Un gigante de Wall Street que preveía un salto del dólar cambió su proyección tras la salida del cepo: “Compren pesos”

Una entidad financiera internacional recomienda operar con activos en moneda local, y ve condiciones macroeconómicas más sólidas que en experiencias previas. Luego de la unificación cambiaria recomienda una arriesgada estrategia de carry trade

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Bank of America recomendó vender
Bank of America recomendó vender futuros de dólar (NDF) a tres meses y apostar a una apreciación del peso frente a la banda cambiaria (Bloomberg)

Bank of America, una de las entidades más relevantes del sistema financiero global, modificó su estrategia para operar con activos argentinos en moneda extranjera y ahora recomienda apostar por el peso, en lugar de anticipar una devaluación acelerada. El giro se produce apenas dos meses después de que la entidad pronosticara que el dólar oficial alcanzaría los 1.400 pesos a fines de 2025, tras una unificación cambiaria.

El nuevo informe, titulado “Argentina: Stick it to the floor. Buy ARS” (Péguelo al piso de la banda. Compre dólares), publicado el 23 de abril en su serie EM Alpha, presenta dos operaciones recomendadas para posicionarse a favor de una apreciación del peso: vender NDFs (non-deliverable forwards, jerga para futuros de dólar contra peso) a tres meses y comprar Lecap con vencimiento en octubre de 2025.

Iniciamos dos operaciones largas en pesos a una paridad de referencia de 1.091”, explicaron los analistas Ezequiel Aguirre, Sebastián Rondeau, Christian González Rojas y David Hauner. “En primer lugar, vendemos NDFs a tres meses, actualmente en 1.202, con tasas implícitas del 39%. Bajo el nuevo régimen de bandas cambiarias, el techo –ahora en 1.400– se desplazará a 1.442 en tres meses, lo que implica una pérdida máxima de 16,7%, en caso de que el Banco Central mantenga las bandas. El piso, actualmente en 1.000, bajará a 970, lo que implica una ganancia potencial de 24%”.

La segunda operación sugerida consiste en la compra de una Lecap (Letra de Capitalización) con vencimiento el 11 de octubre de 2025, cotizada en 102,9 pesos y con un rendimiento del 34,5%. “Este instrumento paga una tasa del 2,2% mensual capitalizable”, indicó el informe.

Los analistas advirtieron que los riesgos principales para ambas operaciones incluyen “una mayor inflación, un déficit externo creciente y un dólar más fuerte a nivel global”. También señalaron que compras rápidas de divisas por parte del Banco Central o del Tesoro podrían presionar sobre el tipo de cambio.

Giro radical

El cambio de postura del banco contrasta con el pronóstico difundido en su informe del 27 de febrero, donde proyectaba que el dólar oficial cerraría 2025 en 1.400 pesos, luego de una unificación cambiaria y la salida del cepo, prevista por la entidad para diciembre de este año. En ese momento, Bank of America se basó en la expectativa de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que permitiría la flexibilización del mercado de cambios y un desembolso anticipado de fondos.

El ministro de Economía de
El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, y el presidente del banco central del país, Santiago Bausili, hablan durante la conferencia de prensa en la que se anunció la unificación cambiaria (Reuters)

Aquel informe destacaba además la promesa del presidente Javier Milei de que los controles de capitales dejarán de existir el 1° de enero de 2026, así como la reducción de la tasa de depreciación mensual del peso al 1%. Según los pronósticos del banco en febrero, el dólar oficial subiría a 1.070 pesos en el primer trimestre, luego a 1.170 en el segundo, a 1.250 en el tercero y alcanzaría los 1.400 pesos al final del cuarto trimestre.

El nuevo enfoque se apoya en una lectura más favorable del contexto macroeconómico argentino. “El balance fiscal ahora muestra superávit por primera vez desde 2008”, resaltó el informe de abril. “Esto reduce el ratio de deuda del sector público y baja las primas de riesgo en los mercados de bonos y cambiarios”.

En contraste con el esquema de bandas implementado por el gobierno de Mauricio Macri en 2018, que terminó con una fuerte devaluación y el regreso del control de capitales tras las PASO de 2019, BofA argumentó que “esta vez es diferente”.

Entre las razones para sostener esta hipótesis, el informe enumeró factores políticos y económicos. “El partido de Milei se perfila para tener un buen desempeño en las elecciones de medio término, según los analistas políticos. Sus índices de aprobación, actualmente entre el 48% y 52%, se mantienen entre los más altos de América Latina”.

Además, el reporte subrayó que, a diferencia de 2018, “las cuentas fiscales están en mucha mejor forma”. Mientras en ese entonces el déficit presupuestario alcanzaba el 5,5% del PBI, en 2024 el país registró un superávit del 0,3%. El gobierno también elevó la meta de superávit primario para 2025 a 1,6% del PBI, y la meta de mediano plazo a 2,25%.

Si hay algo que nos queda claro es que esta administración está comprometida con la disciplina fiscal”, afirmaron los autores. Esa política permitiría reducir la deuda, bajar el riesgo país y disminuir la dependencia de capitales externos.

El informe incluyó una proyección
El informe incluyó una proyección de crecimiento del PBI del 5% en 2025, junto con una inflación esperada del 32% y mayor demanda de pesos (Reuters)

En cuanto a la cuenta corriente, otro punto crítico en experiencias pasadas, el informe sostuvo que “la economía ahora depende mucho menos de los inversores extranjeros para financiar el gasto interno”. En 2018, el déficit de cuenta corriente fue de 5,2% del PBI, mientras que en 2024 se registró un superávit de 1%, y para este año se espera un déficit moderado de 0,9%.

BofA también reconoció que las reservas internacionales del Banco Central siguen en niveles bajos, aunque mejoraron tras el último desembolso del FMI. Según el documento, las reservas brutas pasaron de 25.000 millones de dólares en marzo a 39.000 millones, y las netas de un saldo negativo de 9.000 millones a un saldo positivo de 4.000 millones.

“El nuevo programa con el FMI incluye metas específicas de acumulación de reservas”, señalaron. El informe agregó que el gobierno argentino busca un préstamo repo de 2.000 millones de dólares con bancos internacionales, y que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anticipó una posible línea de crédito especial si ocurre un shock externo que comprometa la recuperación.

Los analistas también destacaron la evolución esperada de la demanda de pesos. “La demanda de saldos reales tiende a aumentar con el crecimiento económico y la caída de las expectativas de inflación”, indicaron. “Nuestros economistas proyectan que el PBI real crecerá 5% en 2025, desde una contracción de 1,7% en 2024. Al mismo tiempo, estiman una inflación del 32%, con riesgos a la baja”.

Esta combinación de factores reduciría la necesidad de emisión monetaria. “Si el peso se fortalece hasta el piso de la banda, el Banco Central podría expandir la base monetaria comprando dólares y acumulando reservas”, apuntaron.

Finalmente, el informe incluyó un gráfico que muestra que el peso argentino, tanto en el mercado local (Rofex) como en los forwards offshore (NDF), se ubica más cerca del piso que del techo de la nueva banda cambiaria.