
El Gobierno reflejó en un informe cuáles fueron los sectores que tuvieron incrementos salariales nominales más altos o más bajos a lo largo del 2024, un año que estuvo marcado por la desaceleración inflacionaria sobre el segundo semestre y una recuperación dispar del poder de compra, según qué segmento del mercado laboral se trate.
Un documento publicado por la Secretaría de Trabajo analizó esa cuestión según los clasificadores de la actividad económica con los que el Indec, por ejemplo, mide la evolución de la actividad económica. Se trata de información que forma parte de la base de datos de la Secretaría de Trabajo que conduce Julio Cordero, pero que no son explicitados en los dos habituales reportes de la situación laboral, es decir el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL).
El primero de esos dos hace un seguimiento del panorama salarial pero sin especificar detalles hacia adentro del entramado productivo. En ese contexto, con una inflación anual de punta a punta de 117,8% y una suba de precios promedio de 219,8% durante el año pasado, la cartera laboral registró cómo le fue a cada sector en términos de ingresos.
En ese sentido, el rubro que tuvo los mayores aumentos salariales fueron Hoteles y Restaurantes (198%), seguido por Explotación de minas y canteras (155%), Actividades inmobiliarias y empresariales (160%), Agricultura (153,6%) y Construcción (153,3 por ciento). La medición incluye la remuneración normal y permanente.
Más allá de la apertura sectorial, desde Trabajo consideraron que “el empleo registrado privado creció 1,6% en enero de 2025 con relación al mes anterior”, en el último informe oficial laboral. “Con esta variación mensual positiva, la capacidad de compra del salario medio se incrementó en alrededor de quince puntos porcentuales en los últimos doce meses, y consiguió así superar en cinco puntos porcentuales el poder adquisitivo de noviembre de 2023, previo a la devaluación de la moneda nacional verificada en diciembre”, consideró.
El Gobierno salió a celebrar que los últimos datos salariales implican el mejor momento del poder de compra desde 2018. Algunos especialistas discuten esa hipótesis. Luis Campos, especialista de la CTA Autónoma, aseguró que “la principal razón de la suba de salarios en el sector privado en los últimos meses parece haber sido el aumento de las horas trabajadas. Más ingreso por más trabajo”.
“Como dice el ministro, la serie del salario promedio del SIPA está en los máximos desde 2018, pero siempre hay que ver la letra chica. La metodología del SIPA dice expresamente que se incluyen todos los adicionales no mensuales y, atención a esto, las horas extraordinarias”, planteó. “En el segundo semestre de 2024 crecieron fuerte las horas trabajadas por cada asalariado. Según los datos del INDEC aumentaron un 3,3% interanual en el tercer trimestre y un 5,1% interanual en el cuarto. A más horas de trabajo, más salario”, concluyó.
Según el Centro de Capacitación y Estudios sobre el Trabajo y el Desarrollo (CETyD) de la Universidad de San Martín, el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales del sector privado fue en febrero de 2025 un 7% superior al de noviembre de 2023. Esta evolución ocurre en un contexto en el que el gobierno estableció una suerte de tope a las paritarias y no homologa acuerdos que lo superan, indicaron desde ese centro de estudios.
El informe del CETyD destaca que el crecimiento salarial se produce pese a que los aumentos negociados entre empresas y sindicatos se mantuvieron estables entre septiembre de 2024 y febrero de 2025, mientras los salarios efectivos crecieron 9%. Esta diferencia refleja un “marcado desacople” entre los convenios firmados y los ingresos percibidos.
La explicación se encuentra en el mercado de trabajo. Aunque la actividad económica recuperó su nivel previo a la crisis, el empleo no compensó la contracción anterior y a fines de 2024 permaneció 2,3% por debajo de 2023. Sin embargo, la cantidad de horas trabajadas por cada trabajador aumentó 5%, fenómeno que el CETyD vincula con una estrategia empresarial de incrementar las horas extra en vez de sumar nuevos empleados.
El CETyD subraya que los trabajadores “no están cobrando más porque hayan aumentado sustancialmente sus salarios”, sino porque “trabajan más horas”. Al observar el salario por hora trabajada, el incremento fue mucho menor: 2% interanual frente al 7% del salario total.
El informe advierte que este tipo de mejora resulta inestable, ya que las horas extra suelen ser el primer componente salarial en reducirse cuando la actividad económica se estanca. A menos que estos incrementos se consoliden en los salarios básicos, los trabajadores podrían enfrentar una rápida caída de ingresos si cambia el ciclo económico.