
El Banco Central y el Ministerio de Economía concretaron este martes la operación de deuda interna con los dólares del FMI. El Tesoro utilizó los USD 12.000 millones del primer desembolso para cancelar parte de las Letras Intransferibles emitidas por el Palacio de Hacienda y que estaban en manos de la autoridad monetaria.
“Según lo establecido en el Decreto 179/2025 del Poder Ejecutivo Nacional, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) informa que el Ministerio de Economía realizó la cancelación de Letras Intransferibles que estaban en poder del BCRA”, indicó un comunicado.
“El BCRA recibió USD 12.000 millones en valor efectivo por las Letras Intransferibles con fechas de vencimiento 01/06/2025 (cancelación total), 29/04/2026 (cancelación total), y 03/04/2029 (cancelación parcial)“, continuó el Central.
”Estos recursos líquidos, productos del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, contribuyen a fortalecer el balance del BCRA", concluyó la autoridad monetaria, que no informó a qué precio hizo esa recompra.
El efecto concreto será el de un cambio de acreedor para el Tesoro y una suba en la cantidad de reservas netas, aunque el número bruto, que es el que contabiliza el BCRA de manera diaria, continuará igual. Este último efecto se explica en que, en la práctica, lo que sucederá es que los dólares -o los Derechos Especiales de Giro (DEGs), la “moneda” del FMI que es convertible a cualquier otra moneda- pasen desde el cajón del Tesoro nacional, es decir el Ministerio de Economía, hacia las arcas del Central.
En la cuenta final la cantidad de reservas se mantendrá estable: cuando están en manos del Tesoro alimentan las reservas brutas por contabilizarse como depósitos “encajados” y, al pasar a los activos del BCRA, se convertirán en netas y líquidas para intervención, en caso de que fuese necesario en el esquema de flotación entre bandas.
De acuerdo al último balance presentado por el Central la semana pasada, existían en la autoridad monetaria al cierre del 2024 una cantidad de Letras Intransferibles por unos USD 22.900 millones. Para el Tesoro, esas mismas letras valen mucho más, unos USD 69.000 millones. La diferencia es que el BCRA, tras el cambio de gobierno, recalculó la manera en que contabiliza esos títulos al tratarse de un activo no negociable en el mercado y con un menor valor de recupero.
“El Gobierno Nacional acordó una nueva facilidad extendida de fondos (EFF) con el FMI por USD 20.000 millones, de los cuales USD 15.000 millones constituyen desembolsos de libre disponibilidad en 2025. Además, se sumarán préstamos de otros Organismos Internacionales acordados por el Ministerio de Economía del orden de USD 6.100 millones. Estos recursos líquidos permitirán fortalecer el balance del BCRA”, asegura el balance del BCRA.
Se trata de letras colocadas directamente en el Banco Central y que comenzaron a utilizarse en 2006. En esa ocasión, el gobierno de Néstor Kirchner decidió cancelar la deuda con el Fondo Monetario y para eso necesitó reservas del BCRA. A manera de “compensación” por el uso de esas divisas el Ministerio de Economía emitió esas Letras Intransferibles, que actúa como una suerte de pagaré en dólares.
Desde ese momento, ese mecanismo fue repetido en distintas ocasiones para que el Tesoro -que puede tener su propia tenencia de divisas en una cuenta corriente del BCRA- obtenga dólares para afrontar el pago de la deuda. Es decir, pasivos del Tesoro se pagaban con un activo del BCRA como son las reservas internacionales. Se considera en el mercado un activo de valor cuestionable, entre otras cosas, porque esas Letras no pueden ser vendidas ni negociadas en el mercado secundario. En general, suelen emitirse a plazos de diez años, con un bajo interés o sin ningún rendimiento y de renovación automática.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, ejecutó un cambio en la forma de valuación de esos títulos en el balance de la entidad. Hasta entonces, se valuaban a valor técnico o nominal convertido a pesos al tipo de cambio oficial. Según explican en el mercado, ante una suba del dólar, el valor en pesos de las Letras aumentaba y generaba una ganancia contable que permitía al BCRA transferir utilidades al Tesoro.