La tributarista Fernanda Laiún afirmó en Infobae en Vivo que, dada la falta de recursos y la alta presión impositiva, el Gobierno nacional solo dispone de margen para realizar cambios graduales en materia tributaria. “No tenemos con qué encarar un cambio profundo, el margen es muy poco”, expresó al analizar el panorama fiscal del Ejecutivo en momentos de fuerte presión sobre los contribuyentes.
Laiún detalló que, ante estas restricciones, la posibilidad de un ajuste significativo del sistema impositivo es limitada. Según su postura, impulsar una baja de impuestos generalizada resulta inviable: “Organizar una reforma tributaria en un país con esta carga impositiva es complejo, pero todavía más en un país donde no hay plata”, explicó. Criticó la escasez de recursos, lo que frena la capacidad oficial para resignar ingresos fiscales. “La intención manifiesta por el Gobierno y que se ve en cada paso que dan es simplificar y reducir carga impositiva, pero tampoco se puede salir a reducir mucho porque no hay de dónde sacar”, señaló.
Para Laiún, el debate sobre la estrategia tributaria se centra en ajustes mínimos: “Hay algún punto o dos puntos, según la fuente, que se podrían renunciar. Hay que ver a quién se le asigna ese ahorro”, afirmó. Comparó versiones sobre posibles reducciones de puntos en el IVA o eventuales cambios en el impuesto al crédito y débito bancario. Consideró que modificar este tributo sería positivo, ya que “aunque no lo queremos y grava la parte formal, lo recaudan los bancos de manera sencilla; es fácil de fiscalizar y no hay evasión prácticamente”.
Explicó que, si bien “todos lo pagamos, lo recaudan los bancos”, lo que reduce la evasión, el objetivo debería ser que este impuesto no represente un costo para quienes lo abonan. Actualmente, las micro y pequeñas empresas pueden computar ese pago como adelanto de Ganancias; las medianas empresas y fabricantes acceden a beneficios parciales. Para Laiún, sería posible permitir su uso contra el IVA o cargas sociales hasta fines de 2025.

No obstante, subrayó que la política fiscal opera con márgenes muy estrechos: “El margen es tan chiquito que la reforma tributaria que se baraja va a ser más un cambio sutil que un giro de fondo. Más títulos que impacto”.
Insistió en que la reforma tributaria que el país necesita debería ser contundente, aunque reconoció la imposibilidad de ejecutarla actualmente: “No tenemos con qué afrontar eso”, remarcó. Sostuvo que transformar el esquema impositivo requiere apoyo financiero externo, algo descartado en el presente contexto argentino: “Los países que hacen estos procesos piden préstamos extraordinarios a los organismos internacionales para sostener la transición. En Argentina, no tenemos más espacio para un préstamo”, ironizó.
Al descartar un rediseño masivo, Laiún indicó que solo queda “tocar cosas con sentido común, una especie de ‘vamos viendo’”. Explicó que, frente al escenario actual, simplificar y aliviar la carga tributaria son los únicos objetivos plausibles para el Gobierno.
Sobre los aportes patronales y personales a la seguridad social, descartó que sean elevados en comparación internacional. Recordó, además, que regímenes de promoción con descuentos no favorecieron el empleo formal, cuyo incremento fue “casi orgánico”. Adujo que las reducciones deben analizarse “a cambio de qué” se otorgan y enfatizó la importancia de la sustentabilidad jubilatoria: “Aunque ganes sueldos altos, la inflación y los ajustes de los índices terminan perjudicando al trabajador jubilado. Salvo en el sistema judicial o algunos regímenes especiales, nadie obtiene una jubilación suficiente para vivir con tranquilidad”.
Laiún advirtió sobre la equidad en el sistema tributario: “El principio es que los impuestos sean justos y equitativos: si tenés más capacidad, debés pagar más, pero en función de lo que generás, no solo sobre tu patrimonio acumulado”. Cuestionó políticas como Bienes Personales y el aporte solidario por considerar que faltan a la equidad: “El sistema debe gravar lo que se genera, no solo lo acumulado”.
