
El 8 de julio, fecha en que el gobierno instrumentó el “desarme” de Lefis, letras del BCRA de cortísimo plazo que acumulaban los bancos, pensando que las entidades las reemplazarían esa suma por Lecaps, letras del Tesoro a 30 días de plazo, el gobierno entró en una vorágine de dólar, tasas de interés y medidas del Banco Central para intentar esterilizar los efectos adversos de la decisión, que algunos análisis ya lo denominan, simplemente, 8-J.
Ese día vencían poco más de $15 billones que el gobierno decidió simplemente cancelar con pesos. Una licitación previa de bonos del Tesoro había absorbido poco más de $5 billones de vencimientos, con lo que los bancos se encontraron de repente con una liquidez adicional de $ 10 billones que hizo colapsar las tasas de interés y provocó un fuerte aumento de la demanda de dólares.
Festival regulatorio
En pesos, en cambio, se dio una fuerte contracción monetaria de saldos que forzó al gobierno a hacer cambios regulatorios en los efectivos mínimos (encajes) que deben mantener los bancos y absorciones en tándem con emisión de deuda-depósitos en el BCRA: el Tesoro emitió deuda bruta en el mercado primario por más de $42 billones y neta por $4,1 billones, que depositó en su cuenta en el BCRA. Al mismo tiempo, los préstamos y depósitos en dólares del sector privado mantuvieron su dinamismo, dice un informe de la consultora Quantum.
Desde esa fecha, de la que el lunes se cumplirán dos meses, hubo mecanismos que alteraron la demanda de pesos y se afectaron señales e incentivos, como la tasa de interés, “que impactaron la estabilidad del proceso monetario y su sostenibilidad temporal”.
El actual desafío, según Quantum, es equilibrar precios de activos financieros con expectativas de tipo de cambio e inflación y reducir los efectos negativos del esquema transitorio actual sobre la economía en general. El informe lista 6 efectos, en pesos y en dólares, a saber:
Efectos sobre variables en pesos
- La tasa nominal anual (TNA) de los plazos fijos pasó de 32,9 a 59,1%, equivalente a un salto del rendimiento efectivo de 2,3 a 4,7% mensual y la TNA a los Adelantos en cuenta corriente de 35,8 a 81,5% (de 3,3% a 6,3% de TEM), un serio problema para el financiamiento empresario. El fuerte aumento de la tasa se debió a la restricción monetaria que impuso el BCRA al aumentar los encajes. De resultas, los depósitos de los bancos en cuenta corriente en el BCRA pasaron de $12,3 billones a 18,9 billones (+l 52%). La tasa también fue afectada por la emisión de deuda neta del Tesoro, por $ 4,1 billones, que despositó en su cuenta en el BCRA.
- Caída de los depósitos “transaccionales”. En cuenta corriente cayeron 11,5% nominal y en caja de ahorro 9,9%, a la vez que aumentaron el 10,3% nominal los depósitos a plazo fijo, Ese aumento, destacó el informe, supera el que surgiría de la capitalización de los intereses devengados, estimada en 6,9 por ciento.

- Pérdida de valor de los patrimonios de los fondos comunes de inversión. Aunque en parte “neutra”, pues está capturada en la caída de los depósitos en pesos , la disminución observada es superior a la de los depósitos (-3,4% nominal). Los fondos T+1 cayeron más de 18% nominal (21,6% real) por caída en las cotizaciones de inversiones como LECAPs y otros activos, precisa Quantum.
- Los préstamos en pesos siguieron creciendo, pero a un ritmo menor al previo al 8-J, desaceleración que ya se había iniciado, en sincronía con la caída del nivel de actividad. En el período bajo análisis, el saldo de préstamos aumentó 1,3% real (5,5% nominal), pero es inferior al incremento que surgiría de capitalizar los intereses de los préstamos.
Efectos sobre variables en dólares
- Aumentaron los depósitos en dólares, en USD 1.200 millones, alcanzando los USD 32.266 millones. De todos modos el aumento es menor a la compra de dólares para acaparamiento. De hecho, el informe cita el último reporte del BCRA según el cual en julio la compra de billetes de personas humanas superó los USD 2.800 millones. “Estos fondos, además de ser depositados en bancos, pudieron haberse destinado a otros fines, como, por ejemplo, adquisición de obligaciones negociables”, dice Quantum, que estimó que julio y agosto las empresas colocaron USD 1.561 millones brutos y en los ochos primeros meses del año emitieron en términos brutos USD 10.244 millones, mitad en el mercado local y mitad afuera.
- Aumentaron los préstamos en dólares, en USD 1.800 millones, hasta la suma de USD 18.071 millones.