
El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) registró en julio un aumento de 2,5%, lo que marcó una aceleración respecto de la cifra registrada el mes anterior (2,1%), informó este jueves el instituto estadístico porteño. Con este último ajuste, la suma acumulada en los primeros siete meses del año alcanzó el 18,1%, mientras que en la comparación interanual, la variación experimentó una desaceleración, al ubicarse en 40,9%, es decir, 3,6 puntos porcentuales por debajo del nivel de junio.
Este número suele anticipar el dato que días más tarde da a conocer el Indec. Aunque los analistas consultados por el Banco Central, y que derivan en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), esperan una suba de precios para julio de 1,8%, a pesar de la fuerte suba del dólar registrada el mes pasado. El dato oficial se conocerá el próximo miércoles 13.

La evolución del IPCBA durante julio respondió de manera fundamental a los incrementos observados en varias categorías. Las divisiones que más incidieron en la suba general fueron Restaurantes y hoteles, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Transporte, Alimentos y bebidas no alcohólicas, y Recreación y cultura.
Dentro de este grupo, la división Restaurantes y hoteles encabezó los incrementos con una suba del 5,3%, aportando 0,60 puntos porcentuales a la variación mensual del IPCBA. Este comportamiento reflejó principalmente los aumentos en las tarifas de alojamiento en hoteles, impulsados por mayor demanda turística, sumado a las subas en los precios de comidas y bebidas servidas en lugares como restaurantes, bares y casas de comidas.

La división Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró una suba de 2,3% e incidió en 0,45 puntos porcentuales del avance del IPCBA. La mayor incidencia provino de las actualizaciones en los valores de los alquileres y de los gastos comunes de la vivienda. Los ajustes en servicios básicos de vivienda también incidieron en la dinámica mensual.
Transporte promedió un incremento de 3,6%. El encarecimiento de los pasajes aéreos desempeñó un papel importante. También incidieron los ajustes en los valores de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso familiar y del boleto de colectivo urbano, marcando movimientos sostenidos dentro del índice general.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron 1,8%, bastante menos que el promedio del índice. Dentro de esta categoría, las principales alzas provinieron de verduras, tubérculos y legumbres (6,9%), carnes y derivados (1,2%) y pan y cereales (1,6%). Estas subas marcaron un impacto directo en el costo de vida diario de la población.
En la división Recreación y cultura, el índice se incrementó 3,6%, principalmente debido a las subas en los valores de los paquetes turísticos. La temporada alta contribuyó a que los servicios relacionados con vacaciones y turismo sumaran presión sobre el índice.
El resto de las divisiones presentó también incidencia positiva, aunque moderada, sobre el nivel general de precios. La excepción fue la división Prendas de vestir y calzado, que expresó una variación negativa de 1,6%, lo que retiró presión sobre el IPCBA general para el mes.
Bienes y servicios
En cuanto a los agrupamientos de bienes y servicios, durante julio los bienes incrementaron su precio 1,2%, mientras que los servicios lo hicieron en 3,3%. Los mayores movimientos en servicios se registraron en los alojamientos por turismo y en los valores de la alimentación en locales gastronómicos. A esto se sumaron los aumentos en los alquileres, gastos comunes y paquetes turísticos.

Entre enero y julio, los bienes acumularon una suba de 12,5% y los servicios de 21,8%. La comparación interanual mostró también una desaceleración: 26,7% para los bienes y 50,9% para los servicios, ambos con una reducción respecto al mes anterior.
La evolución mensual de los bienes respondió en particular a los incrementos en alimentos (verduras, carnes y panificados) y combustibles para automóviles familiares, mientras que las bajas en prendas de vestir redujeron su incidencia. Por su parte, los servicios se vieron impactados por subas en tarifas de alojamiento en hoteles turísticos, en restaurantes, bares y casas de comida, alquileres de viviendas y gastos comunes.
Los bienes y servicios Estacionales promediaron un alza de 9%, principalmente por los aumentos en las tarifas del alojamiento en hoteles por motivos turísticos y de los paquetes vacacionales. En sentido contrario, las caídas en las prendas de vestir contribuyeron a quitarle presión a esta agrupación
Por último, la agrupación de regulados presentó un aumento de 2,1%. Destacaron las subas en cuotas de medicina prepaga y en combustibles para uso del hogar. También influyó el encarecimiento del boleto de colectivo urbano y el incremento de los aranceles en establecimientos educativos de nivel inicial, primario y secundario. De esta manera, la variación interanual de los regulados bajó a 45%, con una desaceleración de 3,3 puntos porcentuales.