Luis Scasso, director de la OEI en Argentina, fue condecorado por el gobierno de Honduras

Recibió la Orden de Francisco Morazán, el reconocimiento más alto que otorga el país centroamericano, por su labor en el campo de la educación y su aporte al desarrollo regional. En la ceremonia, resaltó el valor del diálogo y de la educación como herramienta para la libertad

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Luis Scasso es politólogo y
Luis Scasso es politólogo y tiene una maestría en Innovación y Tecnología Educativa. Desde fines de 2019 dirige la Oficina para Argentina de la OEI

El director de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en Argentina, Luis Scasso, fue condecorado con la “Orden de Francisco Morazán”. Se trata de un reconocimiento que otorga el gobierno de Honduras a personas y representantes de la diplomacia nacionales e internacionales por “importantes beneficios dispensados a la humanidad o por notorios méritos en el campo de la cultura”.

La ceremonia se realizó en el Hotel Intersur de Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires. Asistieron legisladores, académicos, funcionarios de la Secretaría de Educación de la Nación, representantes de organismos multilaterales, del sector privado y de organizaciones gremiales. El reconocimiento se entrega desde 1941, y lleva su nombre en homenaje al primer centenario de la muerte del héroe patrio hondureño Francisco Morazán (1792-1842).​

Nacido en 1973, Scasso es politólogo por la Universidad del Salvador y tiene una maestría en Innovación y Tecnología Educativa de la Universidad Complutense de Madrid, entre otros posgrados. Desde fines de 2019 dirige la Oficina para Argentina de la OEI, el mayor organismo de cooperación multilateral entre países iberoamericanos de habla española y portuguesa.

Scasso es especialista en políticas educativas y cooperación internacional, con más de 30 años de trayectoria en distintos organismos. Trabajó en la UNESCO y la OEI y ocupó cargos en Argentina y Paraguay. Es miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y la Fundación Augusto Roa Bastos, y forma parte de diversos grupos de expertos. Ha recibido varias distinciones, como la Orden Nacional al Mérito de Paraguay, por su trayectoria en relaciones internacionales y educación.

Si bien no asistió de manera presencial, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, envió una carta en la que destacó el rol de Scasso para “promover la educación como pilar de la libertad, la inclusión y el desarrollo”. Torrendell celebró el reconocimiento, elogió a Scasso por su capacidad de diálogo, su liderazgo y su “incansable vocación por fortalecer los sistemas educativos”, y convocó a “seguir transformando vidas a través de la educación”.

Erika Urtecho, diputada del Congreso
Erika Urtecho, diputada del Congreso Nacional de Honduras; Daniel Esponda, secretario de Educación de Honduras; Luis Scasso, director de la OEI en Argentina; Susana Edjang, representante de CAF en Argentina; José Luis Herrera, de CAF en Argentina (de izq. a der.)

Al recibir la distinción –la más alta que entrega el gobierno de Honduras a través de su secretaría de Educación–, Scasso planteó que el reconocimiento es “sinónimo de amistad y trabajo conjunto”. Dirigiéndose al ministro de Educación de Honduras, Daniel Esponda, subrayó el compromiso compartido con la educación y con el diálogo.

“Para Francisco Morazán, la libertad estaba intrínsecamente vinculada con la educación”, afirmó Scasso en el discurso previo a recibir la condecoración, y citó al prócer centroamericano al afirmar que la educación es “el alma de las naciones libres”. Sin embargo, recordó, en pleno siglo XXI todavía existen en América Latina 30 millones de analfabetos, mientras que solo una minoría asiste a la universidad y son muchos menos los que la terminan.

Scasso también resaltó la importancia de la articulación entre educación y trabajo, y definió: “Educación es trabajo y trabajo es desarrollo”. También hizo referencia al valor del diálogo en la política y en la cooperación internacional. Y señaló: “La colaboración es intrínseca a la condición humana y a todos los seres vivos”. Remarcó, a su vez, que la cooperación supone confianza, “tener fe en el otro”, y subrayó: “La confianza requiere tiempo, dedicación y esfuerzo”.

“La OEI es un espacio de encuentro en un mundo incierto, conflictivo, complejo. La región demanda soluciones comunes a nuestros problemas comunes. Compartimos los desafíos y las dificultades, sin embargo, muchas veces nos cuesta ponernos de acuerdo”, planteó Scasso.

Daniel Esponda, ministro de Educación
Daniel Esponda, ministro de Educación de Honduras, junto al secretario Carlos Torrendell

La entrega de la “Orden de Morazán” contó con la participación de funcionarios del gobierno de Honduras, entre ellos el ministro de Educación, Daniel Esponda. Esta semana Esponda se había reunido con el secretario Torrendell y con Scasso para dialogar sobre posibles “programas conjuntos en el campo de la alfabetización, la evaluación de competencias lectoras, la educación rural y la educación técnico profesional”, informó la OEI en un comunicado.

También participaron de esa reunión Guillermo Jensen, director nacional de Cooperación Internacional de la Secretaría de Educación; Erika Urtecho, diputada del Congreso Nacional de Honduras; y Carmen Largaespada, directora de las oficinas de la OEI en Nicaragua y Honduras.

Según indicó la OEI, el gobierno de Honduras enviará una misión técnica para trabajar junto con los funcionarios de la Secretaría de Educación de Argentina y los técnicos de la OEI en “el desarrollo de un programa de colaboración para el fortalecimiento educativo”.