Señaló que la escala del impuesto a las ganancias requiere actualización: “Ahora prácticamente cualquiera que gana algo significativo ya paga la tasa máxima del 35%. Tendría que haber escalas reales para que el que más gana, efectivamente pague más”.
Sobre la opacidad en la liquidación de salarios, ejemplificó: “Ningún empleado sabe cuánto pone el empleador para que le llegue lo que le llega al bolsillo. Un empleador puede poner cien pesos y le llegan cuarenta y cinco o cincuenta al empleado, descontados Ganancias y cargas sociales. Eso genera una enorme distorsión”.
Laiún sostuvo que el ajuste debe ir hacia la transparencia de la información y la reforma de la negociación salarial: recomendó un esquema similar al europeo o al de Estados Unidos, donde se negocia el sueldo bruto y el trabajador conoce los descuentos por impuestos y aportes. Mencionó el caso de Dinamarca como referencia para que el trabajador administre su propio impuesto.
También criticó el “paternalismo” del sistema argentino: “Tenemos sistemas paternalistas para todo, pero el día que te jubilás el asistencialismo desaparece y te tenés que arreglar con una jubilación insuficiente y un sistema de salud que no funciona”, expresó. Resumió: el sistema termina siendo injusto, ya que quienes cumplieron con sus obligaciones igualmente no logran una jubilación suficiente.
Respecto de la base tributaria acotada y la presión sobre el sector formal, Laiún explicó que, a medida que aumenta la informalidad, el fisco crea nuevos impuestos que recaen sobre los mismos de siempre, saturando a los contribuyentes regulares e impulsando la morosidad.
Matizó las declaraciones recientes del presidente sobre “los héroes que evitan impuestos”, al señalar: “No sé si llamarlos héroes, pero entiendo que con tanta presión se busca creatividad para evitarla. Y los más perjudicados son los empleados en blanco. No pueden escapar; al empleado de relación de dependencia el impuesto se lo cobra el empleador, y paga por el 100% de sus ingresos”.
Marcó las diferencias con el trabajo independiente: el monotributista elige categoría, puede decidir facturar o no; el autónomo tiene ciertos márgenes y las empresas grandes cuentan con estrategias variadas. En cambio, “el empleado en blanco tiene la cabeza en la guillotina: no tiene salida”.
Para la especialista consideró que solo habrá pequeñas modificaciones dirigidas a simplificar y reducir, en la medida de lo posible, la carga tributaria, sin esperar cambios de fondo ni transformaciones estructurales para el corto plazo.
• De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, María Eugenia Duffard, Cecilia Boufflet y Ramón Indart.
• De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, Virginia Porcella y Federico Mayol.
Actualidad, charlas y protagonistas, en vivo.
Seguinos en nuestro canal de YouTube @infobae
Últimas Noticias
La empresa pública que opera los reactores nucleares firmó un acuerdo para proveer servicios en varios países
Nucleoeléctrica Argentina suscribió un MOU con Candu Energy que permitirá ampliar la oferta internacional de ingeniería, asistencia técnica y mantenimiento para centrales
Ignacio Lamothe, titular del CFI: “Argentina necesita 20.000 millones de dólares en infraestructura logística”
El secretario general del CFI analiza el rol de los fondos de garantía en el financiamiento productivo y explica cómo esta herramienta busca reducir las asimetrías entre las provincias.

Santiago Bausili, presidente del BCRA: “El objetivo del programa no puede ser la acumulación de reservas a cualquier costo”
El titular de la autoridad monetaria, en un evento de los Amigos de la Universidad de Tel Aviv, reiteró que la adquisición de divisas no debería poner en riesgo la estabilidad y que no se dará a través de la cuenta corriente. El último paso será, afirmó, la libre flotación del tipo de cambio pero advirtió que “llevará su tiempo”



