
Aunque sin mayores precisiones, el ministro de Economía avanzó ayer con otro paso del plan para habilitar un mayor uso de dólares en la economía. Luis Caputo reconoció que no están dadas las condiciones para volver al financiamiento en los mercados voluntarios de deuda y en ese contexto busca otras alternativas para aumentar la oferta de divisas y darle un impulso adicional a la actividad.
Si bien no hubo anuncios concretos y además circularon versiones distintas sobre lo que se buscaría lograr, las declaraciones del ministro dieron a entender que lo que se viene es una suerte de “neo blanqueo”. El planteo, según lo expresado por el propio funcionario, es que “se puedan usar los dólares sin que tengas que dar explicaciones todo el tiempo, como es en todos los países”.
El Gobierno pone la lupa en los dólares que siguen en el colchón, es decir el dinero no declarado. Según estimaciones del INDEC, los argentinos mantendrían al menos USD 250.000 millones por fuera del circuito financiero y lejos del alcance del fisco.
El blanqueo del año pasado fue mucho más exitoso que lo esperado, con un ingreso de más de USD 20.000 millones en cuentas bancarias, además de otros activos como inmuebles y otros bienes.
Ese ingreso de divisas durante el segundo semestre de 2024 fue clave para presionar a la baja al tipo de cambio. También ayudó para el repunte de las cotizaciones de los bonos en dólares y la consiguiente baja del riesgo país. Sin embargo, esos fondos que quedaron circulando en el circuito financiero no llegaron a derramar a la actividad productiva.
Ahora el objetivo es por una suerte de “segunda vuelta”. Según lo expresado por Caputo, el objetivo es que se puedan usar los dólares para la compra de bienes sin necesidad de explicitar su origen. Por supuesto que esta idea no está pensada en hacer compras en el supermercado, sino en aplicar ese ahorro a la compra de autos, inmuebles o la compra de maquinaria para equipar una empresa, por ejemplo.
Este planteo, sin embargo, genera otro tipo de dudas por ejemplo relacionadas a la legislación anti lavado que suscribió la Argentina. Incluso el año pasado se aprobó una ley específica en el Congreso que le evitó al país entrar en la “lista gris” del GAFI, el organismo que se ocupa a nivel internacional de coordinar la lucha contra el lavado de activos.
Caputo expresó que se trabajará junto al Banco Central y al ente recaudador (ARCA) justamente para que no sean obstáculos para quienes deseen volcar sus dólares en una operación. El objetivo es que puedan hacerlo libremente y no se vean obligados a “responder preguntas”.
El planteo luce razonable, pero difícilmente se pueda llevar a la práctica al menos de la forma que planteó el ministro. “Hay muchos dólares blancos en la economía. Pero si querés que se inviertan hay que dar beneficios impositivos”, explicó el ex director del Central, Zenón Biagosch, especialista además en legislación contra lavado.

Por otra parte, parece difícil que en los próximos meses haya un masivo ingreso de dólares por una medida de estas características, sobre todo en medio de un proceso electoral.
El Gobierno también había autorizado el ingreso de capitales del exterior para invertir en Argentina, junto con la eliminación del cepo cambiario para el público. Para evitar fluctuaciones cambiarias fuertes, impuso un plazo de 180 días de permanencia. Por ahora no hay indicios de ingreso de capitales por esa vía.
En el arranque del mes desde el punto de vista financiero, porque el 1 y 2 de mayo fueron jornadas no laborables, el tipo de cambio operó con leves alzas y el dólar oficial cerró a $ 1.210, es decir 20 pesos por encima del viernes.
De esta forma, el tipo de cambio se mantiene en el medio de la banda, pero la expectativa de Economía es que en los próximos dos meses el ingreso de dólares de la cosecha gruesa empuje a la cotización más cerca del nivel inferior.