
La flexibilización del cepo para empresas anunciado hace instantes por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, en el marco de la nueva fase del programa económico tras el acuerdo con el FMI, incluyó importantes cambios para el comercio exterior.
Si bien el organismo monetario ya venía acortando los plazos para pagar importaciones, que habían sido suspendidas por completo durante el gobierno de Alberto Fernández, este viernes finalmente se anunció que los importadores podrán pagar sus compras al exterior a través del Mercado Libre Unico de Cambios (MULC) a partir del ingreso aduanero, cuando hasta ahora era a los 30 días.
Además, otros de los cambios anunciados son los siguientes:
- Importaciones de bienes podrán pagarse a través del MULC a partir del registro de ingreso aduanero (previamente era 30 días)
- Importaciones de bienes por parte de empresas MiPyMEs podrán pagarse a través del MULC a partir del despacho del puerto de origen (previamente era 30 días a partir del registro de ingreso aduanero)
- Importaciones de servicios podrán pagarse a través del MULC a partir del momento de prestación del servicio (previamente era 30 días)
- Importaciones de bienes de capital podrán pagarse a través del MULC con un 30% de anticipo, 50% a partir del despacho del puerto de origen y 20% a partir del registro de ingreso aduanero (previamente era un 20% de anticipo y solamente para MiPyMEs)
- Importaciones de servicios entre empresas vinculadas podrán pagarse a través del MULC a partir de que se cumplan 90 días de la fecha de prestación del servicio (previamente era 180 días)
Una eliminación por única vez
Por otra parte, el Gobierno precisó que “complementando las flexibilizaciones mencionadas, y con el objetivo de acomodar los pagos de importaciones y deudas financieras que pudieran estar operando a través del mercado cambiario financiero (CCL), el BCRA eliminará por única vez la restricción de 90 días anteriores contenidos en la Comunicación A 7340 (la “restricción cruzada”), para permitir que las personas jurídicas puedan volver a operar en el MULC en forma eficiente".
Con esta flexibilización para el pago de importaciones, el Gobierno termina de resolver uno de los principales problemas que afectó al comercio exterior durante gran parte del 2023, y que el año pasado la gestión comenzó a enderecer, de a poco. La deuda de los importadores se resolvió con las series del Bopreal y los flujos empezaron a pagarse a plazos que se fueron acortando con los meses.

Hasta ahora, el plazo que regía era de 30 días y si bien en el mercado admitían que se trataba de un tiempo acorde con la financiación que suelen ofrecer los proveedores del exterior, en el caso de las pequeñas y medianas empresas aún así era un problema. La experiencia del pasado hizo que muchas firmas del exterior sólo quisieran vender sin plazo o, en muchos casos, por anticipado. Es por eso que esta situación dejó a muchas empresas sin poder importar, o lo hacían pagando al tipo de cambio paralelo, ya decididos a no volver al MULC (porque regía la restricción cruzada).
De esta manera, y de la mano de medidas macroeconómicas favorables y de una economía que hacia fines del 2024 ya empezó a mostrar tibias señales de mejora, las importaciones comenzaron a repuntar. El último dato de la balanza comercial, de febrero, muestra un nivel de compras al exterior de USD 5.864 millones, equivalentes a un crecimiento del 42,3%. Este crecimiento se debió principalmente a un aumento de 55,4% en las cantidades importadas, mientras que los precios registraron una caída de 8,5 por ciento. La tendencia es de crecimiento por el tipo de cambio, hasta ahora bajo, la quita del impuesto PAIS y de baja de aranceles a muchas posiciones arancelarias.