
“Somos un país pickapero”. La frase pertenece originalmente a Martín Massimino, Director Comercial de Volkswagen Argentina, aunque cada vez se repite con más frecuencia cuando se intenta describir el mercado automotor argentino:
Las razones de este fenómeno se encuentran en la tradición y el gusto por las camionetas, las famosas “chatas”, que hay en los usuarios argentinos. Ya en los años 60 y 70, tenían para elegir entre la Ford F-100, la Chevrolet C10, la Dodge 200 y la Jeep Gladiator. Desde esa época, la oferta de pickups es variada y con muchas marcas en disputa.
Lo que sucede en la actualidad, es que las camionetas se convirtieron en un vehículo con un equipamiento muy superior al que tenían aquellas de 50 años atrás, lo que las puso en el mismo plano de confort que los autos y SUV de gama media, pero con la versatilidad de la altura, la robustez estructural y la capacidad de carga. El dato que confirma esta tendencia es que casi no existen pickup de cabina simple sino que todos los fabricantes e importadores, ofrecen modelos de doble cabina, con capacidad para 5 pasajeros cómodamente sentados.

Pero las pickups tienen otro incentivo por el cual son vehículos más atractivos para los usuarios, porque al momento de comprarlas, pagan únicamente el 10,5% de IVA contra el 21% de los autos y SUV, y tienen beneficios impositivos en muchas jurisdicciones por ser considerados vehículos afectados a la producción y el trabajo.
“El impuesto automotor, conocido como patente, es un impuesto de carácter provincial, lo que implica que cada jurisdicción, y entre ellas la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), puede definir su alcance, alícuotas y exenciones que se aplican a los vehículos radicados en su territorio”, explicó a Infobae la tributarista Yesica Baigorri, Asociada de impuestos en LFS Tax.
“En el caso de vehículos comerciales utilitarios afectados al negocio como los furgones y pick ups, CABA cuenta con un beneficio de reducción de alícuota para el pago del impuesto automotor. Esta alícuota para 2025, igual a la vigente en años anteriores, es del 2,3%, en reemplazo del 8% que es la alícuota máxima de la escala progresiva general, aplicable sobre el valor actual del vehículo”, completó la especialista.

“En el caso de la provincia de Buenos Aires también existe el beneficio de reducción de alícuota para pick up que lo reduce al 1,5% en lugar del 5% que surge de la escala progresiva de alícuotas general de automotores”, finalizó.
En efecto, esta diferenciación que hacen muchas jurisdicciones provinciales, y en algunas casos también municipales, es de tal magnitud que ante la compra de un vehículo de precio similar, se puede llegar a pagar una cuarta parte de patente por una pickup que por un SUV equivalente.
“Un Toyota Corolla GR 2024 paga actualmente una cuota de $380.000 de patente, pero una Toyota Hilux SRV 4x4 automática 2024 tributa $130.000. El Toyota Corolla cuesta $39.000.000 y la pickup tiene un precio de $54.000.000. Esa es la diferencia a favor de las camionetas, y el gran motivo por el que se venden tantas pickup en comparación con autos de precio superior a los 40 millones de pesos”, explicó el dueño de una cadena de concesionarias multimarca del Gran Buenos Aires.

Haciendo una cuenta rápida para ver la diferencia de precios entre un auto y una camioneta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un auto o SUV con un precio cercano a los $48.000.000 pagará el 5,1% de su valor en concepto de patente. Esto representa una cuota bimestral de unos $406.000. Sin embargo, una pickup del mismo precio, por ejemplo la Toyota Hilux DX automática, paga el 2,3%, lo que implica una cuota bimestral de $184.000.
La misma cuenta en la provincia de Buenos Aires indica que un vehículo o SUV de uso particular con un precio de $48.000.000 paga una cuota bimestral de $400.000 mientras que una pickup de un precio similar, registrada como vehículo destinado al trabajo, paga $120.000.
Al ser una potestad de los estados provinciales, en cada jurisdicción puede haber modificaciones sobre el modo de aplicar el beneficio o incluso diferenciar o no entre uno y otro tipo de vehículo. En las provincias de Santa Fe y Córdoba, por ejemplo, se paga el 1% y el 1,5% respectivamente para todo tipo de vehículos, sin distinguir entre comerciales y particulares.
“Aplica para contribuyentes en general autónomos o monotributistas. Es siempre que sea afectado a la actividad y no como vehículo particular para la vida diaria”, explicó la tributarista.