clase se lo mostré a uno de los chicos. Es una escuela de programación, así que me parecía apropiado mostrarlo. Y uno de los chicos lo vio y veo que varios de los chicos le empiezan a agarrar la mano rápido. Desde ahí, empezamos a pensar en crear algo viendo con la facilidad que los estudiantes iban agarrando el ritmo de la batería, los riffs y melodías del piano. La primera vez que lo implementamos fue en ProA de Despeñaderos. Ahí hicimos la Orquesta de Apps. Pudimos hacer una presentación a fin de año, una performance que fue el video que se viralizó”.

El profesor y Licenciado en composición y egresado de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba, Yoavi Costamagna destaca cómo las escuelas experimentales ProA abren la oportunidad para este tipo de proyectos: “Son coles de Córdoba que tienen énfasis en todo las TICs y los softwares; desde el área artística y desde todas las materias. Tratamos de articular nuestros contenidos y aprendizajes desde esas bases de la tecnología, el software, las aplicaciones y los dispositivos”.

A partir de la experiencia en la escuela de Despeñaderos, y dada la amistad entre ambos docentes, Costamagna destaca: “Como ambos teníamos la materia Educación artística y los mismos contenidos por dar, decidimos hacer la misma unidad pedagógica, el mismo proyecto en la cual era dar los aspectos melódicos. Desde aplicaciones que emulan a instrumentos musicales”. En el vídeo viralizado de Interstellar se puede observar cómo los chicos tocan el piano utilizando sus celulares en una jornada educativa y de reflexión artística, en Río Tercero, que unió a las dos escuelas.

Enseñar música en tiempos de IA

Al reflexionar sobre su práctica docente, Tomás Bianchi asegura que la presencia de la inteligencia artificial no es un problemática ya que como educador: “Me interesa más que los chicos sean más prácticos que teóricos; porque quizás en lo teórico me interesa que aprendan un par de palabritas claves. Pero si pasan por una experiencia de una plataforma musical por la escuela grupal, yo la verdad ya me quedo contento”.

Por su parte, Yoavi Costamagna plantea que con la viralización del proyecto en el que se escucha el tema de Interstelar: “Hay muchos comentarios no constructivos como diciendo que esos no son instrumentos y qué se yo. Se da un desconocimiento de lo que es un instrumento. Un instrumento es un medio, una herramienta para generar algo. Y la música, desde nuestro aspecto y de lo que queremos enseñar con el profesor Tomás, es un medio de expresión. Entonces, si los chicos pueden realizar una forma de expresión sonora mediante dispositivos, es música para nosotros”.

Y destaca que en quinto año de la escuela ProA Río Tercero realizan muchas canciones con plataformas que utilizan inteligencia artificial y que les permiten abrirse a otras problemáticas como debates sobre el ciberbullying, la ludopatía y las apuestas online.

“Enganchar a los chicos” y educar

La primera experiencia de “Orquesta de apps” en Despeñaderos fue la canción Still de Dr. Dre. Bianchi explica: “Teníamos el riff y como teníamos una aplicación de batería y una aplicación de piano, era bueno mezclar esas dos cosas. Y se armó una linda mezcla. Y para la segunda vuelta teníamos dos canciones que habíamos elegido y al final hicimos Interestelar. La elegí porque me pareció un peliculón. Los chicos conocían la película, les gustaba, que eso es importante y un desafío también es buscar música, algún arreglo que sea lindo que pueda así por así decirlo, brillar y que no sea tan difícil porque los chicos no son músicos, los chicos son estudiantes de secundarios normales.

Costamagna destaca una realidad de muchas escuelas que no poseen todos los instrumentos musicales, pero los chicos si tienen celulares: “Por suerte siempre hemos tenido una aceptación positiva. Primero por la motivación de usar el celu en la hora de clase; ya que siempre está ese tabú. También enseñamos muchos riffs de canciones conocidas en una etapa anterior a la producción más grande, y tratamos de que sean canciones conocidas por ellos; era muy llamativo para ellos poder estar ejecutando la canción que les gusta”. Y celebró que incluso veía a sus alumnos tocando las canciones fuera del horario de la materia, totalmente comprometidos con ese ejercicio.

Y agrega sobre el debate del uso de pantallas que: “La solución no es privarla, sino que es tratar de realizar un uso responsable; ya que hay un montón de recursos que nos posibilitan el uso de Internet, el uso de dispositivos de diferentes programas o aplicaciones y sería una pérdida no poder usar todos esos recursos por un mal hábito en el uso de dichos dispositivos”.

Ser docente hoy

Por último ambos profesores reflexionan sobre el ejercicio de una práctica que enfrenta un presente de cambios y debates.

“Para mí la docencia siempre es contextualizada. Es la forma de coordinar un cierto grupo o estrato social”, plantea Costamagna y destaca: “En el caso mío de la música, lo que trato como docente es coordinar grupos y articular los aprendizajes del Ministerio con lo que yo creo necesario por medio de experiencias que sean valiosas para ese grupo en particular. Y cuando hablo de ese grupo en particular, entendiendo los gustos de ese grupo, los lugares donde se mueve ese grupo. Qué puedo hacer para correrlos de su zona de confort y que conozcan cosas nuevas. Es estimular el pensamiento crítico desde mi área; desde la artística, pero tomando el arte como una forma de expresión totalmente necesaria para que los chicos aprendan que es válido expresarse, es necesario expresarse y es político también expresarse”.

Por su parte, Bianchi señala que la docencia: “Es una labor hermosa que trata de enseñar a los chicos buenas actitudes, buenos contenidos, prepararlos para la sociedad que se viene. En mi caso, al enseñar arte me encanta poder crear estas obras, estas performances, estos objetivos grupales que una vez que salen terminamos todos aplaudiendo. Así que cuando empezamos nos miramos todas con caras raras, pero cuando terminan de salir terminan todos aplaudiendo y contentos”.