
El equipo económico cree que el mercado cambiario no tardará en volver a la calma, luego de varias jornadas de fuerte turbulencia, incluyendo la jornada de ayer que coincidió con el cierre de marzo. La confirmación del acuerdo con el FMI y del desembolso previsto próximamente deberían ayudar para volver a una situación de mayor estabilidad.
Kristalina Georgieva aportó dos datos claves desde Dubai, en una entrevista con la agencia Reuters. En la misma, la directora gerente del Fondo señaló que es “razonable” que el Gobierno argentino pueda acceder a un 40% del total del programa, lo que resultaría equivalente a un desembolso inicial cercano a los USD 8.000 millones, que irían directamente a las reservas.
Pero además aseguró el staff del FMI y el equipo económico estarían en condiciones de llegar a un acuerdo antes de la reunión de Primavera del FMI y Banco Mundial, que se realizará en Washington del 21 al 25 de abril.
Por lo tanto, se van despejando importantes incógnitas. Una de ellas es el monto que ingresará a las reservas en las próximas semanas. Y por otro lado ya hay fecha cierta para alcanzar un entendimiento. Todavía, sin embargo, no está clara cuál será la política cambiaria que vendrá cuando culminen las negociaciones.
Por ahora, los funcionarios del área económica son austeros en sus declaraciones. El ministro de Economía, Luis Caputo, reiteró que “no habrá cimbronazos” cambiarios. Pero al mismo tiempo tampoco asegura la continuidad del “crawling peg” al 1% mensual para el ajuste del dólar oficial.
Tanto el ministro como el Presidente, Javier Milei, insisten en que es “irrelevante” cualquier cambio que se introduzca al esquema cambiario porque los pesos tendrán un fuerte respaldo en el nivel de reservas. Tomando en cuenta el futuro nivel de reservas brutas que tendrá el Central contra la base monetaria amplia insisten en que el tipo de cambio de “convertibilidad” es inferior a los $900.

Por lo tanto, sugieren que aún en el caso de que los inversores sigan dolarizándose no habría problemas para enfrentar esa demanda. Sin embargo, todavía no está claro a cuánto podrían ascender las reservas en los próximos meses. Si bien Caputo habló de USD 50.000 millones, eso significaría duplicar el stock, porque ayer quedaron a punto de perforar los USD 25.000 millones.
El desembolso del FMI más los aportes de los organismos y la cosecha gruesa deberían ayudar para consolidar el nivel de reservas, recuperando lo perdido este año y algo más. Pero será todo un desafío incluso superar los USD 40.000 millones.
En el Gobierno consideran “un grave error” apostar contra el peso y salir a comprar dólar futuro como sucedió en los últimos días. Ayer el mercado dio algunas muestras de encontrar cierto equilibrio, aunque con valores sustancialmente más altos a los que sugiere el actual “crawling peg”. “Van a perder mucha plata los que nos vienen apostando en contra con los futuros de dólar”, desafían desde el Gobierno.
Por lo pronto, sin intervención oficial cayeron levemente los contratos más cercanos, es decir, los que vencen en abril y mayo. Para el mes de abril que comienza hoy, el valor para cubrirse con futuros era de $ 1.129, o sea 5% por arriba del cierre de marzo, mientras que el Gobierno promete un ajuste de solo 1%. Para fin de año el precio del contrato es de $ 1.500, sustancialmente más alto que los $ 1.270 que implicaría una suba del ajuste cambiario del 1% mensual.
Cada vez de manera más notoria los inversores apuestan a que se terminará abandonando el actual esquema cambiario para ir a otro de mayor flexibilidad cambiaria y con menos intervención oficial. Las señales indicarían que esto podría suceder incluso antes de lo pensado, pero que aún en este caso el Gobierno está convencido de poder evitar cualquier sobresalto. La continuidad del superávit fiscal, el esquema de cero emisión monetaria, el fortalecimiento de las reservas y la baja de la inflación, razonan, deberían ayudar para lograrlo.