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La OCDE mantuvo sus proyecciones
La OCDE mantuvo sus proyecciones de crecimiento para la economía global

La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) recortó sus proyecciones de crecimiento para Argentina este año, en un contexto de estancamiento de la actividad y pocas señales de repunte en medio del proceso electoral. Mientras tanto, la economía global se mantiene “resiliente”.

Puntualmente, redujo en 7 décimas sus estimaciones para este año, pasando del 5,2% calculado en junio a 4,5%. En tanto, mantuvo sin cambios su proyección para 2026, en 4,3%.

Ambas cifras distan del proyecto de Presupuesto presentado días atrás por el presidente Javier Milei. Se asumen avances del 5,4% en 2025 y 5% en 2026, lo que fue calificado por consultoras locales como muy optimista.

Crecimiento del PBI en 2024
Crecimiento del PBI en 2024 y proyecciones para 2025 (OCDE)

Por otra parte, la OCDE revisó al alza su estimación de inflación y proyecta que alcanzará 39,8% a fines de 2025, lo que implica un incremento de 3,2 puntos porcentuales respecto a su previsión previa. Para 2026, la proyección también fue ajustada, con un aumento de 1,6 puntos porcentuales, y se prevé una inflación de 16,5%. De todos modos, destacó el descenso del último año.

El Presupuesto 2026 incorpora para 2025 una inflación de 24,5% interanual, lo que implicaría una inflación mensual promedio del 1% hasta fin de año. En el caso del próximo año, según el Ejecutivo, caería a 10,1% interanual.

Proyecciones de crecimiento para 2026
Proyecciones de crecimiento para 2026 de la OCDE

Economía global

En tanto, la OCDE indicó que el crecimiento económico global resultó más resistente de lo previsto en la primera mitad de 2025, con la economía mundial expandiéndose a un ritmo anualizado de 3,2%.

“La anticipación en la producción y el comercio de bienes, previo a la entrada en vigor de mayores aranceles estadounidenses, representó un apoyo importante, ya que el crecimiento de la producción industrial en la primera mitad del año superó el promedio de 2024 en la mayoría de las economías del G20″, sostuvo.

El fuerte aumento de la inversión en sectores de alta tecnología también impulsó la actividad en Estados Unidos y Japón. A pesar de esto, el crecimiento del consumo privado se desaceleró en Estados Unidos y en algunos países de la eurozona, como Francia e Italia.

La OCDE indicó que el
La OCDE indicó que el crecimiento económico global resultó más resistente de lo previsto en la primera mitad de 2025 (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Varias economías de mercados emergentes registraron sorpresas positivas en el crecimiento, aunque en algunos casos esto reflejó factores particulares que no se espera que continúen, como el aumento de la producción agrícola en Brasil durante el primer trimestre, la fuerte caída en el crecimiento del deflactor del PIB en India en el segundo trimestre, la significativa acumulación de inventarios en Turquía y el repunte marcado de la inversión en Indonesia”, aseguró el reporte.

“En China, el crecimiento se mantuvo, con un mayor gasto público compensando con creces el efecto negativo de los ajustes en el mercado inmobiliario y los obstáculos al comercio con Estados Unidos”, añadió.

Para 2026, se proyecta un crecimiento un tanto menor, del 2,9%.

Inflación

Por otro lado, la OCDE señala que la desinflación se estabilizó en muchas economías, con un repunte de la inflación de bienes y una inflación de servicios que permanece elevada. Aun así, se observa una marcada divergencia entre las economías avanzadas.

Mientras que la proporción de productos en la canasta de consumo con incrementos de precios superiores al 2% interanual aumentó este año en Estados Unidos, Canadá, Brasil y el Reino Unido, esta proporción disminuye en la eurozona, Australia e India.

Sede de la Organización para
Sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en París. REUTERS/Charles Platiau

“La evolución de los precios también presenta diferencias significativas entre las economías de mercados emergentes. La inflación ha repuntado recientemente desde niveles bajos en Indonesia, pero ha seguido descendiendo en Argentina y Turquía. China volvió a registrar deflación en agosto", resaltó el organismo.

Riesgos

Según el informe, persisten riesgos considerables en torno a las proyecciones de base. La incertidumbre sobre las políticas económicas aumenta la posibilidad de que se eleven los aranceles bilaterales a la importación de mercancías, lo que podría ampliar los recientes incrementos arancelarios de Estados Unidos y China a más productos, incluidos fármacos y semiconductores.

Otras economías también podrían adoptar barreras comerciales más altas para proteger sus industrias, lo que encarecería insumos y productos finales, elevaría la incertidumbre, y afectaría la inversión y la confianza de los consumidores.

Los aumentos de aranceles continúa
Los aumentos de aranceles continúa siendo un riesgo para la economía global

Cambios en las cadenas de producción podrían sumar nuevos costos y frenar el crecimiento. Por el contrario, acuerdos que reduzcan barreras arancelarias y mejoren la confianza respaldarían un mayor crecimiento económico y un menor nivel de inflación respecto al escenario base.

La inflación podría superar las previsiones actuales si se intensifican los aumentos de precios de alimentos o surgen más tensiones geopolíticas en regiones productoras de petróleo. Esto podría elevar las expectativas de inflación a corto plazo y forzar tasas de interés más altas, debilitando la confianza y el crecimiento.

En Estados Unidos, la transferencia de costos arancelarios a los consumidores podría acelerarse si las empresas dejan de absorberlos en sus márgenes, lo que aumentaría el riesgo de efectos de segunda ronda y una mayor persistencia inflacionaria.

Las vulnerabilidades fiscales también pueden intensificarse, elevando los rendimientos de los bonos soberanos y restringiendo las condiciones financieras. Los déficits fiscales elevados y los altos niveles de deuda pública incrementan el riesgo de refinanciamiento y pueden afectar negativamente al sistema financiero.

Las economías emergentes y en desarrollo siguen expuestas a problemas de deuda, especialmente los países de bajos ingresos con dificultades de acceso a mercados o con menor ayuda internacional. Desde 2019, la mayoría de estas economías han incrementado la ratio de deuda sobre el PIB y una proporción considerable de sus bonos soberanos vence antes de que finalice 2026.