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El nivel de actividad económica en CABA cayó levemente en el segundo trimestre del año, un 0,3%, respecto del que había registrado entre enero y marzo.

Aún así, el nivel de producción de bienes y prestación de servicios entre abril y junio fue todavía 5,8% superior al de igual período de 2024. Lo preocupante, sin embargo, es la tendencia porque, aunque leve, la caída “desestacionalizada” del 0,3% respecto de enero-marzo es la primera variación negativa desde del segundo trimestre trimestre del año pasado.

Los datos surgen de la “estimación preliminar de Producto Geográfico Bruto (PGB)” que realiza el Instituto de Estadísticas y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Idecba), que aclara que los datos del segundo trimestre “reflejan un freno en la dinámica de corto plazo (sin los efectos estacionales)”.

De qué se trata

El PBG, explica el instituto estadístico del gobierno porteño, “es la valoración de los bienes y servicios finales producidos en la jurisdicción en un año determinado. Se mide como la suma de los valores agregados generados por las unidades productivas residentes en un territorio económico provincial y en un período de tiempo determinado. Se trata de la producción valorada a precios básicos una vez deducido el consumo intermedio valorado a precios de comprador/a”. En otras palabras, es una suerte de PBI del distrito.

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El informe de la agencia estadística del gobierno que encabeza Jorge Macri dice también que la tendencia-ciclo “muestra una caída del -0,1%” y afirma que esa leve contracción trimestral “podría indicar una pérdida de impulso en el largo plazo, sugiere que la fase de expansión del ciclo económico se está volviendo menos fuerte o se está desacelerando, generando expectativas de que la economía podría abandonar su ciclo de expansión reciente e iniciar una fase descendente”.

De todos modos, considera “crucial esperar los datos posteriores para confirmar si es un ajuste transitorio o el inicio de una tendencia recesiva más persistente.

Por sectores

A nivel sectorial, intermediación financiera y comercio explican 3,66 puntos de la variación total incidiendo en más de la mitad de la expansión interanual del trimestre en la actividad económica del Producto Geográfico Bruto trimestral de la Ciudad de Buenos Aires.

Los principales resultados de la actividad económica porteña en el segundo trimestre del año se resumen en los siguientes puntos:

  • El sector comercio, mayorista, minorista y reparaciones tuvo un crecimiento de 11,6% impulsado por la venta de productos farmacéuticos, veterinarios, cosméticos y de perfumería, instrumental médico y odontológico y artículos ortopédicos.
  • La industria manufacturera mostró un aumento en el nivel de actividad de 7,8% gracias al aporte, principalmente, de la fabricación de productos químicos y la fabricación de productos de caucho y plástico.
Venta callejera en la Ciudad
Venta callejera en la Ciudad de Buenos Aires REUTERS/Agustin Marcarian
  • La intermediación financiera tuvo un ascenso de 17,0% respecto al mismo período del año anterior. Analizando la incidencia dentro del sector se destaca el resultado de intermediación monetaria y financiera de entidades bancarias y no bancarias.
  • La actividad de la construcción creció un 9,9%, impulsada principalmente por la construcción privada.

En la tónica general

La evolución económica de CABA se enmarca así en la tónica general de la economía, que desde marzo-abril muestra señales de agotamiento del repunte de actividad económica iniciado en mayo de 2024.

Por caso, el Índice Compuesto Coincidente de Actividad Económica de Argentina (ICA-ARG) que elabora el Centro de Investigaciones sobre el Ciclo Económico (Cicec) de las bolsas de Rosario y Santa Fe registró tres datos mensuales negativos consecutivos en mayo, junio y julio, una variación muy levemente positiva (0,01%) en agosto, con lo cual registró reultados adversos en cuatro de los ocho primeros meses del año.

De las diez series coincidentes de datos, dice el más reciente reporte del Cicec, cinco presentaron variaciones positivas y cinco negativas. Entre las señales negativas se destacan deterioros del nivel del empleo, de ventas minoristas y de recaudación nacional y exhiben datos positivos la producción agrícola, las importaciones y los patentamientos de vehículos. En agosto hubo un leves repuntes en producción industrial y remuneración bruta del sector privado registrado (empleo en blanco). Esta última creció 0,2%, luego de cinco meses consecutivos de declive.